La moda en la era de la Globalizacion

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La cadena de tiendas de moda Zara es considerada hoy en día como una de las más exitosas dentro de la industria de la moda, habiendo alcanzado un gran crecimiento a lo largo de los años. La ubicación estratégica de sus más de 1.500 tiendas en más de 70 países, demuestran que las fronteras nacionales no han representado un obstáculo para el desarrollo de esta empresa española. Zara se insertó en la industria de la moda con un enfoque diferente, cuyo objetivo era satisfacer la creciente demanda de los compradores por adquirir aquellos productos que siguieran las últimas tendencias del mercado, ofreciendo los mismos a un precio accesible.

Esta empresa no solo es un ejemplo de expansión sino también de la flexibilidad para el control de puntos de venta en distintos países y además de la segmentación de mercados que es tan importante para una empresa emergente, otra de las características del sistema de la producción textil es la diversificación de la oferta en función de las características del mercado. Se trata de una estrategia que aplican muchas firmas y que ha favorecido la expansión en los últimos años. Aquellas sociedades que no producen para un mercado segmentado acaban en la quiebra esto nos lleva a entenderé otro concepto que es el marketing de nicho, este surgió en los años ochenta y consiste en producir para un mercado de consumidores muy bien definidos según distintas variables, como la identidad, la edad, el capital económico y el gusto, entre otras. Los nichos de mercado son agrupaciones afectivas que nacen a través de ámbitos compartidos: códigos simbólicos, el adorno personal, el gusto, etc. En España, el grupo Inditex fue una de las primeras firmas en usarla.

El conocimiento de las preferencias de los consumidores se obtiene de 3 maneras:

1. A partir de las pasarelas internacionales y los grandes diseñadores.

2. A través de los equipos que recorren los ambientes frecuentados por los consumidores potenciales que actualmente se les conoce como “Cazadores de tendencias” o “Coolhunters” y es un empleo formal y muy reconocido.

3. Información que transmiten los vendedores de las tiendas o los puntos de venta.

Toda esta información se procesa y se envía a los departamentos de diseño y de allí a la producción. Esto permite conocer, en tiempo real, los artículos, las tallas, los diseños, los colores más solicitados y adaptar el producto a la demanda real. El crecimiento del consumo y la fragmentación de los gustos han alterado el modo en que se produce, se distribuye, se comercializa y se vende la moda. Esto ha servido para crear significados en torno a los artículos, hasta el punto de que lo que se consume es la imagen, no el objeto en sí, es decir, cuando compramos ropa o algún producto de marca no es tanto lo material o que tanto es funcional el artículo, sino que compramos aceptación social, autoestima, estatus, reconocimiento, y hasta felicidad.

A medida que las sociedades en que vivimos sufren profundas transformaciones nos está obligando a realizar una redefinición de aspectos íntimos y personales de nuestras vidas como la familia, los roles de género, la sexualidad, la identidad personal, nuestras interacciones con los demás, la idea que tenemos de nosotros mismos y de nuestras conexiones con el resto de las personas se está alterando profundamente a través de la globalización. En las sociedades actuales, los individuos tienen más oportunidades que antes para configurar su propia vida. Hubo un tiempo en el que la tradición y la costumbre ejercían una acusada influencia en la vida de las personas. Factores como la clase social, el género e incluso la religión podrían clasificarnos en ciertos aspectos sociales estos códigos sociales que antes guiaban las opciones y las actividades de las personas se han relajado, la identidad tradicional se está opacando y surgen nuevas formas.

La globalización nos está obligando a vivir de una forma más abierta, esto significa que estamos constantemente respondiendo al entorno cambiante que nos rodea y ajustándonos a él. Incluso las pequeñas opciones que tomamos en nuestra vida cotidiana (lo que nos ponemos, cómo empleamos el tiempo libre, de qué manera cuidamos la salud y el cuerpo) forman parte de un proceso continuado de creación y recreación de nuestra propia identidad.

Como conclusión el desarrollo del mercado mundial tiene consecuencias importantísimas para las culturas, las identidades y los modos de vida. La globalización está acompañada de olas de transformación cultural, se trata de la creación de símbolos culturales y de una nueva realidad en donde cada persona es más consciente de sí mismo, lo que incluye la propia imagen y poder actuar sobre ella, y donde la vestimenta y la moda nos abre nuevas posibilidades para enmarcar el individualismo, aunque sean temporales pero al mismo tiempo, a través de esto se crea la posibilidad de compartir identidades con personas que están alejadas y que son consumidoras de las mismas cosas.

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