Mi Historia resumen.

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Ella era Jonatic, el era Rockero. Dos mundos algo diferentes.

Recordó que muchas personas intentaban separarlos, recordó los insultos que recibió por estar con él, por haber sido su novia, por haberlo amado.

Se pregunto si ahora esas personas estarían felices al ver su propósito realizado. No dejo de pensar en eso durante varios días.

Una tarde, cuando pensó que todo estaba mejor, su corazón se hizo trizas. Como un vidrio que se rompe al golpearlo violentamente.

El ya amaba a alguien más. Y ese alguien no era ella. Vagamente recordó un día, cuando estaban juntos, lo vio con alguien más.

La realidad la golpeo. El la había engañado. Se sintió tonta por haber confiado en el. Lloro. Lloro desde el fondo de su corazón que ahora estaba más vacio que nunca.

Huyo de su casa, buscando consuelo. Buscando consuelo en su amiga.

Quiso odiarlo. No pudo. Camino por la lluvia, las lágrimas cubriendo sus mejillas, más nadie lo noto.

Su amiga la llevo a un lugar donde pensó que estaría mejor. Los brazos de su amigo. Él no le brindo el apoyo que ella creía que le daría.

Eso la hizo llorar más. Se sintió sola. Perdida en un mundo que ella desconocía.

Días enteros pensó en ello, lo vio pasar varias veces con su nuevo amor. Ellos se veían, pero solo eso. Nunca más se saludaron. Ella ya no confiaba en nadie.

Les hizo creer a todos que estaba bien. Todos se lo creyeron. Pensó que sabía actuar bien.

Cada noche recordaba todas sus palabras y se preguntaba cuántas de ellas eran ciertas. Cuantas una mentira bien elaborada.

Ella lo supo. Sin él estaba peor que antes.

“odiaría que me vieras sin maquillaje” recordó que dijo ella. “tú eres hermosa sin el” recordó sus palabras. Mentía también en eso? Ella no lo sabía.

Iba al colegio. Pero ella se sentía vacía. Se preguntaba si el alguna vez la amo tanto como decía. Eso la atormentaba.

Quería hacerle daño, no podía. Lo amaba tanto que hacerle daño, le dolía a ella.

Lo veía desde lejos, diciéndose a si misma que estaría bien. Ella encontraría a alguien más.

La reconformaba saber que en unas semanas más, no lo volvería a ver. Pero el pensamiento hacia que corazón doliese.

Encontró la forma de acercarse con él. Su amigo. Fue una mala idea. Ella lo sabía. Pero quería estar de algún modo cerca de él.

No podía odiarlo. “lo extraño” se decía ella. “no puedo olvidarte” decía mientras veía una foto de él.

Envidiaba a su nuevo amor. Él le decía todo lo que ella deseaba escuchar. La envidiaba porque podía estar con él. Sin malos comentarios.

Su amor tenía su edad “perfecta para él” se decía ella constantemente. Su corazón dolía.

Pensó en la única forma en la que podía estar siempre con él. Una fotografía.

Tienen una foto juntos. Están felices. Se ven felices. Ella guarda esa foto con amor.

Ella quisiera herir a alguien, de la misma forma en que la hirieron a ella. No puede hacerlo. Nadie merece el dolor que ella sintió.

Las canciones dedicadas. Las palabras de amor. Los sueños. La vida que ambos imaginaban. Quedaron en el aire. Aun están ahí.

Esta es la historia de un chico y una chica. Ella se enamoro de él. El… ella no sabe si alguna vez la amo. Y tiene miedo de saberlo.

La chica soy yo, tengo 18 años, y el chico es mi ex novio, de 12 años.

Esta es una historia donde una chica conoce a un chico. Donde la chica se enamora por primera vez. Pero hay algo que los separa, su diferencia de edad.

Ella estaba con un chico que la quería, cuando lo conoció, pero ella no a él, no como él quería que lo quiera. “No puedes estar con alguien a quien ves como amigo” le decían.

Ella le conto a ese chico todo lo que pasaba con su nuevo “amigo”, le dijo “síguele el juego” ella lo hizo. No debió hacerlo.

En poco tiempo ella descubrió en ese “amigo” el amor, lo amaba, y él decía que también la amaba a ella. Le creyó.

Entonces ella tomo la decisión de dejar a ese chico, aquel que siempre estaba para ella, que la aguantaba cuando estaba de malas. Ella lo dejo. El sufrió. Ella no.

Ella le dijo el porqué debía terminar con él. “No te amo, te mereces alguien mejor” le dijo. “Si amas algo, déjalo ir” le respondió el. Se despidieron con un abrazo.

El conocía de su nueva relación. De su reemplazo. Le dolió. Pero siguió con la amistad con ella.

Ella fue directo a los brazos del otro chico, que la hacía sentir completa, feliz. Sin querer ella se enamoro al cien por ciento de él. El chico menor que ella. Alguien que conoció por casualidad.

El la cuidaba, la hacía sentir protegida de los fantasmas del pasado.

Ella confió en él, le conto sus miedos de volver a enamorarse. El dijo “Yo nunca te haré daño” ella confió en el.

Era amor, ella lo sabía. Todo su ser rabiaba por él. Y entonces se lo dijo “nunca más quiero guardar lo que siento, te he esperado durante mucho tiempo, te amo”.

Él le respondió “Te amo, nunca te faltaré”.

Ella y él fueron felices. Ella iba a verlo todos los días. Tenía que hacerlo, un minuto con él era mejor que no verlo todo el día.

Y era incluso estúpido decirlo, decir que ella se había enamorado de alguien mucho menor que ella. Pero no le importó, ella era feliz. Aunque a veces sufría por él.

Había días en los que no lo veía, él le decía “Quisiera estar contigo