REGENERACIÓN DE VIVIENDAS DE INTERÉS SOCIAL.

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En las primeras décadas del siglo xx los arquitectos se interesaron en el tema y propusieron diseños habitacionales, destinados principalmente a las clases sociales trabajadoras del país, de esta forma se favoreció el aumento de población en los centros históricos de las ciudades y la aparición de nuevos barrios.

Fue en la década de los 40’s y los 50’s con la aparición de las instituciones gubernamentales encargadas de fomentar la producción viviendas cuando se dio una aproximación a la problemática y a la necesidad de satisfacer con grandes cantidades de vivienda a una población carente de recursos que iba en aumento.

Los primeros diseños que se presentaron respondían a ciertos parámetros y necesidades de ese tiempo, siendo un conjunto integral en el que se incluía vivienda, educación, comercio y recreación.

En la década de los 60’s el estado decidió enfrentar el crecimiento económico poblacional y de masivos procesos migratorios, sistematizando una política habitacional a partir de un conjunto de instituciones que se especializaran por sectores para atender las diferentes exigencias que se presentaban.

Fue así como en 1963 surgió el programa financiero de vivienda gracias al incremento del PIB esto permitió la creación del FOVI, institución promotora de la construcción y mejora de la vivienda de interés social para otorgar créditos a través de la banca privada.

En 1972 se constituyó el Instituto del fondo nacional de la vivienda para los trabajadores (INFONAVIT), el cual se convirtió en uno de los más importantes por su capacidad de financiamiento y por la adición al ISSTE por decreto, el fondo de vivienda del ISSTE (FOVISSTE) para otorgar créditos hipotecarios a los trabajadores. Fue alrededor de este tiempo cuando surgieron algunas de las grandes empresas desarrolladoras de vivienda de interés social como SARE y GEO.

En septiembre de 1985 la ciudad de México sufrió el terremoto más grande en sus historias, el siniestro registro 8.1 grados en la escala de Richter provocando desastres a gran escala en la ciudad.

Para combatir esta destrucción se organizó un grupo de trabajo conformado por ingenieros y arquitectos con el fin de comenzar con la reconstrucción en la que se utilizaron nuevas técnicas de construcción y además dio paso a cambiar la idea que se tenía en cuanto a la arquitectura pues fue entonces cuando surgió el tema del funcionalismo.

Sin embargo, la gran cantidad de personas que quedaron sin hogar, así como los inmuebles que presentaban daños permitieron que se construyeran otros tipos de vivienda que satisfacían solo las necesidades del momento.

Durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari se llevaron a cabo importantes modificaciones en cuanto a materia de vivienda y desarrollo urbano.

Se reformaron leyes relacionadas con el suelo dando la oportunidad a ejidatarios de negociar con sus terrenos en forma privada con agentes privados o públicos, Suelo que, al ser adquirido a muy bajo costo por estos grandes agentes, se convirtieron en los desarrollos habitacionales alejados de las ciudades que ahora conocemos.

Este fenómeno que en algún momento presentaba una buena oportunidad con el tiempo se fue transformando. En esa fecha surgieron nuevas empresas que se dedicaron a construir viviendas de carácter social con las mimas características, ocupando esas enromes extensiones de tierra.

Problemas como la nula normativa urbana en la mayoría de estos terrenos, hicieron que se crearan grandes desarrollos sin infraestructura ni servicios, sí, se dio respuesta a la gran demanda de vivienda, pero con un producto poco eficiente y con muchas limitaciones.

En los últimos años los problemas de este gran desarrollo han aumentado sobre todo el crecimiento enorme de la mancha urbana y la carencia de una planeación de esa expansión provoco que el gobierno aprobara nuevos programas con el fin de mejorar la planeación y el control del crecimiento urbano para poder desarrollar mejores proyectos integrales. Sin embargo, hoy en día la mayoría de los proyectos de vivienda social carece de un diseño integral y una planeación urbana previa, provocando una densidad enorme e innecesaria de estas construcciones.

Que al no cumplir con las necesidades y no ofrecer una buena calidad para el usuario terminan en estado de abandono.