Reporte de investigación. Suicida a Mano.

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pensar cómo puede sentirse alguien en alguna situación de depresión y soledad. Y, por eso, supe que de él debía hacer mi reseña.

Reseña:

A simple vista se podría decir que es tan sólo un dibujo de un hombre aparentando dispararse con su mano, sentado en un cuarto vacío y un montón de burbujas esparcidas por ahí junto a él. Muchos podrían decir: ¿Cuál es el sentido de eso? ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? ¿Por qué está ahí sentado sólo en medio de un cuarto?

El arte hay que aprender a verla desde el punto de vista del autor. Hay que aprender a ver con ojos de artista, “con los ojos del alma”, para poder entender o tratar de entender lo que el artista nos quiere transmitir o lo que intentó plasmar en la obra.

¿Qué es lo que veo yo? Mi interpretación del dibujo es la siguiente:

Está allí, sentado en el suelo sin más nada, mirando a la nada. Se le ve triste y decaído, en su mente mil y un recuerdos que lo atormentan, que le quitan la calma. Él yace ahí, sin esperanza. Ya nada tiene sentido, está tan desesperado, tan harto de todo; quiere terminar con todo, con aquello tan mediocre que lo rodea, pero no puede, no es capaz de hacerlo, no puede terminar con todo eso que lo aplasta, no se atreve a dar el siguiente paso. No puede arrancarse la vida.

Se imagina como podría ser todo si diera el siguiente paso, qué es aquello que va después, ¿Se solucionarían las cosas? ¿Se sentiría mejor? ¿dejarían de atormentarlo las memorias? ¿Todo eso que lo aplasta al fin lo dejaría descansar? Cuan bien se sentiría si tan solo pudiera ser capaz de jalar el gatillo. Pero no, no puede… No puede hacerlo, no tiene con qué. Sólo se queda ahí imaginando como sería, qué sentiría si pudiese hacerlo, cuan maravilloso sería aquel sentimiento, el placer de darse fin y con él, darle fin a todo.

Las burbujas por otra parte representan para mí el éxtasis de terminar con todo, de sentir como se le escapa la vida, como se van desvaneciendo de uno en uno, de a poco en poco todos los pesares, todas las tristezas, todo eso que lo tumba y no lo deja levantarse, lo mágico dentro de todo lo malo, dentro de todo lo “real”, de esa realidad que tanto lo atormenta, que tanto lo abruma. Son la escapatoria a todo aquello, pero para poder escapar debe tomar la decisión, pero que difícil es hacerlo.

Pero, a pesar de todo lo que pasa por su mente, a pesar de todo aquello que aparentemente siente, ahí continúa, sentado, con la mano en la cabeza, viendo como se le escapa la vida, viendo como aumenta el sufrimiento, viendo como su “salida” está tan cerca y a la vez, tan lejos. Pero no lo hará, no se irá, no se dejará llevar por las tristezas de la noche y así prevalecerá, quizá un día, quizá para siempre; continuará así, sentado. Sentado en su soledad, en su depresión, viendo como se le escapan las “burbujas” de la cabeza y no puede hacer nada para detenerlas.

Tal vez las burbujas representan la vida. Así es la vida de efímera como una burbuja. En cualquier momento se puede ponchar y termina. Tan bonita, tan ligera, tan