MANEJO Y UTILIZACIÓN DE PASTOS Y FORRAJES

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Las plantas así pastoreadas habrán consumido gran parte de sus carbohidratos de reserva en producir ese rebrote y no se les permite llegar a su llamarada de crecimiento, y menos a acumular reservas de nuevo, razón por la cual su crecimiento y rebrotación subsecuentes se verán considerablemente mermadas, lo cual determinará una baja productividad y menos vigorosidad para competir con otras plantas.

El periodo de ocupación en un sistema rotacional de pastoreo está íntimamente asociado con el periodo de descanso que debe dársele a un pasto y al número de potreros que tenga el sistema. Mayor número de potreros significa una inversión considerable en cercas, lo cual deberá analizarse detenidamente, pues con ganado de baja a mediana productividad, lo más probable es que no se justifique esa gran división de área; muy diferente será cuando se tenga animales de alto mérito genético, y el pasto sea de excelente calidad, situación que demandará de mayor grado de división.

Así como existe un momento en que el pasto está listo para ser pastoreado, hay un margen máximo de utilización el cual no se debe rebasar, si se desea el aprovechamiento máximo del potencial productivo de la planta.

TERCERA LEY.

Es necesario ayudar a los animales de exigencias alimenticias más elevadas para que puedan cosechar la mayor cantidad de pasto y que éste sea se la mejor calidad posible. Al dividir el hato en varios grupos de vacas u meterlos en un potrero en orden sucesivo, las que entran de primero, al tener mayor disponibilidad y mejor calidad de pasto a consumir, podrán producir más leche. El segundo grupo tiene menos posibilidades, pues hay menos disponibilidad, consume forraje que previamente ha sido consumido selectivamente, y por ende es de menor calidad nutricional, por tanto producirá menos leche. Aún peor es la situación de un tercer grupo, donde a las vacas se les fuerza a realizar un pastoreo más a fondo.

En este sentido hay evidencias en el trópico que muestran que dar ofertas de 35 kg de MS/vaca/día permiten altos consumos de forraje de buena calidad y por consiguiente mayores producciones de leche, si por el contrario se ofertan 15 kg, ello limitará el consumo y la calidad de lo consumido, por ende, la producción de leche (Hernández et al, 1994)

Así mismo, disponibilidades mayores de 3500 kg de MS/ha en cada ciclo de pastoreo, con cargas que no superen 4.4 UA/ha aseguran una oferta suficiente que no limitará el consumo por el ganado y por ende favorecerán a una mayor producción (Gutiérrez, 1993).

CUARTA LEY.

Para que una vaca pueda dar rendimientos regulares es preciso que no permanezca más de tres días en un mismo potrero. Los rendimientos serán máximos si la vaca no permanece más de un día en el mismo potrero.

Cuando las vacas son introducidas a un nuevo potrero todos los días, mantienen muy estable su nivel de producción de leche, mientras que si permanecen por más de tres días, la producción variará considerablemente; el primer día será baja como consecuencia del efecto del último de pastoreo del potrero anterior; de allí se incrementa hasta el tercer día y a partir de este vuelve a declinar.

El efecto del periodo de ocupación de un potrero sobre la variabilidad diaria de la producción de leche tienen otros efectos, los que finalmente se traducen en un descenso más acelerado en la curva de lactancia de las vacas o por un menor crecimiento y engorde más lento de los animales.

La aplicación de las dos últimas leyes lleva a satisfacer necesidades de los animales y con ello, a mejorar su comportamiento productivo. El impacto de su aplicación puede significar a nivel de campo un mejoramiento de un 20 % o tal vez como máximo un 30 % en el rendimiento individual de los animales, no necesariamente en la producción por unidad de superficie, que es otro punto que debe considerarse cuidadosamente.

En ese mismo orden de ideas, si se respetan las dos primeras leyes universales del pastoreo racional, es posible que como mínimo dupliquemos el rendimiento del pasto, lo cual si tiene impacto directo sobre la capacidad de carga animal del sistema y por lo mismo, impactará directamente sobre su productividad.

El rendimiento de un sistema de producción animal, expresado como el producto obtenido por unidad de superficie por unidad de tiempo, es determinado por:

- La producción de nutrimentos por hectárea (u otra unidad de superficie), la que se mide en un sistema de pastoreo a través de la capacidad de carga animal, o en sistemas de base de corte de forraje, por el numero de días/animal que el alimento cosechado puede prodigar como forraje verde, ensilado, heno o guatera.

- La producción diaria de los animales.

Dicho en otras palabras, la cantidad de pasto que se produce por hectárea por día o por año, determina el número de animales que se pueden mantener por hectárea diariamente o bien durante un año; estos animales pueden ser vacas lecheras, novillos o toretes en engorde, una crianza o un hato de doble propósito, con inventarios integrados por animales de diferentes categorías, cada una de las cuales hacen su aporte a la productividad del sistema.

Por otra parte, los animales con cierto potencial genético, a al consumir un forraje determinado valor nutricional, manifiestan su comportamiento que estará en función de la cantidad consumida de alimento y su calidad, lo que simultáneamente depende de la disponibilidad de pasto, la presión de pastoreo ejercida (carga animal asignada) y de otros factores asociados con el animal y con el medio ambiente.

DEFINICIONES IMPORTANTES.

Pastoreo Racional. El cual para algunos puede significar-- Pastoreo Rotacional—lo que es un error muy grande. El pastoreo racional implica ejecutar un buen sistema de pastoreo, es decir respetando las leyes universales del pastoreo dándoles a las plantas el manejo idóneo que les corresponde, asignándoles una carga animal en función de la disponibilidad del pasto en los potreros, ajustar la carga animal y la presión de pastoreo de acuerdo a la época del año, Interrumpir el pastoreo durante la estación en que el pasto no crece, etc. En pocas palabras equivale a darle a los pastos un manejo que respete la racionalidad de las leyes naturales y del comportamiento de las plantas y los animales.

Presión de Pastoreo. Para algunos autores. Es le número de animales por unidad de forraje disponible, lo que significa que si dos áreas tienen la misma carga animal, pueden estar pastoreadas bajo distintas