Plasticidad Neuronal. Causas del daño cerebral

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Parkinson: es un trastorno motor que ocurre en la edad madura y el envejecimiento, los síntomas iniciales son moderados, talvez un ligero temblor o rigidez en los dedos. Los síntomas más frecuentes del verdadero trastorno son: temblor que se intensifica durante la inactividad, pero no se da durante el movimiento voluntario o el sueño; rigidez muscular; dificultad para iniciar los movimientos; lentud de movimientos. No se asocia con demencia. La enfermedad se relaciona con la degeneración de las sustancias negras (núcleo del mesencéfalo).

Corea de Huntington: Al igual que la enfermedad de Parkinson, este es un trastorno motor progresivo propio del final de la vida adulta y de la vejez, pero a diferencia de la de Parkinson es poco frecuente, tiene un marcado carácter genético y se asocia con demencia grave. No hay cura, se transmite de una generación a otra a través de un único gen dominante.

Esclerosis Múltiple: es una enfermedad progresiva que afecta a la mielina de los axones, ataca por lo general a adultos jóvenes, primero se producen aras microscópicas de degeneración en las vainas de mielina, pero acaban de deteriorase tanto la mielina como los axones asociados. En resumen quiere decir que el sistema inmunitario ataca una parte del organismo como si fuera una sustancia extraña.

Alzheimer: Es la causa más habitual de demencia, es una enfermedad progresiva, se caracteriza por una disminución de la memoria.

El daño del sistema nervioso puede desencadenar cuatro respuestas de neuroplasticidad:

- Degeneración: método para el estudio controlado de las respuestas de las neuronas al año es seccionar sus axones.

- Regeneración: es el nuevo crecimiento de las neuronas dañadas.

- Reorganización: quiere decir que se conserva la capacidad de reorganizarse en respuesta de lesiones.

- Recuperación de la función: se da muy poco ya que se sabe poco acerca de ello, la primera es que resulta difícil llevar a cabo experimentos controlados de pacientes lesionados cerebrales. La segunda es que el daño del sistema nervioso puede ser el resultado de una serie de cambios compensadores que pueden confundirse fácilmente con la auténtica recuperación de la función.

Plasticidad neural:

El estudio de la neuroplasticidad constituye actualmente una de las áreas más activas y apasionantes de la investigación en neurociencia.

CONCLUSION

El concepto de plasticidad cerebral evidencia su enorme importancia en el campo de la rehabilitación neurológica. Sin embargo, aún es necesario continuar con estudios multidisciplinarios para fortalecer el concepto y para desarrollar una adecuada esencia conceptual del término y favorecer el desarrollo de metodologías que permitan obtener un máximo de recuperación. Aunque la recuperación espontánea ocurre es necesario que se establezcan programas específicos de manera individual para lograr una mejor rehabilitación.

Entendemos por plasticidad cerebral la capacidad de las células nerviosas para regenerarse anatómica y funcionalmente, como consecuencia de estimulaciones ambientales. El objetivo es conseguir una mejorar adaptación funcional al medio ambiente. El cerebro produce respuestas más complejas en cuanto los estímulos ambientales son más exigentes. Para ello, el cerebro tiene una reserva numérica de neuronas considerable para modular tanto la entrada de la información como la complejidad de las respuestas.

Esto acarrea el desarrollo de una intrincada red de circuitos neuronales que necesitan de grandes concentraciones de neuronas capaces de ajustar las nuevas entradas de la información y reajustar sus conexiones sinápticas (enlaces neuronales). También, de almacenar los recuerdos, interpretar y emitir respuestas eficientes ante cualquier estímulo o generar nuevos aprendizajes.