Psicología comparada.Cuestiones básicas

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En conclusión, el objeto de estudio de la Psicología Comparada es el que pertenece a la evolución del animal y ser humano, tanto en el aspecto filogenético como en la importancia de adaptación de una especie, y el progreso que tiene una especie tanto en el factor ontogenético como en su historia con respecto a su conducta.

REPRESENTANTES DE LA PSICOLOGÍA COMPARADA

Desde la antigüedad se puede apreciar diferentes ideas respecto a la mente animal, como se encuentra en el “Parva Naturalia” de Aristóteles, pero no es sino a partir de Charles Darwin que se genera un mayor interés respecto a la mente animal.

CHARLES DARWIN

Es sin dudarlo unos de los personajes que más trascendencia han dejado para el avance científico. Nació 1825(universidad de Edimburgo- Medicina), Cambridge (Sacerdocio), H.M.S BEAGLE (Naturista, viaje científico, 5 años), ¨El origen de las especies como selección natural¨. Contempla la mente animal como objeto de estudio, La conducta ¨Origen del hombre ¨

Aportaciones

Emociones: Sufrimiento, ansiedad, pena, desesperación, alegría, amor, buen humor. Negativas: odio, cólera, desprecio, orgullo y miedo o asombro, Elementos primarios buscar puntos en relación con las especies. Emociones básicas, El miedo es una de las más extendidas porque ayuda a la supervivencia del individuo, emociones sofisticadas, evolucionadas solo por las criaturas que han avanzado más que las demás. Hombre proviene de una forma inferior junto con el mono proceden de un antepasado en común y realiza una comparación huesos, esqueleto, músculos, nervios, vísceras, órganos y cerebro. No existe mayor diferencia en cuanto de hombre y mamíferos (facultades mentales y emocionales). “La expresión de las emociones en el hombre y en los animales” donde utiliza la biología comparativa (Monos).

“Recordad que Darwin ha sido denominado el iniciador de esta rama de la Psicología, tanto por sus ideas de la continuidad mental animal-hombre, como por la publicación en 1872 de su libro La expresión de las emociones en el hombre y en los animales. Sin embargo el primer paso importante en el desarrollo de la Psicología animal lo llevo a cabo George John Romanes (1848-1894), un amigo y seguidor de Darwin y de la Psicología asociacionista” (Sáiz, Sáiz, & Casa, 2002).

GEORGE JOHN ROMANES

Romanes quería comprobar que la inteligencia o a su vez el comportamiento inteligente no era solo de los seres humanos por lo que recopilo información variada. Su técnica de trabajo se basó en la observación que para esa época era la más utilizada por los científicos. En el año de 1882 publica su obra titulada “Inteligencia Animal” siendo este el primer ejemplar escrito sobre Psicología Comparada. En este texto se presenta una innumerable cantidad de información acerca del comportamiento en los animales, estableciendo así bases para la relación de hombre y animal.

Trabajo con distintos tipos de animales como la medusa estudiando el sistema nervioso y locomotor, hasta entonces no se sabía que las medusas contaban con un tejido nervioso que les hacía reaccionar a los estímulos. Descubrió que poseían ganglios nerviosos que controlaban los movimientos de contracción, dando así un avance de qué estos debían constituir una red. Este descubrimiento seria en el futuro muy importante para investigaciones en cuanto a sinapsis.

Al recopilar tanta información dio paso a lo que se llamaría el “método anecdótico”, que como su nombre lo indica es información proveniente de viajeros, en la daba por cierta lo que obviamente en el futuro trajo consigo errores, ya que no podía ser comprobada. Posteriormente algunas de sus observaciones realizadas entraron en tema de disputa pues dio demasiadas atribuciones a distintas capacidades animales. Utilizo también la llamada introspección analógica que hablaba de ponerse en el lugar de las distintas especies para poder descifrar sus acciones.

Se generó un fuerte antropomorfismo, que acabo invalidando muchos resultados obtenidos, pues los animales terminaban con un comportamiento parecido a la de los seres humanos, porque su comportamiento se interpreta dando claves psicológicas humanas.

Como menciona Burgos: “Si un gato conseguía abrir una puerta, Romanes lo explicaba afirmando que había observado a los dueños y les había imitado (pero sin aportar ninguna confirmación científica de esta tesis)” (Burgos, 2014).

Las ideas de Romanes sufrieron una fuerte crítica por el antropomorfismo y anecdotismo que llevaban consigo. Como Sáiz ha mencionado con anterioridad: “por ello no es de extrañar que surgieran voces que intentaran paliar los defectos del sistema interpretativo de este autor. Uno de los primeros en reconocer los peligros de este enfoque de la inicial Psicología Comparada fue Lloyd Morgan” (Sáiz, Sáiz, & Casa, 2002).

LLOYD MORGAN

Nació en Londres el 6 de febrero de 1852, asistió a la Escuelas Real de Minas y posterior a esta a la Universidad de Bristol, consiguiendo doctorados en ciencia y ley. Posterior a esto trabajo en la Universidad de Bristol como profesor de geología y zoología. Fue también uno de los pioneros de la Psicología Comparada, sus estudios se basaron en la investigación a la conducta animal por medio de la observación.

Morgan se dedicó al estudio de la conducta heredada en donde decía que el aprendizaje se da mediante ensayo y error, aunque también afirmo que esta se puede adquirir mediante la imitación de ciertos patrones de conducta, ya que lo único que los animales heredaban era la respuesta hacia los estímulos que se les presentaban.

Su explicación sobre como su perro llamado Tony de raza foxterrier aprendió abrir la puerta del jardín para poder salir a la calle. Morgan relato que se podían decir diferentes teorías sobre como su perro había aprendido a abrir la puerta, pero que la sabia como había sucedido exactamente, ya que el mismo lo había observado. Un día el pestillo se encontraba pegado a la puerta y hacia afuera, es entonces cuando el perro alzo la cabeza y acciono el pestillo, haciendo que la puerta quede abierta. A partir de ese día el perro se colocaba cerca de la puerta y después de una serie de intentos aprendió el punto exacto en donde debía situarse para poder abrirla.

Como señala Burgos: “En definitiva, el perro abrió la puerta por puro accidente, pero luego logro asociar ambas conductas de manera fija y constante” (Burgos, 2014). Este dato obtenido