Los campos energeticos en la medicina Oschman

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El Dr. Harold Saxton Burr en 1915 inicio una serie de importantes estudios sobre el papel de le electricidad en el desarrollo y la enfermedad, sus primeros trabajos se vincularon con el desarrollo del sistema nervioso. La genética molecular revelo como están constituidas las partes del cuerpo pero había muy poca comprensión sobre la “huella” que dirige su montaje en el organismo entero. Si bien existe un entusiasmo generalizado respecto a los descubrimientos que se están realizando en la biología molecular la “huella sigue siendo un misterio aun en nuestros días.

La obra de Burr sobre los campos energéticos desde 1932 a 1956 estaba fuera de ritmo de la corriente principal de la medicina y la biología de esa época, este fue un periodo de crecimiento explosivo de la medicina farmacéutica y el uso de rayos X para el diagnostico. Los antibióticos iban ganando la guerra contra la enfermedad y todos los esfuerzos de la investigación científica iba encaminada a encontrar una “píldora para cada problema”. Existía un concepto muy exitoso sobre la bioenergética, pero se hallaba completamente circunscripto al estudio de reacciones bioquímicas y la manera de almacenar y liberar energía metabólica por pare de las moléculas.

Burr estaba convencido que todas las criaturas vivientes desde los ratones hasta los humanos, desde las semillas a los arboles, están formadas con campos que pueden medirse con detectores comunes y que estos campos son la huella básica de toda criatura viviente.

Durante el periodo de Burr investigaba los campos energéticos, la mayoría de los biólogos y físicos tenían la certeza de que las nociones sobre la terapia energética y la fuerza de la vida eran una completa tontería. Las experiencias de practicantes y pacientes sobre terapias energéticas eran desechadas asegurando que estos pacientes eran victimas de superchería, ilusión, engaño, falsedad charlatanería o el efecto placebo. Los científicos pudieron decir con seguridad que todo campo energético alrededor de un organismo esta demasiado lejos para poder detectarlo. Si este campo existiera no tendría significado en la biología. La sanación con los campos energéticos era una fantasía y toda noción de que la luz podría emitirse por el cuerpo era absurda.

Los descubrimientos de Burr se anticiparon a muchos de los avances que se están llevando a cabo en todo el mundo.

Los campos en el diagnostico

El empleo de los campos para diagnosticar se basa en la premisa de que todo proceso fisiológico en el cuerpo tiene una contraparte eléctrica. Burr decía que “Todo exceso de acción, todo cambio en el estado físico del protoplasma de un órgano o de cualquier área en el embrión o en le huevo, produce una perturbación eléctrica”.

No solo todo lo que le sucede al cuerpo, sea normal o patológico, produce cambios eléctricos, sino que también provoca alteraciones en los campos magnéticos, en el espacios alrededor del cuerpo.

Detección temprana del cáncer

Otra polémica área de investigacióntiene que ver con la detección del cáncer. Burr estaba convencido de que las enfermedades se manifiestan en el campo energético antes que los síntomas de la patología, como ser los tumores. Su teoría era que si el campo energético perturbado podía detectarse y restablecerse para volver a la normalidad, la patología podría evitarse.

En 1936, Burr y sus colegas iniciaron una serie de estudios sobre la relación entre los campos eléctricos y el cáncer, comenzando con tumores de mama en ratones. Se detectaron grandes cambios de voltaje con los electrodos colocados en el pecho antes de que los tumores aparecieran.

Parte de la tarea de investigación mas importante sobre el papel que desempeñan los campos energéticos en la salud y la enfermedad, proviene de los estudios basados en la teoría y practica de la acupuntura. Es una lastima que su trabajo haya sido ignorado por los investigadores biomédicos a causa del escepticismo sobre la existencia de los meridanos y puntos de acupuntura. De esta manera valiosas percepciones sobre la energía han sido excluidas durante mucho tiempo, de la corriente principal del pensamiento medico.

La electricidad del corazón

Reconocemos distintas formas de energía, la electricidad, magnetismo, calor, luz, electromagnetismo, energía cinética del movimiento, sonido, gravedad, vibración, energía elástica, etc. Pero es probable que exista algún principio fundamental que subyace en estas formas diferentes de energía.

Albert Einstein dedico las ultimas décadas de si vida a una infructuosa búsqueda de un común denominador o de eso escondido en lo profundo que seguro hay detrás de las diversas formas de energía, en un determinado nivel esencial aun no sabemos con exactitud que son la electricidad y el magnetismo.

Una ley basada en la física establece que cuando una corriente eléctrica fluye a través de un conductor, se crea un campo magnético en el espacio circundante este fenómeno fue descubierto por Oersted en 1820 y basándose en este descubrimiento predijeron que la electricidad del corazón debería crear magnetismo. En 1963 utilizaron un par de bobinas de dos millones de vueltas sobre el pecho, para detectar el campo magnético del a actividad del musculo cardiaco, se eligió este porque produce la actividad eléctrica y magnética mas fuerte de un tejido en le cuerpo. Un descubrimiento en la física cuántica condujo a desarrollo de instrumentos que pueden trazar un mapa de los campos energéticos de cuerpo humano con una sensibilidad y precisión única por ejemplo hay aparatos que pueden detectar el campo del corazón una distancia de mas de cuatro metros de cuerpo. Por ejemplo los SQUID (Superconducting Quantum Interference Device) que ahora se utilizan en los laboratorios de investigación medica en todo el mundo para trazar el mapa de los campos diamagnéticos producidos por los procesos fisiológicos dentro del cuerpo humano y para monitorear las fluctuaciones momento a momento de la tierra.

Electricidad y magnetismo del cerebro

Algunos años después se anunció que también podían registrarse campos eléctricos mucho más pequeños desde el cerebro, empleando electrodos adosados al cuero cabelludo. Con algunos refinamientos, los registros (que se conocieron con el nombre de electroencefalogramas) se convirtieron en un método de diagnóstico común en la neurología, sirviendo de índice para la salud y la enfermedad en el cerebro.

Dado que las primeras