Publicidad, mujer e igualdad.
Enviado por Eric • 8 de Marzo de 2018 • 1.876 Palabras (8 Páginas) • 423 Visitas
...
Estas situaciones marcan lo que Segato (2003. P116), define como violencia moral, en donde se utiliza un discurso de dominación a fin de ridiculizar a la mujer, que en el caso del programa que nos ocupa, el conductor tiene de hecho el poder y lo utiliza permanentemente para descalificar, humillar y someter al género femenino.
Ha de precisarse que una pregunta válida, es la relativa a la conformidad con que las mujeres participantes del formato aceptan esas situaciones, cuestión no menor, dado que implican una aceptación y permiso para ser violentadas.
Si bien una respuesta desde el común sería “a ellas les gusta”, producto del imaginario, respuesta que remite al sexismo automático (Segato 2003 p 117), puede marcarse que desde otro lugar, las participantes se encuentran entrampadas en la estructura de dominación señalada, por lo que juegan en ellas diversidad de construcciones sociales, que las compelen a definirse desde el lugar que otros les han construido, léase subordinadas, objeto erótico sexual, pasibles de descalificación intelectual, por lo que es muy difícil descentrarse del mismo.
Segato (2003 p 113), marca que este tipo de violencia moral por su invisibilidad y capilaridad es la forma más corriente y eficaz de subordinación y opresión, socialmente aceptada y revalidada.
Ha de precisarse que el ciclo televisivo, coloca a estas mujeres en una posición que implica acceder a determinados beneficios a través de su cuerpo, no siendo esto cuestionable si fuera una real elección, pero, por otro lado debe considerarse que en cierta forma juegan con sus límites y con su vida (cirugías, regímenes, drogas y otras prácticas que las ponen en riesgo), por lo que esta cuestión de dominación y violencia se refuerza, siendo ellas, las que inconscientemente en algunos casos y en otros con plena consciencia, tienden a aceptar esos lugares.
Si bien se ha tomado Showmacht como ejemplo, son varios los formatos que colocan a la mujer en un lugar inferior.
Los programas relativos al mundo del espectáculo, fomentan episodios de violencia hacia la mujer y entre mujeres, descontando que varias vedets eligieron ese escenario para dar cuenta de violencia física por parte de sus parejas, cuestión no menor, dado que desde algún lugar se banaliza el tema, puesto que si bien se trataba con cierta seriedad, todo el entorno y el discurso apuntaba a elevar el nivel de audiencia.
Por otra parte, uno de los conductores de este tipo de formato, en reiteradas oportunidades ha descalificado e insultado abiertamente a mujeres, cuestión que ciertamente es reprobable, pero parece ser que en los medios todo está permitido.
CONSIDERACIONES FINALES
Si se piensa con la naturalidad que es aceptada la dominación masculina ( Bourdieu 1998 en Di Marco 2006 p. 96), y en qué medida las conductas de subordinación por parte de las mujeres se reproducen mecánicamente, es lógico pensar que tanto publicidades como formatos televisivos coloquen “naturalmente” lo femenino como el representante de lo doméstico o como objeto sexual.
Los medios masivos de comunicación, al promover desde distintos espacios imágenes de mujeres reducidas a lo sexual, marcan un camino que en cierta forma habilita a que desde las prácticas sociales se las considere desde ese lugar y por lo tanto pasibles de irrespeto.
Por otra parte, no es un dato menor que los medios producen y reproducen modelos, modas, conductas, mitos, valores, que son asimilados por la audiencia, por lo que puede referirse que operan como agentes multiplicadores.
En este sentido, puede precisarse que, los medios al habilitar formas de violencia de distintos órdenes así como, incentivar la descategorización de las mujeres, posibilitan que en el seno de la sociedad, se refuercen estas conductas, que de hecho se encuentran naturalizadas.
En esta naturalización, la mujer asume su papel de subordinación, producto de un proceso de asimilación de la dominación que se relaciona con la construcción histórica y social de los cuerpos, en donde prima la visión androcéntrica, por lo que si bien existen prácticas consideradas netamente femeninas, las mismas se construyen a partir de la dominación masculina (Maldonado Gómez 2003 p.70).
Ha de precisarse que si bien los movimientos feministas y otras organizaciones sociales, luchan permanentemente denunciando y tratando de revertir esta situación, debe marcarse que desandar las construcciones en las cuales la estructura de dominación se encuentra anclada, es un reto que remite a considerar abrir la discusión en lo público y fundamentalmente trabajar sobre el particular en el área de la educación, ya que es ahí donde, desde algún lugar puede revertirse esta condición.
.
BIBLIOGRAFÍA
Di Marco, Graciela y otros (2005): “Democratización de las familias”. Buenos Aires, UNICEF.
Foucault, Michel (1980): “Microfísica del poder”. Madrid. Ed. La Piqueta
Grimson A. Bidaseca Karina coordinadores (2013):” Hegemonía cultural y políticas de la diferencia”. Buenos Aires: CLACSO
Maldonado Gomez M (2003): “Reseña de la dominación masculina de P Bourdieu”. En Sociedad y Economía. Universidad del Valle Colombia.
Ortner, Sherry B.(2006): “¿Es la mujer con respecto al hombre lo que la naturaleza con respecto a la cultura?”. Pdf. Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales.
Pérez Patricia (2013):” Ampliación de Derechos: ciudadanía y género en disputa. Los derechos humanos como patrimonio de la humanidad”. Aura: Revista de Historia y Teoría del Arte. Universidad Nacional del Centro.
Segato Rita (2003): “Las estructuras elementales de la violencia”. Ed Prometeo.
REFERENCIAS DE PÁGINAS PUBLICITARIAS
https://www.youtube.com/watch?v=thghnYD9Pm0
https://www.youtube.com/watch?v=kVBZEJYMWU8
https://www.youtube.com/watch?v=uAY5bkizacI
---------------------------------------------------------------
...