Las posiciones metodológicas de Hegel y Marx

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Después de establecer la contradicción comienza el análisis separado de los aspectos opuestos que la constituyen. El método dialectico, sostiene Hegel, no es nada distinto de su objeto y de su contenido, puesto que es el contenido, en si la dialectico que el mismo tiene en sí, que lo mueve hacia adelante. Hegel pretenderá precisar los momentos fundamentales del proceso dialectico en cuanto proceso de resolución de los opuestos y determinar la función específicamente dialéctica de la antítesis. La determinación negativa es al mismo tiempo la determinación mediadora la diferencia de los términos que ella plantea implica necesariamente su relación y es por consiguiente condición de posibilidad de su resolución.

La negatividad es la fuente intrínseca de toda actividad. Se alcanza esta resolución con el segundo negativo, el negativo del negativo, que en cuanto tal constituye el tercer momento del proceso dialectico, el momento de la síntesis.

- Tesis: afirmación

- La antítesis: negación de la afirmación

- Síntesis : negación de la negación

- Se retorna a una tesis pero esta se enriquece

En Marx también se plantea que el comienzo de la oposición es la esencia de la dialéctica. El punto común de referencia del término dialéctica en sus distintas acepciones se da siempre por una situación de oposición, de antítesis de antinomia, de contraste, que debe ser resuelta.

Las otras dos leyes que se plantean, si bien se refiere a una situación de oposición, conciben no obstante la oposición otra ley al mismo problema nos da soluciones distintas. Bobi sostiene que la acción reciproca conduce a mantener a ambos términos del contraste a considerarlos recíprocamente.

De todos modos, el análisis abstracto de la relación de producción en general con el consumo en general no constituye, en sentido estricto, una teoría económica, sino que forma parte la metodología económica. La dialéctica se vuelve interna al contenido de la teoría solo en el momento en que permite pensar tal o cual relación concreta histórica y determinada.

A su vez, los dos métodos, dialectico y abstracto – deductivo, se articulan uno sobre otro, en la medida que se dirigen al mismo objeto. Los dos métodos son internos y complementarios entre sí, porque ambos estudian la misma realidad, de carácter dinámica. El método abstracto deductivo clarifica las estructuras del sistema y elabora sus categorías; el método dialectico revela el modo de crecimiento del sistema, pero ambos resultan inseparables en este específico proceso de conocimiento que Marx desarrolla en el capital.

La comprensión y la racionalidad

Habermas y la teoría de la acción comunicativa

La comprensión tiene que ser entendida como experiencia comunicativa. La comprensión de significado focaliza en el contenido semántico del discurso, pero también en el significado contenido en formas escritas de expresión o en sistemas de signos no lingüísticos, en tantos esos significados pueden en principio ser preocupados por el discurso. Habermas quiere probar la afirmación de que con el acceso, de comprensión, al ámbito de la acción social, se plantea ineludiblemente la problemática de la racionalidad. Para cumplir tal exigencia de objetividad habría que demostrar que la estructura racional interna de los procesos de entendimiento posee en un determinado sentido una validez universal.

Habermas afirma que los procesos de entendimiento tienen como meta un consenso que descansa en el reconocimiento intersubjetivo de pretensiones de validez. En la acción comunicativa el comienzo de la interacción se hace depende de que los participantes puedan ponerse de acuerdo en un enjuiciamiento intersubjetivamente valido de sus relaciones con el mundo. Según este modelo de acción, la interacción solo pueden