SALARIO VISTO DESDE LAS PERSPECTIVAS DE LA INFLACIÓN Y EL DESEMPLEO

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Para establecer el salario mínimo para el año 2015 se tuvo en cuenta los datos de inflación suministrados por el DANE el nivel de precios de la economía para el período enero y noviembre de 2014 fue de 3.38%. Respecto de la proyección del IPC para el año 2015, el Banco de la República analizo que puede estar 2% y 4% Y espera que el rango meta de inflación al final del periodo sea de 3%.

Que la productividad laboral para el año 2014 fue estimada DNP en 0.8% y que la Central Unitaria de Trabajadores CUT en desarrollo de la Subcomisión de Productividad Laboral, calculó dicho indicador en 4.1%. La contribución de los salarios al ingreso nacional, se entiende incorporado en la estimación de la productividad laboral.

Que el Producto Interno Bruto PIB reportado por el DANE creció el tercer trimestre de 2014 en 5%. Ministerio de Hacienda y Crédito Público, proyecta el crecimiento para el año 2014 en 4.7% y para el 2015 en 4,5%.

El salario mínimo que se estableció para el año 2015 es de $644.350. Con un incremento de 4,6%, equivalente a $28.350 adicionales de renta para los trabajadores sobre el año anterior. Se puede decir que se presentaron factores como la reforma tributaria, el TLC con Corea del Sur, el cambio de horario de las horas extras, la caída del precio del petróleo y la devaluación del peso brindaba argumentos para incrementar el salario. Todo esto se hizo con el objetivo de mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores y mejorar las inflaciones proyectadas para 2014 y 2015, mantener estable la demanda y ser eficientes con las decisiones económicas de 2015. Haciendo análisis no cumple con las expectativas y las necesidades de los trabajadores, pues el costo de la canasta básica en Colombia se encuentra entre $1’200.000 y $1’300.000. Es por esto que es necesario que se fije un salario mínimo vital y se llega a una conclusión que se debe incrementar en un 5,5%, significa un crecimiento y les permitirá a los trabajadores aumentar su capacidad de compra en la canasta.

Se cree que al finalizar el año 2015 el alza en los precios estaría cerca del 6 % lo que sube la base de negociación del salario, pues para decidir el aumento se debe tener en cuenta las variables de inflación causada, proyectada y la productividad.

La inflación, los bajos precios del petróleo, mayor tasa de cambio ha hecho que Colombia presente un nivel bajo de productividad y competitividad, se debe tener en cuenta ya que esto afecta directamente la discusión del salario para el año 2016. Los aumentos salariales reales de 1,5% sin productividad son poco progresivos socialmente, ya que en un mundo de bajos aumentos salariales, creciente revolución tecnológica y acelerada competencia, dada nuestra baja competitividad, serán difíciles de sostener.

La inflación anual de octubre de 2015 es la segunda que se presenta con altos índices en la historia, solo superada por la del 2008 Es el resultado de un fuerte choque de precios de un año a otro y se da en medio de una importante desaceleración económica local. La respuesta de política monetaria frente a 2008 ha sido diferente, en parte por el contexto externo diferente, pero la negociación salarial de 2016 será determinante en la respuesta que a la actual coyuntura de precios le dé el Banco de la República en 2016.

Se presentó que en los primeros 10 meses de 2014 los alimentos tenían un porcentaje del 38% de la inflación, en 2015 es de 49%. Ambas cifras expuestas demuestran que los alimentos han liderado de lejos el aumento de la inflación pues su peso en la canasta básica de una familia colombiana promedio es de 28,1%.

Una de las mayores implicaciones de la mayor inflación y el incumplimiento de lo propuesto está relacionada con la discusión del salario mínimo en 2016. En la última década, el salario mínimo ha aumentado en promedio un 5,5% anual. La inflación en ese periodo ha sido en promedio de 4,1% por año, si se calcula con la inflación al final de cada año, o de 3,94% si el promedio es obtenido de la inflación 12 meses desde enero de 2006. Por lo mismo, el salario mínimo ha tenido un aumento real de casi 1,5% en la última década.El aumento real del salario ha sido algo mayor al aumento de la productividad, lo que supone menores condiciones de competitividad y mayor inflexibilidad para aumentar el empleo. Pero se puede decir que se presentara un escenario cambiario favorable con una tasa de cambio promedio de $2.055, la inflación promedio fue de casi 4%, cercana al rango propuesto por lo que en el futuro será difícil lograrla en un escenario cambiario, la negociación salarial para 2016 será especialmente crítica para poder volver a encauzar la inflación, así como será fundamental para el empleo, la competitividad y el crecimiento económico.En especial porque un aumento sustancial del salario mínimo puede mejorar la capacidad de consumo y de endeudamiento de las familias pero deteriora la capacidad de ampliar mercados, aumentar la producción y de generar nuevo empleo en momentos en que el país debe recuperar el aporte de su sector externo a la economía. Para mantener la inflación estable hay que tener un equilibrio entre el salario real y la productividad.

Fuente: Dane y Banco de la república, revista Dinero[pic 1]

Como se puede ver en la gráfica la inflación del año superará el aumento en el salario mínimo para el mismo periodo. Es decir, es la segunda vez que el salario mínimo cae en términos reales.

La vez anterior en que esto sucedió la situación se manejó aumentado el salario mínimo del siguiente año al casi mismo nivel que la inflación observada, por lo que no hubo aumento real. Sin embargo, con la fuerte caída de la inflación en 2009, el aumento real terminó siendo significativo.

Pero las condiciones externas de 2009 y 2015 son diferentes y ello es muy importante. Con el aumento del salario de 7,7% que se hizo entonces, la inflación no habría descendido de 7,7% a 2% y las ganancias reales para los trabajadores en 2009 no habrían sido tan espectaculares como lo fueron.

[pic 2]

Fuente: Dane y Banco de la Republica

La inflación de las familias de bajos ingresos pasó de 2,61% a 6,18% de una forma muy veloz. El poder adquisitivo de las familias de bajos ingresos en las 9 ciudades con mayor inflación y de las cuales solo una es de las principales del país, habría que pensar en un valor muy superior. Por ejemplo, la inflación en Manizales, la mayor registrada en una ciudad del país, está en 7,81%, acercándose al 8%. Solo esta ciudad ha sufrido un choque incluso muy superior al del país. Una