La mujer del moñito.

...

Isabela: ¿Aprendiste todo eso en tu noble corazón?

Samurai: 5 años pasaron y le pregunte al maestro si ya había aprendido todo. Pero el maestro me dijo que no, que ahora debía salir al mundo durante otros 5 años para olvidar lo aprendido.

(Exclamaciones de todas)

Longobardo: Pero si olvidas todo, nada serás.

Eduviges: Viene otra invitada.

Isabela: ¿Quién es?

(Ifigenia entra perdida)

Eduviges: Ifigenia una hermosa gitana, mira su cabello rubio como el trigo, sus ojos azules como el lago de Constanza.

(ENTRA, misteriosa, perdida, mira a todos largamente)

IFIGENIA: Los gitanos , mi sra, somos los miembros de un pueblo nómada, Se cree que somos originarios del norte de la India, pero ahora vivimos en todos los continentes, sobre todo en Europa

Longobardo: Es pálida y leve. Parece hecha de aire, dicen que el emperador Carlomagno está enamorado de ella. (Saca la espada) Un amor extraño…

Ifigenia: Él era ya un hombre viejo y yo apenas, una muchacha, apenas me vio, se enamoró perdidamente y olvidó pronto sus deberes de soberano. Los nobles de la corte estaban muy preocupados porque nada interesaba ya a Carlomagno.

Ni dinero.

Ni caza.

Ni guerra.

Ni batallas.

Eduviges: Si, conozco la historia, Los nobles de la Corte, y el Arzobispo del Imperio, sospechaban de un encantamiento… Por el bellísimo anillo que tiene en su mano.

Longobardo: El azul de esa piedra me trae recuerdos del lago de Constanza y del mar distante. Dicen que es mágico.

IFGENIA vivimos de la adivinación.

La lectura de la palma es generalmente la primera habilidad de adivinación que una madre gitana enseña a sus hijos.

Puedo leer tu mano dominante, interpretar su tamaño, forma y las líneas que cruzan a través de ella. Esto revela los rasgos de tu carácter, puedo tener visiones sobre la vida, el amor y la longevidad. ..

Puedo ver tu pasado y presente.

Longobardo: turbadora revelación¡¡¡…Dime , bella Ifigenia, como estará el campo de batalla de silecia?

Ifigenia: AAAAA GENERAL¡¡ Sólo quieres saber si el triunfo trascenderá en tu vida, pero oscuras premociones siento en mi corazón …

Una turbulencia balancea las barcazas

La luz pinta el aire

De amarillos y están cerradas

Las viejas puertas

Nadie pescará en las góndolas lúgubres.

En el puente de Canal REGIO

Ni las de lujo ni el vaporetto

Solo pequeñas barcazas han pasado la noche entre los palos

Allá al fondo, un hombre barre

La fondamenta de la calardia.

El resto nada.

(Se ríe)

Isabella: Malos presagios, vuelve Ifigenia, a caminar descalza, junto al LAGO DE CONSTANZA.

Eduviges: Pasemos al entretenimiento , ¡esto es una fiesta¿, ven a divertirnos con tus ocurrencias , ¡arlequína.¡

Flor: Había

Había una vez

Había una vez un perro

Había una vez un perro viejo

Había una vez un perro viejo y torcido

Había una vez un perro viejo y torcido que

Había una vez un perro viejo y torcido que lloraba

Había una vez un perro viejo y torcido que lloraba a mares

A mares lloraba el perro viejo y torcido que una vez había

Lloraba torcido y viejo el perro porque no había mares

Torcido el perro aquella vez lloraba porque no había

Lloraba a mares ese perro porque estaba torcido

Torcido y viejo llorando aquella vez a mares

El perro que lloraba a mares aquella vez

Lloraba como un viejo que está torcido

El viejo perro y torcido lloraba ¿ves?

Lloraba como un perro esa vez

Y había un perro también

Que lloraba en el mar

Lloraba o no sé qué

Y había también

Una historia

Esa vez

Eduviges: Entra una cortesana

Longobardo: Tiene un vestido de terciopelo apretado hasta la cintura y un falda levantada con enaguas de almidón.

Isabela: La cortesana es joven y hermosa.

Eduviges: Y a diferencia de las otras mujeres, no lleva joyas sino apenas una cinta negra.

Longobardo: La cinta negra que remata en un moño a mitad del cuello.

Isabela: ¡Que inicie el baile! Ghuta enamóranos con tu música.

Sofia dorotea: (buscar lo que dice Ghuta)

(Longobardo cruza el salón y la invita a bailar) Todos bailan

Risas, confidencias, mazurcas. Ella giraba