Relaciones de cooperación de seguridad entre México y Estados Unidos después del 9-11
Enviado por tomas • 8 de Enero de 2019 • 3.181 Palabras (13 Páginas) • 420 Visitas
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¿Qué pasó y en que cambió la relación inmediata con México?
Como al principio el ensayo se señala, en la primera reunión que se tuvo entre Vicente Fox y George Bush, los temas principales que se acordaban para futuras agendas bilaterales eran el comercio, la inmigración, el narcotráfico.
El 6 de septiembre de 2001, 5 días antes de los sucesos mencionados, todo marchaba de acuerdo a la agenda, ambos presidentes tenían una reunión oficial donde el presidente Bush mencionaba que “Estados Unidos no tiene ninguna relación más importante en el mundo que la que tenemos con México"[5]; sin embargo, tras los atentados, el interés estadounidense ya no se centró en cooperar con su vecino del sur. Si bien en los años noventa del siglo XX “no se condicionaban los acuerdos de comercio a los de seguridad, esta situación cambió después del 11 de septiembre de 2001”.[6]
Algo que se considera en este ensayo como una causa del alejamiento de la cooperación en la seguridad migratoria, fueron los problemas que se empezaban a gestar en la Secretaria de Relaciones Exteriores que estaba a cargo de Jorge Castañeda. El secretario mexicano, declaró que México apoyaba la decisión estadounidense de tomar acciones en contra de los responsables de haber causado daño a su país, y que se brindaría el respaldo al gobierno de Bush en el ámbito de cooperación táctica o económica, mas no militar.
Estas declaraciones y la postura que Castañeda tenía con respecto a Estados Unidos, causaría roces entre los demás secretarios e incluso recibiría reclamos de parte de las bancadas de los diputados. Jorge Castañeda renunciaría a su cargo en 2003, y lo ocuparía Luis Ernesto Derbez, un secretario que no estaría fervientemente de acuerdo con las decisiones de intervención americanas. “Estados Unidos seguía con la postura Bush, pegar antes de que te peguen. Conmigo o contra mí”[7].
“Es importante entender que México y Estados Unidos tuvieron que decidir después de esa fecha cuál era la prioridad número uno para cada uno de los países y para la agenda bilateral, ésta prioridad fue el combate contra el terrorismo”[8]. Definidas las bases importantes para ambos países, con claro dominio de parte de Estados Unidos, “se tomaron diversos tratados, uno de ellos fue en 2002 con el plan de acción de la frontera, donde la seguridad al paso de bienes y personas se intensificó”[9].
Estados Unidos comenzó a desplegarse por el mundo, dando armamento a países como Turquía que vendería su apoyo a cambio de la donación de armamento militar aéreo. México no actuó de esa manera; se mantuvo al margen de las decisiones y a la orden de trabajar para encontrar soluciones al conflicto de Iraq. México fue diplomático ante esta situación, el buscar la solución era un objetivo dentro de las Naciones Unidas, pero en la relación bilateral podíamos observar como Estados unidos incrementaba su influencia armamentista dentro y fuera de sí mismos.
En 2005 ocurrieron atentados en el tren de Londres, a raíz de esto, “en México se activó el llamado Plan Centinela, el cual era fuertemente apoyado por Fox”.[10] Este plan consiste en prevenir cualquier acto terrorista que pudiera producirse desde nuestro país. Cabe resaltar la palabra desde, pues con esta descripción podemos observar que el objetivo no era salvaguardar el territorio nacional de ataque terroristas, sino salvaguardar la seguridad estadounidense, evitando que un ataque se produjera dentro de nuestro territorio hacia el suyo. La política antiterrorista de cooperación hacia efecto, y México protegió a Estados Unidos de una forma suave.
Las relaciones entre Estados Unidos y México que se dieron posterior a los ataques terroristas se vieron intensas y no tan firmes.
“México durante el mandato de Vicente Fox se vio forzado a caminar por una cuerda floja entre expresiones de apoyo al país vecino del norte, para la guerra contra el terrorismo y la preferencia de México por la diplomacia y la negociación por encima de la acción militar.”[11]
Calderón, Bush y Obama
El sexenio de Vicente Fox terminó el 30 de noviembre de 2006, con ello dio paso a su sucesor Felipe Calderón. Por parte de Estados Unidos, George Bush había ganado la reelección en 2004.
Con Bush, se había gestado la idea de que el narcotráfico también debía ser considerado de alto impacto en México hacia Estados Unidos, pues “legisladores republicanos reiteraron la posibilidad de que terroristas busquen una alianza con cárteles y aprovechen las vías de trasiego para atentar contra Estados Unidos”.[12] Esto con la construcción de llamados narcotuneles que se estaban dando en la parte norte del país.
En México un suceso nunca antes visto iniciaría con la difícil tarea de combatir el crimen organizado, en cuestión principal, al narcotráfico; esto llevaría un repunte al combate contra la inseguridad. Este tema, el de la inseguridad, fue considerado un asunto muy preocupante para los mexicanos; “de acuerdo a la Consulta Mitofsky, 8 de cada 10 mexicanos lo percibían así; diciendo que la inseguridad era el problema mayor del país”[13]. El ejército mexicano saldría a las calles a combatir el narcotráfico.
En este punto podemos ver como el paradigma de seguridad en México también cambiaria, y para el final del segundo mandato de Bush, observaríamos el apoyo en temas de armamento que Estados Unidos comenzaría a México: La iniciativa Mérida nacería.
Este plan internacional se hizo para la protección de la zona norte del continente con el envío de armamento y equipo logístico miliar a México para combatir el narcotráfico y crimen organizado en la región, “Bush elogió la determinación con que el presidente Calderón ha encabezado la lucha contra la delincuencia, al tiempo que confió que la mencionada iniciativa intensifique el esfuerzo conjunto en ambos lados de la frontera en favor de la seguridad.”[14]
Podemos ver que los elogios, el apoyo y el impulso a las acciones militares de seguridad benefician a ambos países, esto claro, desde la perspectiva de Estados Unidos, pues en México la medida fue duramente criticada.
Para el mandato de Obama que iniciaría en el 2009, los problemas que enfrentarían ambos países seguían siendo el de narcotráfico, el de tráfico de armas, la migración. Nuevamente podemos ver que las relaciones bilaterales se centran en seguridad. México ahora y desde el 2001, se ha visto como una puerta de entrada para amenazas a Estados Unidos.
No podemos negar que en
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