Motivos que determinan la existencia del delito de feminicidio en México durante la época actual
Enviado por Jillian • 24 de Enero de 2018 • 2.683 Palabras (11 Páginas) • 562 Visitas
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El femicidio representa el extremo de un continuum de terror anti-femenino que incluye una amplia variedad de abusos verbales y físicos, tales como violación, tortura, esclavitud sexual (particularmente por prostitución), abuso sexual infantil incestuoso o extra-familiar, golpizas físicas y emocionales, acoso sexual (por teléfono, en las calles, en la oficina, y en el aula), mutilación genital (clitoridectomías, escisión, infibulaciones), operaciones ginecológicas innecesarias (histerectomías gratuitas), heterosexualidad forzada, esterilización forzada, maternidad forzada (por la criminalización de la contracepción y del aborto), psicocirugía, negación de comida para mujeres en algunas culturas, cirugía plástica, y otras mutilaciones en nombre del embellecimiento.
Ha habido dos tendencias: como femicidio o como feminicidio. La diferencia entre estas dos expresiones ha sido objeto de profunda discusión a nivel latinoamericano, y la mayor parte de las investigaciones sobre este tema en la región dedican un capítulo o sección a la distinción entre ambas, y aún en la actualidad se sostiene que no existe consenso a nivel teórico en cuanto al contenido de cada uno de estos conceptos.
La diferencia entre estos dos términos. En cuanto al femicidio, ha sido definido como la “muerte violenta de mujeres, por el hecho de ser tales” o “asesinato de mujeres por razones asociadas a su género”. La expresión muerte violenta enfatiza la violencia como determinante de la muerte y desde una perspectiva penal incluirían las que resultan de delitos como homicidio simple o calificado (asesinato) o parricidio en los países en que aún existe esta figura. Existen, sin embargo, dentro de quienes utilizan la voz femicidio, posturas más amplias que abarcan situaciones tales como “la mortalidad materna evitable, por aborto inseguro, por cáncer y otras enfermedades femeninas, poco o mal tratadas, y por desnutrición selectiva de género”. Desde esta perspectiva se incluyen en el femicidio las muertes de mujeres provocadas por acciones u omisiones que no necesariamente constituyen delito, básicamente porque carecen en general del elemento subjetivo que requieren los delitos contra la vida la intención de matar a otra persona o son conductas que no pueden ser imputadas a una persona determinada.
Respecto del concepto de feminicidio, existen también diversas aproximaciones. Así, se ha señalado que esta expresión surge a partir de la insuficiencia que tendría la voz femicidio para dar cuenta de dos elementos: la misoginia (odio a las mujeres) presente en estos crímenes y la responsabilidad estatal al favorecer la impunidad de éstos, en cuanto incluye otras conductas delictivas que no necesariamente conducen a la muerte de la mujer, sino a un daño grave en su integridad física, psíquica o sexual.
Un estudios realizado por el (INCAS) Instituto de Estudios del Capital Social, analiza también las causas profundas de la violencia machista y concluye que “pueden señalarse tres componentes estructurales del feminicidio”: la “debilidad del vínculo” en la pareja, las “patologías personales” que afectan a alguno de sus miembros, y el “sistema de creencias” propio de ese núcleo familiar:
Debilidad del vínculo y ruptura
Yendo a los detalles, el estudio del INCAS insiste en que, cuando se habla de las causas del feminicidio, “el primer componente es la debilidad del vínculo, que se deriva en su propensión a la ruptura”.
Así, “el feminicidio de pareja está estrechamente unido a la pareja de hecho, de forma que en éstas se producen nueve veces más casos que en los matrimonios. A menor estabilidad, mayor riesgo de homicidio, y las parejas de hecho son mucho más proclives a la separación que los matrimonios.
Patologías personales y sistema de creencias
“El segundo componente estructural es constante pero poco numeroso: patologías personales”. El estudio del INCAS aclara que este factor “constituye la constante del sistema, y puede estar presente en un máximo de 1 de cada 300.000 vínculos”.
“El tercer componente radicaría en el sistema de creencias, en el sentido de que los católicos practicantes constituirían un factor de protección en relación a la violencia debido a su mayor estabilidad matrimonial y el sistema de valores inscrito en ellos”, destaca el informe.
Numerosidad de la violencia.
Guerrero encabeza la lista de la violencia contra las mujeres, ya en 2012 y 2013 fueron asesinadas 297 y solo 29 casos se han investigado como feminicidio, es decir, únicamente 9.7 por ciento del total.
Por otro lado uno de los estados que evidencia que las herramientas creadas y contenidas para la protección de las mujeres no se utilizan es el Estado de México, donde 56.87 por ciento de las mujeres de 15 años o más sufrió algún tipo de violencia durante su relación de pareja.
Otro de los estados donde según estadísticas del secretario ejecutivo del sistema nacional de seguridad pública, en el año del 2012 se cometieron 1564 violaciones sexuales.
Mientras que en la ciudad de México, la PGJDF a través del centro de atención a víctimas de violencia intrafamiliar, informo que de 2012 al 2013 se cometieron 19745 hechos de violencia contra las mujeres la mayoría de entre 24 y 47 años.
En Ciudad Juárez se denunciaron muchas desapariciones de mujeres, un considerable número de las víctimas eran jóvenes de entre 15 y 25 años y muchas habían sido objeto de violación sexual o golpeadas antes de ser estranguladas o asesinadas a puñaladas
Las circunstancias brutales de muchos de los asesinatos y la inicial actitud de indiferencia y hostilidad de las autoridades locales hacia los familiares de las victimas hicieron que el problema cobrara dimensiones nacionales e internacionales.
Varias hipótesis señalan que detrás de estos crímenes se expresa una posición clasista, racial o misoginia. Numerosas organizaciones civiles y los organismos internacionales que han estudiado el fenómeno han insistido en afirmar que la violencia contra las mujeres ocurre en un contexto de discriminación de género y de relaciones históricamente desiguales entre hombres y mujeres, en un marco social.
• Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el privado.
• Toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de todos los derechos humanos y de las libertades consagradas por los instrumentos regionales e
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