Origen del Comercio.

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control de las rutas de intercambio de bienes como las conchas marinas y las piedras preciosas generó que durante el Epiclásico se desarrollara el militarismo.

Cantona.

Su auge ocurrió entre los años 600 y 800 d.C. Su preponderancia se debió al control y explotación de obsidiana del yacimiento ubicado al norte de la ciudad. Productos terminados y materias primas se exportaban a otras regiones aprovechando el debilitamiento del suministro teotihuacano de obsidiana verde. Así también favoreció a la llegada de bienes exóticos gracias a sus rutas comerciales.

Principales productos de intercambio.

• Cerámica • Cacao • Pieles de animales tropicales • Concha • Turquesa •

• Plumas de Quetzal • Ónix • Obsidiana • Serpentina •

Mercado de Tlatelolco.

Los comerciantes o Pochtecas fueron los verdaderos artífices de la actividad cambiaria durante la época mexica. Trazaron eficientes rutas comerciales que los comunicaban con todos los ricos territorios que componían el Imperio.

Los productos eran destinados a los mercados, se les conocía como tianquiztli, y se regían por sus propias autoridades y cuerpo de vigilancia. En ellos, los vendedores ofrecían varios productos a los compradores, que los adquirían mediante el trueque directo con otros productos.

Se utilizaba el cacao, las hachuelas de cobre y el polvo de oro a manera de moneda.

La moneda mexicana.

Cuando los españoles se establecieron en México después de la caída de Tenochtitlán en 1521, tuvieron que dejar su moneda a un lado para hacer sus transacciones comerciales y utilizar los medios de cambio indígenas, los cuales eran:

• Mantas de algodón.

• Cañones de plumas rellenos de polvo de oro.

• Hachuelas o tajaderas de cobre.

• Granos de cacao utilizados por cuenta o por carga.

El uso del dinero en las transacciones comerciales supuso un gran avance en la economía.

Posteriormente, las necesidades de intercambio crecieron por lo que fue necesario acuñar monedas. El dinero de la época estuvo formado exclusivamente por monedas metálicas fabricadas en oro, plata, y en menor grado, cobre.

El valor nominal de las monedas equivalía al valor al que podía venderse el metal que contenían. Esto permitía que fueran aceptadas como medio de pago.

El descubrimiento de la riqueza minera del nuevo continente cambió las perspectivas coloniales. Muy pronto, el crecimiento de comercio en la Nueva España hizo necesario el establecimiento de una Casa de Moneda.

Para el local se eligió la parte trasera de las casas de Moctezuma, que ya eran propiedad de Hernán Cortés.

Las primeras monedas que circularon durante la Colonia fueron las cuartillas, los medios reales, los sencillos y los reales de a dos, de a tres y de a cuatro; todas ellas fabricadas en plata.

El comercio de la Nueva España y la Independencia.

El comercio de la Nueva España estaba principalmente basado en la exportación de plata, que era prácticamente el único producto mexicano exportado en grandes cantidades. Este sistema comercial mono-exportador duró por muchos años, incluso después de que México consiguió la independencia de España en 1821.

Durante varios años, la Nueva España importó productos de lujo como seda y especias de China e India, a cambio de plata. Sin embargo esa conexión se perdió algunos años después.

La guerra de la Independencia afectó por completo la economía de la Nueva España. Una de las causas fue que los caminos se volvieron muy peligrosos por la presencia de las partidas insurgentes. La plata se transportaba desde las minas hasta la Casa de Moneda de México para ser acuñada. Los capitalistas, en su mayoría criollos o peninsulares, optaron por enviar sus riquezas al exterior para evitar exponerlas.

Los bandos insurgentes se vieron obligados a emitir su propia moneda para solventar el costo de la guerra. Estas piezas a veces se acuñaban en Casas de Moneda provisionales y otras en talleres improvisados.

Como resultado, México enfrentó una ruptura en sus incipientes relaciones comerciales con Europa. Sin embargo, hacia el final del mismo siglo, México renovó el comercio con varios países europeos, como Gran Bretaña y, en menor grado, con Francia.

Comercio mexicano en la Actualidad.

En la década de 1870, empezó a comerciar con Alemania, poco después de que ese país europeo fue constituido.

A pesar de ser vecinos, México no tuvo una relación de comercio intensa con los EE.UU. durante la mayor parte del Siglo XIX. Un enorme desierto separaba ambos países y no había medios de transporte para cerrar esa brecha. Sin embargo, ese aislamiento terminó en la década de 1880 con la puesta en marcha del ferrocarril que conectó el centro de México con sus ciudades fronterizas y dio acceso a las líneas del ferrocarril de los EE.UU.

Durante las siguientes seis décadas, las exportaciones mexicanas empezaron a diversificarse. La plata ya no era más el único producto exportado en grandes cantidades. El país también empezó a exportar productos agrícolas y otras clases de metales, inicialmente cobre y plomo y después zinc y oro.

Veinte años después, durante la década de 1950, México entró en una fase de industrialización sobre la base del modelo de sustitución de importaciones. Aumentó los aranceles, aislando la economía mexicana del resto del mundo. El comercio exterior disminuyó en importancia en el Producto Interno Bruto (PIB) del país.

En 1994, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entró en vigor entre México, los EE.UU. y Canadá, lo cual detonó las exportaciones e importaciones. Durante los años siguientes, México ha firmado una serie de tratados comerciales bilaterales y regionales, llegando a un total de 49 socios comerciales.

México cuenta ahora con la décima industria automotriz a nivel mundial, con una producción de 1.5 millones de vehículos. También tiene una industria electrónica, farmacéutica y química muy importante, entre muchas otras industrias de alto valor agregado.