La política exterior: una aproximación a la inversión extranjera directa en el sector petrolero colombiano

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Actualmente hay aproximadamente 392 campos de producción en Colombia, pero de ellos solo 162 son comerciales, siendo entre ellos los más importantes el rubiales, Castilla y Quifa, que juntos aportan más del 30% de la producción nacional. Cabe anotar que todos los derechos sobre la producción son para el contratista, después de pagar unas regalías.

El comportamiento de la producción de petróleo a partir de los 90 ha ido en aumento lento e intermitente hasta que llegó a 1999 año en el que se logró un gran aumento de la producción como se evidencia en los datos presentados por Fedesarrollo y la AHN, este fenómeno se ha presentado gracias a dos factores, uno es “la escalada en los precios internacionales del crudo durante la primera década del milenio, y los efectos de las reformas internas del sector que le han permitido mantener niveles de inversión en exploración y producción (E&P) adecuados.” (FEDESARROLLO, 2015)

Esta escalada fue tan significativa que la cotización internacional de WTI pasó de USD$20 por barril en enero de 2002 a USD$105 por barril en junio de 2014, sin embargo, en los últimos tiempos por procesos internacionales ha disminuido el precio del crudo, lo que ha afectado al sector. No obstante, se ha atribuido la caída de la producción en el año 2014 a los bloqueos de las comunidades indígenas al oleoducto Caño Limón – Coveñas y a las alteraciones del orden público que obligaron al cierre de varios campos (Rodríguez Uribe, 2014)

Estos movimientos en lo petrolero en lo nacional e internacional, ubicaron al petróleo en Colombia como un activo representante de su economía, podría decirse que el hidrocarburo es la base de la economía del país, de acuerdo a los informes del Banco de la República, el aporte petrolero de acuerdo al DANE representó al PIB del país aproximadamente 27.000 Miles de millones de pesos constantes de 2005 en el año 2015, una cifra significativa, no hay duda que la renta petrolera es un gran aporte a las cuentas

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estatales y al sistema de regalías del país, de acuerdo al informe estadístico petrolero (IEP) de la Asociación Colombiana de petróleo como se muestra en la gráfica #2.

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Gráfica 2 Fuente: ACP

Colombia planea su economía mayoritariamente en función de los ingresos petroleros, a pesar de basar su economía en el recurso fósil, sus niveles de reservas, producción y exportación no pueden competir con los grandes actores del petróleo internacionalmente. “Si bien no se puede hablar de Colombia como un gran productor de crudo en el contexto internacional (…) la producción de petróleo resulta estratégica por su participación en el producto interno bruto (PIB), en las cuentas externas y en los ingresos fiscales.” (López, 2013)

El aumento de la participación del PIB petrolero en el total hasta alcanzar el 5% y el peso que hoy tienen las exportaciones de petróleo en el total exportado (49% del valor total exportado en 2011), son indicadores reveladores de la importancia que ha adquirido ese sector en la economía colombiana. Su conexión con el resto de la economía se da a través de diferentes canales y su desempeño: i) afecta las cuentas del gobierno porque genera ingresos tributarios, regalías, utilidades (Ecopetrol), ii) las cuentas externas, especialmente las exportaciones, importaciones, renta factorial, los flujos de IED y la disponibilidad de divisas en el mercado

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cambiario, iii) e indirectamente a otros sectores por medio de los encadenamientos productivos que tiene ese producto. (López, 2013)

Por esta razón, Colombia toma el activo petrolero y busca potenciarlo a través de la institucionalidad, al establecer unas condiciones competitivas frente a otros países de la región con capacidad petrolera, buscando así atraer la inversión extranjera directa, cabe resaltar que la competitividad que promueve el país se ha desarrollado a través de un proceso histórico de mejoras e incentivos para invertir en el país.

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Gráfica # 3 Historia del petróleo en Colombia. Fuente: ANH

Desde 1980, el Estado colombiano se empezó a interesar por atraer la mirada de extranjeros para que invirtieran en el mismo, desde entonces el sector de explotación minera y petrolera fueron los que mayor IED obtuvieron, sin embargo en el primer periodo

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de la IED, que el Banco de la República clasifica de 1980 a 1992, no fue resaltable debido a la legislación vigente sobre sustitución de importaciones, “que veía a la IED como un atentado a la soberanía nacional, afectaba el poder de negociación del país e impulsaba la creación de monopolios.” (Garavito, Iregui, & Ramírez , 2012)

De 1993 a 2004, la IED se caracterizó por la diversificación de los capitales, sin embargo, el sector minero y de petróleo siguió siendo el principal, cabe anotar que el nivel de IED en este periodo logró aportar porcentajes dentro del PIB considerables si se comparan con el periodo inmediatamente anterior, alcanzando 5% del PIB en 1995. Este incremento en la IED se le atribuye principalmente a un nuevo modelo de desarrollo que incluyó la apertura económica, una política de privatizaciones y la flexibilización del mercado laboral, entre otras reformas estructurales.

Por último, de 2004 a la actualidad la IED se ha comportado en forma creciente, se consolidaron las inversiones en algunos sectores y se tornaron dinámicos los flujos de capital hacia el petróleo y minería por lo tanto se vio un aumento en los capitales destinados a tales sectores debido al aumento de rentabilidad en estas, “en el caso del sector petrolero, dado el escenario de agotamiento de reservas y posible desabastecimiento de crudo de principios de la década pasada, se implementaron reformas en la estructura tributaria (impuestos y regalías) e institucional que han hecho más atractivo este sector para los inversionistas extranjeros.” (Garavito, Iregui, & Ramírez, 2012)

De igual manera, las condiciones que ha proporcionado el Estado Colombiano para los inversionistas extranjeros han presentados variaciones en el tiempo, como