Revolucion industrial hosbawn.

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En momentos de crisis y guerras, como la revolución estadounidense o las guerras con Francia, el mercado interno sale a relucir y enseña su interrelación con el mercado externo, al presentarse como una opción, un salvador que amortigua el golpe y sirve de sustento a toda esa producción dedicada al comercio exterior.

Por su parte el mercado exterior se fortalece y expande gracias a que no se encuentra sujeto al aumento de la demanda interna, sino que se permite coaptar otros mercados de otros países, de modo que llega a controlarnos, así como también se permite destruir dentro de estos países la competencia, estableciéndose así monopólicamente y articulando las demandas de estos a la producción de su país. Este factor necesita un sustento y un apoyo que lo impulse y lo sostenga, y es allí en donde entra el tercer aspecto fundamental, el gobierno.

El gobierno de Inglaterra, representante de otra de las ventajas que este poseía frente a otros estados, estaba dispuesto a subordinar todas sus funciones políticas en pro de su beneficio económico, de sus fines económicos (Esta política exterior agresiva y monopólica permitió una mayor división del trabajo internacionalmente, llegando a configurar ciertas zonas como solo proveedoras de bienes primarios). Por esta razón, se cataloga dicho gobierno como sistemáticamente agresivo, pues aparte de que impulsaba procesos fuertes de colonización, tenía una tendencia a la guerra, con el fin de debilitar a sus competidores y así establecerse firmemente como un país hegemónico.

La guerra y más específicamente la flota británica contribuyeron enormemente a este proceso de industrialización, pues creaban fuertes demandas las cuales para ser suplidas requerían mejoras revolucionarias, y como lo demuestra el autor, no es la innovación la que guía el proceso de mejoras técnicas, sino que por el contrario es el beneficio el que se ubica en ese eje central. La posibilidad de adquirir una mayor ganancia y de abaratar los costos de producción son los que conducen a las mejoras técnicas y tecnológicas que revolucionan toda la estructura social y económica de producción.

4.Como ya se ha señalado, el mercado externo es un elemento fundamental en el desarrollo de la revolución industrial. Inglaterra que ya estaba preparada para dar paso a dicha revolución, que ya contaba con unas bases y unos cimientos fuertes para tal proceso, como el hecho de que “en 1700 ya existían en Inglaterra muchas industrias florecientes (por ejemplo, las de minería, sal, cobre, bronce, artillería, alumbre y clavos) que funcionaban, por lo menos en parte, bajo un régimen fabril” (Roll, pág. 96), se posiciono más fuertemente gracias a su articulación dentro del mercado internacional, pues no se puede hablar solo en términos británicos debido a la existencia de una red más extensa de relaciones económicas, en especial a sus relaciones con los países “Subdesarrollados”, en ese momento todavía colonias.

Esta red comercial propicia una clara división internacional del trabajo que divide a los países, por un lado, en aquellos relativamente urbanizados y por otro, en aquellos dedicados única y exclusivamente a la producción y exportación de productos agrícolas o materias primas, en otros términos, a aquellos países dependientes. Gracias a la política exterior de Inglaterra y a su agresivo gobierno, este país se permite concentrar los mercados externos de otros países, y eliminando la competencia dentro de ellos se establece monopólicamente, de modo tal que ahora no necesita de una demanda interna para su producción, sino que coopta a las demandas exteriores y se encarga de suplirlas. De este proceso, es que se genera el término “dependencia”, pues estos países se centran solo en el sector primario exportador, de manera tal que proveen a Inglaterra de materias primas, para que este las trasforme y luego las venda en esos mismos países. De ahí la importancia de estos mercados.

Vale resaltar, libros como “el desarrollo del capitalismo en América Latina” de Agustín Cueva, así como algunas obras de Ruy Marini y Octavio Ianni, en los cuales se trata de exponer y explicar el carácter de esa dependencia y su origen. Tal como afirman estos autores, el hecho de querer implantar el capitalismo aquí en este continente siguiendo el modelo europeo que lo genero, lleva a graves problemas, principalmente porque acá se manejan otro tipo de relaciones socio-económicas, así como también por el hecho de que no se produce una revolución de tal magnitud que permita acabar con la estructura existente y dar paso a una nueva, sino que por el contrario esa estructura ya existente se empieza a mezclar y reconfigurar llevando a múltiples variaciones en los procesos. En todo caso este no es el asunto a tratar aquí, razón por la cual no se ahondará en el tema, más sin embargo es importante tener en cuenta estos tipos de análisis que se han hecho.

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