LAS EMPRESAS Y EL MUNDO DE LOS NEGOCIOS DURANTE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL: ENTRE LA FAMILIA Y EL CONTRATO
Enviado por tolero • 26 de Septiembre de 2017 • 1.137 Palabras (5 Páginas) • 858 Visitas
...
Una demanda de trabajo variada y creciente, una clase trabajadora homogénea
En una primera instancia, cabe destacar la homogeniedad de la clase trabajadora. La Revolución Indutrial significó la aparición de una nueva clase de trabajadores, los obreros de las fábricas; estimuló también el crecimiento del empleo doméstico.
En las nuevas fábricas, el elevado capital invertido por los empresarios, exigió una mayor velocidad, intensidad y regularidad del trabajo; el objetivo principal de ello era amortizar y rentabilizar las inversiones hechas. Acostumbrar a los trabajadores a tal ritmo de trabajo, requirió imponer un sistema de control y disciplina de la mano de obra. Se establecieron multas por el absentismo laboral o los retrasos a la incorporación.
El cambio técnico trajo consigo una importante desculificación del personal, excepto los spinners, tanto en la industria sedera como siderurgía o las industrias metálicas y de ingeniería.
Otro proceso de importancia, además de la imposición del nuevo sistema de control, fue el deterioro de la posición social y el nivel de vida de una gran parte de los artesanos como puede ser la carpintería, ebanistería o sastrería.
Reclutamiento y control de la mano de obra
El primer problema para los dueños de las nuevas fábricas era como reclutar la mano de obra. Fueron tres las fuentes originarias de este problema. Las dos primeras, en especial los artesanos, ofrecieron una mano de obra más cualificada, los campesinos, por el contrario, fueron el grupo dominante en trabajos poco cualificados. Las reticencias de la población trabajadora al entrar en las fábricas eran muchas. Por un lado, las radicales condiciones de trabajo, por otro lado, la asociación de las fábricas con prisiones, asilos u orfanatos. Por último el recurso al trabajo forzado ( presos, huérfanos y pobres).
A pesar de todo ello, la fábrica suponía un salario regular y casi siempre más elevado que el obtenido por la artesanía o agricultura. Una parte importante de la mano de obra de fábricas estaba constituída por mujeres y niños, más dócil y barato que la masculina. El reclutamiento de familias enteras fue una práctica común, especialmente en las fábricas textiles de Estados Unidos.
El problema más grave era el de conseguir mano de obra cualificada, esto conllevo a la negociación para fijar salarios y dictar condiciones de trabajo. En la mayoría de los casos, el aprendizaje y formación comenzaba tras el reclutamiento. Otro método difundido fue la “subcontratación de la vigilancia”, ésta consistia en dejar en manos de otros obreros la responsabilidad de contratar, educar y vigilar la mano de obra. Mediante este sistema, los empresarios se evitaron realizar inversiones en dirección de personal y supervisión.
Relaciones laborales
Las relaciones en el mundo laboral situaban a los trabajadores y empresarios en lados opuestos. La oposición más evidente se hacía notar en las fábricas. La resistencia de los trabajadores al sistema fabril adoptó diferentes formas. Hubo respuestas individuales, como el absentismo laboral o colectivas como manifestaciones, la más temprana el ludismo. El rasgo más importante de este movimiento fue la destrucción de maquinaria moderna. El movimiento ludista no fue general, se produjo únicamente en los sectores donde las nuevas tecnologías amenazaban con destruir la organización del trabajo ya existente.
...