REPORTE DE LECTURA 2

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Antes de la y concepción positivista opuesta de la razón y la sinrazón, en la época renacentista y en el medievo ambos términos no estaban separados. Hay una experiencia previa donde razón y locura mantienen una comunicación, forman un continuo, un sentido, a diferencia de la oposición de la experiencia positivista de la locura. Así el autor nos da cuenta de cómo la locura se ha experimentado fuera de sólo una concepción positivista, aparentemente descubierta por la psiquiatría. Ahí es cuando el lenguaje de la psiquiatría, un monólogo como dice el autor tiene lugar, sólo ahí en el silencio del olvido de aquello que alguna vez fue.

Foucault nos plantea entonces tres experiencias históricas de la locura. La primera se da en el renacimiento, donde todavía razón y locura todavía no están separadas pero ahí es posible encontrar elementos donde después en la época clásica ambos conceptos entran a lo que Foucault refiere como el drama de un divorcio, una separación entre ambos términos, segunda experiencia histórica. Ahí en la edad media, es donde se denomina la locura como talo donde aparece la sin-razón, a la vez que la razón occidental, en esa Europa que ve nacer a médicos como Willis y Pinel donde la locura se modifica en su lenguaje. Aparecen hospitales para los alienados, el “gran encierro”, y así aparece un régimen absolutista de la verdad positivista. Con esta separación pasamos a la tercera experiencia, a la que el autor refiere como el idilio de la separación en la época moderna y aquí es donde se pierde el rastro de la separación de opuestos y se formula como ya dado desde siempre. En este sentido Foucault trata de generar un relato del olvido existente en esa separación, y es lo que llama la tragedia de occidente.

Nos muestra entonces un drama existente en occidente cuando se consuma la separación de la razón y la locura. Y ahí es donde occidente tiene lugar.

Como vemos el olvido que se hace de la locura, esa partición entre razón y locura, produce en occidente la separación de la historia y la ausencia de historia. Se separa el sentido del sin sentido y forma constitutivamente el mundo positivista occidental. Con ese olvido, la razón se instaura como posible, sólo ante esa dicotomía, es que puede justificarse la existencia de la misma Sólo en que existe el sin sentido de la locura, es que hay sentido en la razón.