Medea: Una mujer de nuestro tiempo ¿Víctima o asesina?.

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Analizando el caso de Medea en la actualidad se puede ver que es un ejemplo de filicidio con dos causas, la primera fue para vengarse de Jasón por su infidelidad y la segunda fue altruista, porque quería evitar que otros los mataran como forma de vengar los crímenes que ella cometió; desde un punto de vista más profundo se puede decir que todo lo que le pasó a Medea (el engaño de Jasón, la indiferencia, el abandono, el estar en una tierra extraña) le pudieron haber provocado un desequilibrio emocional que pudo haber comenzado desde que asesinó a su hermano y traicionó a su padre, a lo que Jasón no le prestó mucha atención y aún así decidió casarse con ella, dándose cuenta de su error demasiado tarde.

Un caso de una “Medea moderna” es el de Andrea Yates, una estadounidense que ahogó a sus hijos en una bañera, esto ocurrió en la ciudad de Houston, Texas, en 2001, este caso llamó mucho la atención, no sólo por la muerte de los niños, sino por todo el contexto social y psicológico que rodeaba a la madre.

Aunque este crimen no ocurrió por las mismas razones que el de Medea tiene algunas similitudes; comenzaré explicando el caso y después analizaré las causas: Andrea vivía una vida normal, estudió enfermería y se casó con Russell Yates en 1993, ambos tenían creencias religiosas muy arraigadas y decidieron tener todos los hijos que Dios les mandara, después de tener a su primer hijo comenzó con la alucinación recurrente en la que asesinaba a su niño, no fue hasta que tuvo a su cuarto hijo cuando fue internada en un hospital psiquiátrico debido a que había intentado suicidarse con una sobredosis de sedantes, estuvo en la clínica hasta que fue estabilizada y la dieron de alta porque su seguro ya no cubría el tratamiento en el hospital, le prescribieron antidepresivos pero ella no los tomó, después intentó suicidarse nuevamente con un cuchillo, ya que la voz que escuchaba le decía que lo hiciera, el doctor recomendó terapia electroconvulsiva pero su familia no aceptó, así que le recetó varios medicamentos incluyendo un antipsicótico; las medicinas empezaron a surtir efecto y su salud mejoró, sin embargo el psiquiatra le recomendó que no tuviera otro hijo, esto con el fin de evitar otra recaída, a pesar de la advertencia, ella y su esposo tuvieron una hija, aunado a esto su padre murió, con esto las alucinaciones y los pensamientos de ella se volvieron más recurrentes; fue internada por tercera vez en una clínica especializada en abuso de sustancias a elección de su esposo, ya que ésta quedaba cerca de su casa, permaneció internada durante 10 días y luego fue dada de alta; al estar en casa, tuvo otra recaída y un día llenó la bañera de agua porque “lo necesitaba”, después el doctor le retiró la medicina antipsicótica y la salud de la madre empeoró aún mas, el esposo pensó en volverle a dar el medicamento pero el doctor dijo que “era una mala medicina”, luego pensó nuevamente en la terapia electroconvulsiva pero el doctor le dijo que sólo era para casos muy severos y le recomendó a Andrea que tuviera “pensamientos positivos”.

Andrea se mostraba retraída y los pensamientos homicidas se hicieron más recurrentes, pensaba que no era una buena madre, que sus hijos estaban “contaminados” y que para salvarlos de “las llamas del infierno” debía sacrificarlos.

Fue hasta la mañana del 20 de junio de 2001 cuando ahogó a sus 5 hijos, Noah de 7 años, John de 5, Paul de 3, Luke de 2 y Mary de 6 meses, después llamó al 911 para reportar el crimen y luego llamó a su esposo, el cual fue de inmediato a su casa pero vio que ya era demasiado tarde.

Si bien el esposo de Andrea Yates no le fue infiel, si mostró cierta indiferencia y abandono al no cuidarla como era debido, ya que se iba a trabajar, dejándola sola al cuidado de los hijos, también otra causa que provocó este lamentable crimen fue la negligencia médica, ya que la psiquiatra Lucy Puryear, de la escuela de medicina de Baylor, menciona que: “Las mujeres que padecen de desórdenes pos-parto pueden ser tratadas y recuperarse”, ella coincide con la psiquiatra Margaret Spinelli, profesora asociada de la Universidad de Columbia, que menciona que estos padecimientos son “predecibles, identificables, tratables y prevenibles”.

Andrea fue condenada a cadena perpetua en Texas con oportunidad de tener libertad condicional hasta el año 2041, sin embargo se sigue disputando si ella cometió este crimen intencionalmente o fue producto de su enfermedad mental, ya que después de que los mató estaba consciente de que lo que había hecho estaba mal y por eso llamó al 911, no obstante en los interrogatorios sus palabras no era coherentes y sólo afirmaba que quería salvar a sus hijos del infierno manifestando que ella estaba poseída por Satán cuando los mató.

Comparando estas dos historias, se puede decir que aunque sucedieron en diferentes circunstancias tiene puntos en común, por ejemplo: Medea sufrió de abandono e indiferencia por parte de Jasón, Andrea Yates también sufrió de la indiferencia y falta de cuidado de Russell, le dejó todo el trabajo de la crianza de los hijos a ella sabiendo que tenía problemas mentales; el segundo punto de comparación es que una de las razones principales por las que Medea mató a sus hijos era para evitar que otras personas los mataran en venganza de los actos de ella, mientras que Andrea los mató para que no se fueran al infierno y sus almas pudieran salvarse; el tercer punto de comparación es que Andrea padecía de depresión post-parto que detonó a su vez una psicosis, aunado a un mal diagnostico y un inadecuado tratamiento que la llevaron a cometer este terrible acto, por otra parte, aunque en Medea no se menciona si estaba enferma o no, se puede decir que todo lo que vivió y lo que hizo antes de matar a sus hijos demuestra que no sólo estaba despechada, tal vez sufrió de una especie de depresión o de un desequilibrio emocional, que al no ser tratado la llevó a matar a Glauce, Creonte y a sus propios hijos.

Aunque es difícil, se puede decir que si se puede prevenir el filicidio, con especial atención psicológica a las mujeres embarazadas, a las madres con hijos pequeños y a las parejas que están en un proceso de divorcio, ya que estas personas son las más vulnerables a cometer este tipo de actos, también no se debe subestimar cualquier pensamiento que tenga la madre o el padre sobre los hijos, como fue en el caso de Andrea Yates que no le prestaron la atención debida y por eso su situación terminó de manera fatal.

Como conclusión puedo decir que si bien el filicidio sigue siendo una problemática que afecta a nuestra sociedad, también cabe mencionar que afortunadamente se están haciendo muchos