Los movimientos sociales como los partidos políticos casi siempre tienen como fin generar un cambio

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Por otro lado los partidos políticos tienen un moderno lazo con la democracia. En un principio, la democracia actual tuvo sus inicios sin la asistencia de partidos así como hoy se conoce. Una vez que los partidos se manifestaron y se fortalecieron, consiguieron un lazo íntimo con la democracia representativa, a punto tal que hoy no se imagina la misma sin la presencia y la intervención de los partidos políticos.

En la sociedad actual y democrática los partidos políticos ponen una serie de papeles fundamentales para la sociedad y para el estado. Solo referirse a su significativa ayuda a los procesos electorales y a la incorporación de las sociedades de comisión y de gobierno, en que los partidos son interpretes elementales, a la socialización política, a la construcción de la opinión pública, o a la actividad de la doctrina de partidos que propone a la ciudadanía varias opciones de proyectos y programas políticos, mientras que permite una actividad institucional de carga y contracarga necesario a la vida democrática. En la democracia liberal, los partidos cumplen funciones particulares de las que carecen en los sistemas no democráticos. El funcionamiento de los partidos en las democracias han sido clasificadas atendiendo a dos puntos claves: lo social y lo institucional.

Actualmente, el desempeño social de los partidos ha crecido importantemente por el papel de los medios de comunicación distinto a los partidos. Los medios partidistas tienen una apresurada presencia, los ciudadanos y algunas veces los mismos miembros quieren una información menos ideológica. Las fundaciones de estudio ganan cada vez más aceptación, la investigación y documentación de los partidos también. Gran parte de la llamada crisis de los partidos tiene que ver con la actual debilidad de su función socializadora, pues ello se interpreta como una incapacidad para unirse con las aspiraciones y los intereses de la sociedad. Los partidos ejercen una importante labor en esta función legalizadora, por una parte, tienen una función elemental en la creación de los organismos del estado por medio de las elecciones y, por otra, son puntos de discusión y debate, además de que cuando consiguen el poder por el camino electoral tienen un deber señalado hacia los ciudadanos que consta de no cancelar los procedimientos y las instituciones democráticas, así como la de cuidar el respeto de los derechos fundamentales.

La elección de superiores, la organización de las selecciones, el desarrollo y construcción de las primordiales entidades del estado, son funciones institucionales de los partidos que ocupan más a la organización política que a la social. Son cargos imprescindibles para la incorporación de los organismos del estado, por ende, para la existencia de la organización estatal y del Estado de derecho.

Habiendo tres funciones institucionales:

La primera es la incorporación y la elección de gobernantes, cumple a la los requerimientos que tiene cualquier sociedad, los de contar con un grupo dirigente que se ocupe de la cosa pública, es decir, de la administración de las cuestiones comunes.

La segunda es la de regularizas elecciones. Comprende la influencia de los partidos en el desarrollo del estatuto electoral, su rol en todas las fases o procesos electorales y el hecho de ser los principales beneficiarios del resultado electoral.

La tercera es su rol en la estructuración y construcción de los poderes públicos, principalmente del poder legislativo. Los candidatos ganadores de los partidos componen las cámaras y conforman grupos parlamentarios, igualmente, ocupan las diferentes retribuciones y estructuras del congreso. En el caso del poder ejecutivo, y más aún en aquellos países donde no existe un servicio civil de carrera, los partidos triunfantes llenan casi en su totalidad los cargos públicos.

Cuando se trata del tema de construcción de la paz según algunas fuertes se dice que “Estas iniciativas pueden llegar a ser una molestia para los diferentes actores de un conflicto armado y situarse en el epicentro de sus continuas agresiones. A pesar de ello, desde diferentes sectores políticos y académicos opuestos coinciden que la escala local y regional juega y jugará un papel fundamental en la construcción de la paz en países en conflicto armado. Efectivamente, estas iniciativas protagonizan la búsqueda de una nueva institucionalidad pública y comunitaria desde la reconciliación que las hace convertirse en un referente de reconstrucción política, social y económica en un deseable escenario post-conflicto.” Y que “La implementación del acuerdo final contribuirá a la ampliación y profundización de la democracia en cuanto se dejarán las armas y la violencia como método de acción político para pasar a un escenario de democracia con garantías plenas para abrir nuevos espacios para la participación”