La sociedad en general normalmente habla de la soledad como algo malo

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Pero si vemos la soledad desde su otra perspectiva desde su lado amable, del cual nos quiere ayudar, podemos decir que la soledad incluso es una virtud como lo han venido haciendo las grandes mentes de nuestra historia, como hemos dicho anteriormente los escritores en su gran mayoría necesitan estar solos, el poder tener una conversación con ellos mismos, les ayuda a que sus ideas sean más claras, el estar solos les permite que cualquier idea que tengan no sea interrumpida por algún comentario al azar dicho por alguien más o simplemente el estar en distintas reuniones no le permiten ni siquiera que su mente pueda estar lo totalmente libre para generar una idea que sea digna de llevar al papel. Es por esto que al estar solos pueden desarrollar una y otra vez una idea hasta que consideren que es perfecta; Kafka lo sabía por eso en una de sus cartas a Felice Bauer mujer que amó, le decía.

“No te espera la vida de esa mujer feliz que tú ves caminar ante ti, no te espera la alegre charla, cogidos del brazo, sino una vida monacal al lado de un hombre afligido, triste, callado, descontento, enfermizo, quien –cosa que podría parecerte una locura— está atado con invisibles cadenas a la literatura, y que prorrumpe en gritos cuando uno se acerca a él, porque, según afirma, se tocan sus cadenas.”

Él sabía que necesitaba de esa soledad, y que posiblemente por ese motivo ella tendría que verlo como una persona triste, callada, descontenta; con esto podemos hablar entonces de esas personas que no les afecta el hecho de estar en soledad y que incluso sacan provecho de ella.

A mi parecer cualquier persona que puede tomarse un tiempo para aislarse de sus seres queridos, para reflexionar, ya sea en la toma de una decisión importante en su vida, para desarrollar una idea en un libro como lo hacen los escritores o cualquier otro tipo de aislamiento que conlleve dejar de lado por un tiempo sus seres queridos y de este modo poder estar en contacto con sus pensamientos, tiene un mérito importante porque no solo es el hecho de dejar atrás personas que le quieren sino también el hecho de que se sientes tan confiados y tan seguro de sí mismos que cualquier decisión que tomen en ese tiempo sabrán que es la correcta.

Además la creatividad, la espontaneidad de una idea nace de la soledad, nace de esos momentos en los cuales no estamos en un grupo de personas en la cual nos sentimos limitados a seguir con una determinada conversación que en la mayoría de los casos son solo conversaciones sin un sentido bien definido donde hablamos de todo pero en realidad no estamos diciendo ni haciendo nada que nos pueda ayudar, quiero decir que solo la estamos pasando bien, disfrutando de un momento con nuestros amigos. Esto no pienso que sea malo, incluso disfruto haciéndolo pero soy consciente que no están haciendo nada para desarrollarme como persona y es ahí donde concuerdo con artículos que dicen que las grandes ideas vienen de la soledad porque en esos momentos no nos sentimos limitados y nuestro cerebro puede trabajar libre de complejos y es de allí donde surgen esas ideas originales, innovadoras, que valen la pena; también estoy consciente de que no cualquier persona puede aislarse y decir: “tengo una idea con la cual me volveré millonario”, esa es una cualidad de algunos pocos; pero aun así las personas normales podemos usar esos ratos en los cuales estamos a solas para pensar en cosas que pueden mejorar nuestra vida, reflexionar sobre las cosas que nos están ocurriendo y si son malas como mejorarlas, también para poder compartir un tiempo con nosotros mismos porque necesitamos descansar de lo que nos rodea o solo para hacer algo que nos gusta como ver una película, leer un buen libro, hacer deporte todo este tipo de cosas que cuando hacemos solos disfrutamos.

Para concluir, pienso que la soledad que no elegimos, la que nos llega de golpe, y también la que sufrimos por ser personas tímidas se refleja más fácilmente ante la sociedad, quiero decir que éste tipo se identifica más fácilmente debido a que las personas que sufren este sentimiento prefieren pasar mirando al suelo, no saludar, que de pronto intentar regalar una sonrisa para empezar una conversación con alguien que quiere ayudarles o simplemente saber cómo están. Por este motivo entiendo que la comunidad en general tenga un concepto malo de la soledad y las personas solitarias pero ahora también entiendo que en su gran mayoría estas personas no eligen sentirse así, no eligen ser tímidos y menos perder a alguien querido; pienso también que se les debe dar tiempo, espacio y apoyo si sabes que ésta persona la está pasando mal.

Por el otro lado la soledad que elegimos, es la que debemos de empezar a fomentar, el pasar ratos solos siempre va a ayudarnos a entendernos, si necesitamos de concentración el estar solos siempre será una ayuda, en soledad es cuando podemos disfrutar de nosotros mismos de sentirnos bien de lo que somos sin temor a ser juzgados, la soledad es una gran compañera cuando eres tu quien la elige a ella, además nunca te va a interrumpir ni te va a hacer sentir mal contigo mismo, incluso es en esos momentos cuando estamos a solas donde nuestra autoestima se eleva pues pensamos en tantas cosas que somos capaces de hacer que nos sentimos superiores a los demás, el cual en definitiva será un sentimiento agradable a quien no le gusta ser el mejor en lo que hace. Muy importante es que la soledad no te cause miedo y menos que se vuelva en una experiencia que no disfrutes, trata de que se vuelva una experiencia enriquecedora hazlo en un lugar donde te sientas cómodo y sin el temor de ser señalado pues ese espacio, ese tiempo lo escoges tú y es para liberarnos de cargas o simplemente para pasar un rato agradable con nosotros mismos disfrutar de cosas que nos gustan de una manera más personal.

Como dice el profesor de literatura en referencia a otros temas, me gustaría hacerlo refiriéndome a la soledad. “La soledad es tu amiga, quiérela, la soledad es tu apa”

Bibliografía

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Simon Aliendres. (2015). La literatura y la soledad. 25 de septiembre del 2016, de Simon Aliendres Leon Sitio web: