¿QUE HACE A UN LIDER?

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La autorregulación; Es la capacidad para controlar nuestros impulsos biológicos, que nos hacen prisioneros de nuestros sentimientos, con el fin de no llegar a tomar decisiones apresuradas (pensar antes de actuar) para proporcionar un ambiente de confianza y justicia. La autorregulación también es importante por razones de competitividad, pues son personas totalmente abiertas a los cambios y no entran en pánico cuando se anuncia un nuevo programa.

La motivación, que permite al individuo obtener logros más allá de sus metas. A estas personas les apasiona trabajar, buscar desafíos creativos, adoran aprender y se enorgullecen del trabajo bien hecho, realizan sus labores con entusiasmo empeñándose en hacerlas cada vez mejor. En los momentos desfavorables se sienten impulsadas a cambiar la situación y ven en las derrotas la oportunidad para realizar cambios.

La empatía, representa tener consideración de los sentimientos de los demás junto a otros elementos cuando se toma una decisión. En la actualidad la empatía es un ingrediente importante dentro del liderazgo por al menos tres razones: trabajo en equipo, el rápido ritmo de la globalización y la necesidad de retener al talento.

Por último tenemos las habilidades sociales, que hace referencia a la capacidad para manejar las relaciones con el equipo y la creación de redes sociales. Son buenos persuasores, cualidad que le permite apelar a las emociones para generar cambios dentro de una empresa. Tienen la capacidad para detectar los puntos comunes entre las personas para buscar estrechar lazos. Es la aptitud clave para llegar a ser un líder.

¿La inteligencia emocional se puede aprender? La respuesta es sí. La investigación y la práctica han demostrado que se puede desarrollar, pero el proceso no es fácil. Requiere tiempo y un alto compromiso.

Aunque aún se continúa debatiendo sobre este artículo y sobre la importancia de la inteligencia emocional para los negocios, éste siendo un referente importante sobre la materia dado que detalla cada componente de la inteligencia emocional, cómo reconocerla en líderes potenciales, cómo y por qué se relaciona con el desempeño y de qué forma se puede aprender.

Para nadie es un secreto, que todos los seres humanos poseemos capacidades y conocimientos que nos definen como personas inteligentes, o que algunos tengan un alto coeficiente intelectual, sin embargo, esto no significa que por ello se tenga la certeza de que se es un buen líder. Los líderes innatos son muy pocos, pero muchos podemos tener la capacidad de entrenarnos y desarrollar ciertas habilidades que nos permitan llegar a serlo. La clave consiste en combinar estas habilidades con una alta inteligencia emocional, que nos permita ser equilibrados y asertivos en la toma de decisiones. El tiempo que dediquemos a incorporar hábitos positivos, técnicas y competencias que nos ayuden a desarrollar nuestro máximo potencial para conseguir los mejores resultados, tanto a nivel empresarial como a nivel personal, y si nuestro deseo es firme, solo así, podremos lograrlo.