PUNTO DE VISTA SOCIAL EN CONTRA DE LA PIRATERÍA.

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La piratería destruye los cimientos de las empresas culturales locales e influye de manera negativa en sus relaciones con los asociados extranjeros. Además socava la industria legal, que no puede competir de manera justa con los bajos precios derivados de la actividad ilícita, de esa manera obstaculiza no solo el desarrollo de las industrias culturales, sino también en desarrollo económico en general, ya que las empresas no pueden crecer y extenderse de manera sostenible.

Las inversiones en el sector cultural de un país pueden ser importantes y duraderas cuando los inversores encuentran un sistema adecuado de derecho de autor, así como un verdadero respeto del mismo, si falta una variable de esta fórmula el país pierde la capacidad de atraer esas inversiones y desarrollar sus propias industrias culturales junto con los beneficios complementarios del aumento de oportunidades de empleo, creación de riqueza e ingresos fiscales.

PUNTO DE VISTA PSICOLÓGICO EN CONTRA DE LA PIRATERÍA

La piratería además de ser un mal social y económico, impacta psicológicamente a los individuos involucrados. Una persona busca vivir de sus obras (artísticas, tecnológicas, etc) puede sentirse menospreciado ya que su creatividad no está siendo valorada por los clientes que prefieren adquirir una copia barata sin considerar lo que están agrediendo económicamente. Pongamos como ejemplo un cantante mexicano, cuya carrera apenas empieza en una industria donde el talento se mide con el número de discos vendidos y en un país donde la piratería vive a la luz del día: Su primer material discográfico sale a la luz y vende “N” número de originales, al público le gusta, sin embargo la distribución de copias piratas no refleja la aceptación real de la gente hacia ese artista cuyo fracaso es inminente; El mismo cantante se compara con intérpretes de otros países e incluso con homólogos de tiempos anteriores cuyas ventas rompieron records mundiales y se siente obviamente inferior y menos talentoso, no contempla que en otros países la reglamentación protege real y drásticamente los derechos de autor y que años atrás la tecnología aun no creaba tantas copias piratas como para minimizar las reproducciones originales de los artistas contemporáneos y en consecuencia se desanima a seguir creando.