¿Qué causas originan el Alzheimer y quien es más propenso a adquirirlo?

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La valoración temprana de la enfermedad es muy importante para poder implementar estrategias de estimulación oportunas con el propósito de conservar el mayor tiempo posible la funcionalidad de la persona. Entre esas estrategias destaca el valioso auxilio de centros de ayuda, donde personal capacitado atienda al paciente con Alzheimer que aún conserve cierto grado de funcionalidad en su cerebro y pueda realizar actividades que le permitan mantener por más tiempo sus capacidades.

Sin embargo, se sigue retomando que el Alzheimer y otras formas de demencia deben reconocerse como una prioridad de salud pública nacional e internacional, de modo que los países puedan desarrollar sistemas adecuados de atención a largo plazo, para cuidar de las personas que hoy viven con la enfermedad y para las que lidiaran con ellas en el futuro.

Por lo tanto, no hay ningún tratamiento farmacológico que pueda curar el Alzheimer o revertir su evolución. Los objetivos del tratamiento son: disminuir el progreso de la enfermedad, manejar los síntomas como problemas de comportamiento y modificar el ambiente del hogar para que pueda desempeñar mejor las actividades diarias y apoyar a los miembros de la familia y de las personas que lo cuidan. No obstante, se investigan nuevos métodos de diagnóstico y tratamiento que puedan tener un mayor beneficio sobre la evolución de la enfermedad.

“La rapidez con la cual empeora esta enfermedad es diferente para cada persona. Si el mal de Alzheimer se presenta rápidamente, es más probable que empeore de la misma manera” (Tango,2015; S/P). Con lo anterior damos por referencia a que desafortunadamente, al padecer esta enfermedad desde una edad temprana, hay más probabilidad de que empeore y genere secuelas o daños mayores.

“Los factores de riesgo para esta enfermedad son: presión arterial alta, antecedentes de traumatismo craneal, pertenecer al género femenino, que exista un historial médico de demencia o síndrome de Down, entre otros” (Kantor, 2006; S/P). Es importante tomar en cuenta estos factores de riesgo porque al hacerlo podemos evitar que la enfermedad se presente o incluso podríamos retardar s desarrollo. El hecho de que las mujeres desarrollen con mayor frecuencia el Alzheimer es porque se cree que tienen un periodo de vida prolongado a diferencia de los hombres, lo que significa que llegan a una edad mayor en la que se puede adquirir dicha enfermedad.

Existen algunas medidas que pueden ayudar a prevenir o retardar el comienzo de la enfermedad, esto es manteniendo una dieta baja en grasa, aumentar el consumo de alimentos en ácidos grasos y omega 3, hacer ejercicio, permanecer activo mental y socialmente y prevenir lesiones cerebrales.

Tomando en cuenta la experiencia personal, puedo compartir que la enfermedad del Alzheimer es tanto deprimente como preocupante debido a que la persona que la padece va evolucionando cada día y prácticamente nosotros, como familiares afectados, no podemos hacer mucho al respecto y en muchas ocasiones la familia no apoya lo suficiente. El hecho de saber que esa persona algún día se olvidara completamente de nosotros, realmente desanima, pero de igual forma es lo que nos debe motivar a ofrecerle nuestro cariño y hacerle saber que siempre estaremos con ellos apoyándolos, y no solo decirlo, sino también demostrárselo, no importa cuánto vaya avanzando la enfermedad. La familia es lo único que tenemos.

Aunque la enfermedad del Alzheimer es la demencia más frecuente en la población anciana, su origen aún se desconoce. Se sabe que esta enfermedad no tiene cura conocida hasta el día de hoy, es por ello que su tratamiento se basa sobre todo en mejorar la calidad de vida del enfermo y retrasar el progreso de la enfermedad mediante fármacos. Es importante también destacar el rol que desempeña el apoyo del grupo familiar y la práctica de actividades físicas e intelectuales estimulantes.

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Fuentes de información.

Bibliográficas:

Flint Beal M, Richardson E, Martin J. Enfermedad de Alzheimer y demencias afines. En: Harrison TR. Principios de medicina interna. 14ª edición. México: Editorial Interamericana Mc Graw-Hill, 1998: vol. II: 2613-2616.

Eisendrath S, Lichtmacher J. Trastornos psiquiátricos. Delirio, demencia y otros trastornos cognitivos. En: Tierney L, McPhee S, Papadakis M. Diagnóstico clínico y tratamiento. 41ª edición. México: Editorial El Manual Moderno, 2006: 955-956.

Electrónicas:

Fematt, F. (01 de noviembre de 2013). Enfermedad de Alzheimer y otras causas de demencia en México. Recuperado el 14 de 01 de 2017, de Este País: http://archivo.estepais.com/site/2013/enfermedad-de-alzheimer-y-otras-causas-de-demencia-en-mexico/

Tango, D. (13 de agosto de 2015). Mal de Alzheimer. Recuperado el 14 de 01 de 2017, de Medline Plus información de salud para usted: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000760.htm

http://www.mediclpress.es/esenfermedad-de-alzheimer/