Libro medicacion intravenosa.
Enviado por poland6525 • 25 de Marzo de 2018 • 2.235 Palabras (9 Páginas) • 284 Visitas
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- Valore el dolor, incluyendo localización, intensidad (escala de dolor estándar).
- Controlar la eficacia de los analgésicos.
- Notificar los cambios al proveedor de asistencia médica primaria.
Es bien importante de que si hay una ausencia de alivio del dolor o un cambio de localización, gravedad o tipo de dolor puede ser indicio de dispersión de la infección, formación de un absceso u otra complicación de la peritonitis.
- Coloque al paciente en posición de Fowler o semi-Fowler con las rodillas y las piernas elevadas. (Esta postura reduce la tensión sobre las estructuras abdominales y facilita la respiración).
- Administre analgésicos según se haya prescrito, en función de pautas de rutina o mediante analgesia controlada por el paciente (ACP). (La administración de rutina mantiene un nivel sanguíneo terapéutico y ayuda a que el paciente se encuentre mejor, facilitando además la cicatrización y el movimiento).
- Asistir e instruir al paciente sobre otras técnicas de tratamiento del dolor, tales como meditación, visualización, masaje y relajación progresiva. (Estas medidas complementarias incrementan la analgesia y ayudan a crear una sensación de control sobre el dolor).
En la peritonitis, cantidades significativas de líquidos pasan a la cavidad abdominal y el intestino, reduciéndose el volumen vascular y el gasto cardíaco. Este líquido también puede perderse por succión intestinal o a través de drenajes dispuestos en el abdomen durante la cirugía. Una incisión es también causa de pérdida de líquidos adicional.
Se debe Mantener un registro preciso de ingesta y eliminación de líquidos.
- El o la enfermera debe medir la eliminación de orina cada 1 o 2 horas y notificar las mediciones de menos de 30 mL/h.
- También debe medir la eliminación al menos cada 4 horas.
(Los registros de ingesta y eliminación ofrecen una valiosa información sobre el estado de volumen de líquidos.)
El profesional de enfermeria debe estar consciente de que una eliminación de orina de menos de 30 mL/h es indicio de hipovolemia, disminución del gasto cardíaco o deterioro de la permisión de los tejidos. Y es por esto que el Enfermeros/as debe de:
- Controlar constantemente los vitales y parámetros hemodinámicos, tales como presión venosa central, gasto cardíaco y presiones arteriales pulmonares cada hora o según lo haya indicado el médico. (Estas mediciones ofrecen importante información sobre líquidos y volúmenes vasculares, así como sobre el estado cardiovascular.)
- Pesar al paciente a diario. (El peso es un preciso indicador del estado de fluidos. Las ganancias o pérdidas rápidas de peso reflejan los cambios en el volumen de líquidos).
- Valorar la turgencia, el color y la temperatura de la piel y el estado de las membranas mucosas, al menos cada 8 horas. (Una piel caliente, seca y poco turgente y unas membranas brillantes son signo de deshidratación).
- Medir o valorar las pérdidas del líquido a través de drenajes abdominales y en los vendajes. (Pueden perderse cantidades significativas de líquido exudativo).
- Monitorear los valores de laboratorio, incluyendo hemoglobina y hematocrito, peso específico de la orina, osmolaridad y electrólitos séricos, y gasometría arterial y Notificar los cambios al médico. (Los resultados de laboratorio ofrecen información sobre el estado de líquidos y electrólitos y sobre el equilibro acidobásico.)
- Administrar líquidos y electrólitos según se haya indicado. (El drenaje gastrointestinal puede ser reemplazado mililitro a mililitro por una solución electrolítica equilibrada. (Los líquidos intravenosos son necesarios para satisfacer las necesidades de ingesta líquida diaria, al igual que la reposición de pérdidas de agua y electrólitos).
- Procurar que el paciente mantenga un adecuado cuidado de la piel y a higiene oral frecuente. (La pérdida de líquidos aumenta el riesgo de discontinuidad de la piel y de ulceración de las membranas mucosas.)
La cirugía repetida, una incisión no suturada y la presencia de drenajes son factores que condicionan la integridad de la piel y la primera línea de defensa del organismo contra las infecciones. Por otra parte, las defensas inmunitarias se ven atacadas por la infección y la potencial malnutrición. Como consecuencia de ello, el riesgo de mala cicatrización y de reinfección se ve incrementado. Para evitar eso se debe:
- Monitorear la temperatura, el pulso y los posibles signos localizados de infección, tales como enrojecimiento e hinchazón en torno a las incisiones y los puntos de drenaje, el aumento o la presencia de pus en los drenajes, y la orina turbia o con mal olor. (El deterioro de las defensas aumenta el riesgo de extensión de la infección o de infecciones no relacionadas con el proceso.)
- Obtener cultivos de los drenajes purulentos de cualquier localización. (La identificación temprana de cualquier infección adicional permite ganar tiempo para su tratamiento.)
- Controlar el recuento de leucocitos y el diferencial, las proteínas séricas y la albúmina. (Un aumento de los leucocitos con un alto porcentaje de células inmaduras en la sangre es indicio de infección y de respuesta inmunitaria normal. La albúmina sérica y los niveles de proteínas son indicadores tanto del estado nutricional como de la función inmunitaria).
- Proceder a una minuciosa higiene de manos y utilizar la precaución estándar en todo momento. (El lavado de manos reduce la presencia transitoria de bacterias en la piel y es el principal método de control de infecciones.) (Las precauciones estándar reducen el riesgo de contagio de la infección al paciente o procedente de este).
- Utilizar técnicas estrictamente asépticas para los cambios de vendajes, cuidado de las heridas e irrigaciones. (La afectación de la barrera protectora de la piel aumenta el riesgo de contaminación y, en consecuencia, el de infección.)
- Mantener un adecuado estado nutricional y de equilibrio de líquidos mediante nutrición enteral o parenteral, en función de lo indicado. (Una nutrición y un equilibrio líquido adecuados son necesarios para la consecución de una función óptima del sistema inmunitario.)
Por otro lado es importante saber que una infección aguda como la peritonitis produce una respuesta al estrés con exceso de gasto de energía y pérdida de proteínas
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