La homeopatía es un área de la medicina desarrollada por alrededor de 10.000 médicos
Enviado por Jillian • 12 de Marzo de 2018 • 4.139 Palabras (17 Páginas) • 315 Visitas
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Los historiadores actuales de la medicina han acordado que la práctica médica del siglo XVIII, y en particular el siglo XIX, causó más perjuicio que beneficio. Era la medicina de las sangrías, los purgantes y vómitos, empleaba sanguijuelas y drogas a dosis importantes como el mercurio, plomo, arsénico, etc.
Hahnemann murió el 3 de julio de 1843 a los 88 años de edad y sus cenizas se guardan en un suntuoso mausoleo erigido por suscripción popular de sus propios enfermos. Después de su muerte, la oposición a la homeopatía fue en aumento incluso en EE UU se creó la AMA (American Medical Association) para combatir el desarrollo de la homeopatía. En otros países como Austria se prohibió su ejercicio, otros como Francia ponían grandes reparos a su ejercicio, e incluso expulsaban a médicos de sus colegios por defender su práctica. En 1950 todas las facultades de medicina homeopática de EE UU estaban cerradas o habían dejado de impartir su enseñanza. En España fue prohibida su enseñanza por decreto después de la Guerra Civil, por el gobierno de la nación. A pesar de tanta oposición la homeopatía continúa, ha resucitado, cada vez son más los médicos interesados en ella, y esta vez parece indicar que la historia será muy distinta.
- DEFINICIÓN:
Es una medicina que trata las enfermedades con los semejantes, su nombre proviene de homos: semejante y pathos: enfermedad, por lo tanto uno de sus principios fundamentales es la "Ley de semejanza", es decir que trata las enfermedades con medicamentos o remedios que son capaces de producir en el hombre sano un conjunto de trastornos y síntomas semejantes a los de la enfermedad que se quiere combatir. Este mismo remedio, administrado al hombre enfermo, que presenta los síntomas del remedio en el hombre sano y a dosis mínimas lo cuna, sería el principio de "Similia, Similibus, Curantur”.
La alopatía, o medicina convencional en Occidente, trata con los contrarios, es decir un medicamento que produce efectos contrarios a los que se quieren combatir. Sería el principio: "Contraria, Contraris, Curantur".
- Homeopatía: lo similar se cura con lo similar: " Similia, Similibus, Curantur”.
- Alopatía: lo similar se cura con lo contrario: "Contraria, Contraris, Curantur".
La homeopatía es pues una medicina que respeta la sabiduría del cuerpo, se sirve de medicamentos y remedios que estimulan los propios sistemas inmunitarios y defensivos del cuerpo, individualiza estos medicamentos y remedios según la totalidad de los síntomas mentales, generales y locales del enfermo, considera los síntomas como defensas de las que se sirve el organismo y no como la única manifestación de la enfermedad.
Los síntomas como defensas: con excesiva frecuencia tanto médicos como pacientes consideran que los síntomas que presenta una persona "son" la enfermedad y que la simple eliminación de estos síntomas cura la enfermedad. Sin embargo, la homeopatía considera que los síntomas son una señal o un aviso de otro fenómeno, la enfermedad real, que ya existía mucho antes de que se manifestaran éstos y a la vez los considera como mecanismos defensivos que ponen en marcha el propio organismo para combatir su enfermedad. La ciencia médica moderna reconoce cada vez más síntomas como respuesta de adaptación del organismo.
Por lo tanto, el tratamiento con medicamentos para eliminar síntomas como la tos, la fiebre, las diarreas, las secreciones purulentas, los exantemas, etc. deberían evitarse salvo en circunstancias especiales.
- PRINCIPIOS BÁSICOS:
Los pilares de la medicina homeopática son:
- Individualidad:
Es el primer principio que rige la Homeopatía. Cada persona es única. No hay enfermedades, sino enfermos. Aunque los síntomas de la enfermedad puedan parecerse a los de otra persona, siempre hay matices y modalidades sintomáticas diferentes; las causas de la enfermedad pueden ser diferentes y también la manera en que reaccionamos; y lo que es todavía más importante, la persona en sí misma, tiene una individualidad propia, que le hace ser quien es. Todos estos factores son tenidos en cuenta a la hora de diagnosticar el medicamento homeopático.
- Ley de semejanza:
Una sustancia que produce determinados síntomas en una persona sana, es capaz de curar esos mismos síntomas en una persona enferma. Hay que entender que los SÍNTOMAS expresan el intento del organismo por restablecer la salud. Por tanto su finalidad es positiva y curativa, al menos en su inicio, y no deben ser suprimidos sin más. El Medicamento Homeopático se adapta perfectamente al intento de recuperación del cuerpo, estimulando sus propios mecanismos de auto-regulación.
- Dosis mínimas:
La Homeopatía utiliza la dosis más pequeña, para producir una reacción en el organismo. Ello se consigue diluyendo y potenciando sucesivamente las sustancias de origen vegetal, mineral y animal. Por ello los medicamentos homeopáticos no producen efectos secundarios y pueden ser utilizados en cualquier situación (niños, ancianos, embarazadas). Sin embargo para asegurar la efectividad de los mismos, su prescripción debe ser hecha por un profesional competente. No se auto prescriba.
- Medicamento único:
La Homeopatía Unicista prescribe un solo medicamento por vez, para la totalidad de la persona, es decir para la persona en sí y para todos sus síntomas y enfermedades. A lo largo del tiempo podrán ser utilizados varios medicamentos, pero nunca simultáneamente. La homeopatía no trata las ramas sino el tronco del árbol, y tronco solo hay uno.
- Curación y la supresión:
Es el último principio. Sólo podemos curar si tratamos la globalidad de la persona y no solo sus síntomas. Al tratar un síntoma de forma aislada corremos el riesgo de suprimirlo y dar origen así a un nuevo síntoma o enfermedad, ya que la causa del primero seguiría activa. El síntoma es como una válvula de escape de una olla a presión: no debe ser "tapado", sin apagar previamente el fuego. La Curación sigue siempre un proceso igual en cuanto a localización y tiempo: primero mejoran los órganos más profundos (mente, corazón, etc.), seguido de los más superficiales (piel y mucosas); primero se curan lo trastornos más recientes y después los más antiguos.
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