Resumen del texto “Historia De La Revolución De Haití”
Enviado por Christopher • 14 de Noviembre de 2018 • 12.093 Palabras (49 Páginas) • 367 Visitas
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Todos estos caciques ejercían un poder absoluto sobre sus súbditos. Disponían a su voluntad no solo de los bienes de estos, sino también de vida y opiniones religiosas, haciéndoles creer lo que ellos querían. Raramente había diferencias entre ellos, y únicamente se producían por la caza o la pesca; esos conflictos casi siempre terminaban sin efusión de sangre, ya que sus hábitos y costumbres los inclinaban a vivir en paz.
A fines del mes de noviembre de 1493, llego por segunda vez a las costas de marien el almirante Cristóbal colon, al frente de una flota de diez y siete navíos y 1,500 hombres destinados a la gigantesca empresa de conquistar y colonizar las tierras del Nuevo Mundo.
Los indios no podían durar mucho con estos paternales procedimientos, los negros escaseaban y los artesanos que venían de España, contagiados con el ambiente, dejaban las herramientas para dedicarse a la explotación y exterminio de los pocos indios que iban quedando vivos. El rey de España firmo en Valladolid, 14 de noviembre de 1509, la orden a los oficiales de la contratación de Sevilla de tomar relación de las personas que pasaban a indias, en
Vista de haber sido informado que los artesanos trasladados al Nuevo Mundo.
- Contrabandistas, Filibusteros y Bucaneros
España extendió a las tierras del nuevo mundo su idioma, su religión, sus leyes, su administración. La practica administrativa en la colonización del nuevo mundo, fue un ensayo de asimilación total, con la participación directa de la corona, los reyes católicos, que obtuvieron del papa el patronazgo real de las indias, tal y como la poseían en la península, aseguraron a través de eclesiásticos y misioneros la dominación espiritual de los pueblos sometidos y conquistados. El poder político, después de la renuncia de los sucesores de Cristóbal colon al virreinato único y hereditario concedido por Fernando e Isabel, lo ejerció la corona de castilla por medio del consejo de indias que conocía de los asuntos presentados a sus conocimientos por virreyes, audiencias, gobernadores y capitanes generales. Este consejo, a la vez órgano legislativo, administrativo y judicial, sometía a la aprobación del rey las pragmáticas, ordenanzas y provisiones reales preparados por sus miembros. Tenía un derecho especial de policía general para la vigilancia en el cumplimiento de las disposiciones que dictaba y, particularmente, en los referentes al buen trato de los indios. Igualmente tenía el consejo la alta dirección de las finanzas y del comercio de las indias. En la sala mayor del consejo de indias se reunió, a partir de 1601, la llamada junta de negros que hubo de encargarse de fomentar el tráfico de esclavos.
La monarquía española se reservo el exclusivo dominio político y el contacto comercial con las tierras descubiertas y conquistadas del nuevo mundo. Quiso controlar y monopolizar el comercio y navegación de las indias. En 1503, al crearse la casa de contratación de Sevilla, esta ciudad paso a ser el centro metropolitano de todo el comercio de Ultramar, como único puerto de partida y regreso de flotas y galeones. Sucesivas reales cedulas reglamentaron hasta en los detalles mas mínimos todo el proceso de las relaciones económicas de la metrópoli peninsular y los territorios recién incorporados al dominio de la Corona de Castilla
Los reyes católicos y sus descendientes consideraron estas indias occidentales como patrimonio privado de la Corona de Castilla, dando lugar con ello a que la emigración a estas tierras estuviera limitada a los oriundos de Castilla y León. Más tarde, Fernando extendió el privilegio a los aragoneses y Carlos I a aquellos de sus vasallos flamencos y alemanes –comerciantes y banqueros que, como los fuggers y welsers, gozaron de extraordinarias y jugosas concesiones en el nuevo mundo- que les eran tanto o más apreciados que los españoles. Para contener la creciente despoblación de la española dispuso el rey 1526.
No obstante, seguían considerándose como piratas todos los barcos mercantes extranjeros que los navíos de España sorprendieran en camino de América. En revancha, con la esperanza de arrebatar a España la exclusiva y fructuosa explotación de los tesoros de la recién descubiertas indias, de todos los puertos de Francia, Flandes e Inglaterra salieron millares de aventureros resueltos a participar en el prodigioso botín que representaba el concienzudo saqueo de las riquezas americanas. Y el Caribe se vio inundado de barcos, a ratos piratas y, casi siempre contrabandistas.
“El centro de todo este comercio era la Isla española por dos razones obvias: abundancia de su producción tropical, muy diversificada, y las facilidades extraordinarias que ofrecían al tránsito y estacionamiento de los buques los puertos de la Isla, que no podían vigilar adecuadamente las autoridades españolas. Los contrabandistas eludían, como era de suponerse, los puertos fortificados. En la norte, iban poco a puerto plata, donde había guarnición, pero se aprovechaban los despoblados de la Isabela, manzanillo, bayajá, puerto francés, El Guárico y la tortuga. En el sur hacían comúnmente escala en el gran puerto de Ocoa, si antes no lograban apresar algún cargamento de los que solían salir de los ríos Macorís y soco para santo domingo. En Ocoa no les era posible permanecer largo tiempo porque estaba cerca la mano de la audiencia; pero como la región era rica en ingenios y ganados, aquí hacían trueques abundantes de azúcar y cueros con la gente de Azua. De Ocoa corrían hasta Yaquino, treinta leguas al poniente, en donde más que a trocar se iban a buscar refugio seguro e información sobre los movimientos persecutorios de las armadadillas españolas. La yaguana era el punto crucero, la encrucijada de todo este movimiento marítimo… puerto seguro, asperísimo de todos vientos, ofrecía todas las ventajas a un comercio que nunca fue debidamente vigilado. En llegando al puerto de armada enemiga disparaba una o dos piezas de artillería, para anunciar su presencia, y el aviso iba pasándose de hato en hato hasta llegar a puerto real y a Monte Christi en la banda de norte y a San Juan de la Maguana en la tierra adentro”.
La escuadra inglesa, bajo las órdenes de draque, se presento el 10 de enero de 1586 frente al puerto de santo domingo bombardeando y asaltando la ciudad primada de América. Un esplendido botín ocuparon los británicos al iniciar la histórica serie del gran despojos al Imperio español en sus posesiones ultramarinas, marcando con ello el apogeo de la etapa heroica de la piratería, y el creciente auge del contrabando en todo el Caribe. Todas las diligencias practicadas hasta aquella fecha
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