RESUMEN EL ALMA DE LA TOGA QUIÉN ES ABOGADO
Enviado por Ensa05 • 22 de Noviembre de 2018 • 4.948 Palabras (20 Páginas) • 743 Visitas
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Y es que muchas personas esperan contactar en algún momento con su abogado, es decir, que este pueda sentir un poco de su sufrimiento, pero me parece que el abogado debería detenerse a estudiar perfectamente la situación, preocuparse por su cliente sin pasar ese límite en el que todo se vuelve personal, ampararse y hacer buen uso de lo que dicta la norma aplicable.
No es conveniente para el abogado tocar los extremos ni llegar a ser un abogado por dinero ni tampoco caer en no cobrar por la emoción del caso, debe ser ecuánime el letrado, analizar y aconsejar al cliente sobre su caso buscando la justicia.
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EL DESDOBLAMIENTO PSÍQUICO
Es muy interesante el punto que toca el autor, para proceder muchísimo mejor en un caso, es de gran importancia llegar a conectarse con el cliente, para esto, es bueno dejar a un lado nuestros intereses y nuestro bienestar, y ponernos a analizar perfectamente la situación de nuestro cliente, no es cuestión de olvidarse quiénes somos, sino el renunciar a ciertas cosas que podrían interrumpir de nuestro trabajo y utilizar nuestras facultades como buenos abogados.
Sin llegar a perder amistades, dejar de cobrar, debemos entender que cada cliente trae sus problemas a nosotros para encontrar la mejor solución y jamás debemos adentrarnos en los casos más allá de lo que del propio caso podremos hacer y buscando la justicia dentro de las propias leyes.
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LA INDEPENDENCIA
Está claramente establecido que la abogacía se ejerce con libertad pero este a su vez puede ser influenciado por lo que un asesor o algún allegado le sugieran, y es que cuando el autor menciona que es difícil resistirse al llanto de una mujer, o la inclusión de un miembro familiar, estoy de acuerdo total, porque sí, es verdad que la familia es primordial en nuestras vidas, y lo digo yo que amo mi familia con locura, pero cuando ejercemos la abogacía debemos trasladarnos, cuando defendemos a alguien más ya no somos solo nosotros, en nuestro mundo, sino que está en nosotros velar por los mejores intereses de nuestro cliente; claro está sin que esto vaya a opacar nuestra moral y nuestro sentido de la justicia.
Es un dilema bastante grande el aceptar un caso que aunque no nos parezca de lo más justo, pero que será muy bien remunerado "económicamente" hablando, mas debemos poner nuestras prioridades en orden. Porque no es lo mismo decirle a un abogado que tiene 4 hijos, cuya esposa no trabaja y no atiende un caso de hace más de meses que no acepte el caso, pues tiene un deber con su familia de alimentarlos a decirle a uno que atiende 4 casos al mes y no tiene hijos ni está casado; aunque a fin de cuentas queda en la conciencia de cada uno lo que debe hacer.
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EL TRABAJO
La profesión de la abogacía es simplemente maravillosa, puesto que en realidad lo hago porque me parece que es la más culta porque es indispensable saber un poco sobre todo y es eso lo que hace esta profesión, te invita a leer tanto sobre diversos temas, pues cada caso es totalmente diferente y necesita una preparación diferente, realmente está en cada abogado decidir qué clase de abogado quiere ser, porque si bien es cierto que la mayoría de las personas a la hora de buscar un abogado quieren al de más renombre, porque tiene un gran don de la palabra y de persuasión, o porque tiene un currículo sumamente impresionante donde se nota su gran preparación académica, o por su gran sentido de honradez, o simplemente por la cantidad de casos ganados y en último caso por la barato o caro que pueda cobrar.
Éste es un trabajo que necesita de mucha dedicación, esfuerzo y dedicación, pero más que todo necesita ser una profesión que sea amada, involucra muchos sacrificios, como el dedicarle muchísimas de nuestras horas de trabajo cuando deberíamos de dedicarlo al sueño, aunque el autor nos dice que es preferible que le dediquemos las primeras horas de la mañana porque así le entregamos nuestros primeros esfuerzos y no las de la noche en la que simplemente le entregamos los residuos, y vuelvo a decir que esta profesión o se ejerce apasionadamente y con amor o no se ejerce, añadiendo que dichosos son los que tienen la posibilidad de ejercerla, porque no son muchas las profesiones que nos retan tanto como esta, que siempre nos piden más y nos hacen crecer muchísimo como individuos de una sociedad, así como también es de las pocas que nos da muchas satisfacciones.
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LA PALABRA
La palabra es un don del ser humano, que muchos aún no hemos aprendido a utilizar; al mismo tiempo es un arma de doble filo, ya que si no la utilizamos correctamente tanto otras personas como nosotros podemos salir heridos, es cuestión de darle el uso correcto y también el mérito respectivo, pues de no ser por ella muchos de nosotros seriamos salvajes, ateos sin motivo de existencia alguna, ya que gracias a la palabra es que al pasar de los años se fueron difundiendo todas nuestras creencias, explicaciones de existencia, se concretan negociaciones, etc.
El como el autor se expresa sobre el uso de la palabra en la abogacía, nos da a entender, por muy tosco que suene, que sobre todo debemos utilizarla correctamente para la comodidad del juez, puesto que nos dice que debemos ser breves, para que no se aburra porque ya ha escuchado tantos argumentos a lo largo de su vida que si es corto hay más posibilidades que falle a nuestro favor; que hay que ser claros para que hasta el portero nos entienda, además de que el juez esta fatigado y no quiere oír tantos adornos en las historias.
Y de igual forma me parece que Ángel Ossorio es muy asertivo a la hora de explicarnos por decirlo de alguna forma la clave para el buen uso de la palabra, porque si bien es cierto que tanto la cordialidad hacia las otras personas, ya sea el otro abogado, el ministerio público, el afectado o el juez; el uso correcto del léxico, no tan rebuscado pues lo que se intenta es que se entienda lo que queremos transmitir; y la amenidad, pues es muchísimo más agradable escuchar a es apersona que nos habla con calidez y sencillez a la que nos habla de una manera que utilizando muchas palabras que la mayoría de los oyentes ignora que esta diciendo.
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