Seguro Agricola y Avicola.
Enviado por Antonio • 20 de Marzo de 2018 • 3.026 Palabras (13 Páginas) • 290 Visitas
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Pero la pregunta es: ¿En qué consiste exactamente pues este seguro? La respuesta es la siguiente: “El hombre está a merced del clima, de la fertilidad natural y de las fuerzas bióticas que rigen la vida animal y vegetal; las cosechas suelen perderse hoy y siempre, por el ataque de ratones, gusanos y langostas, por las enfermedades y plagas que aquejan a las plantas; en una palabra el hombre que trabaja con los elementos de la naturaleza está expuesto a sufrir la acción de los mismos.”
“Ante la imposibilidad de controlar lo incontrolable; de evitar lo que responde a fuerzas naturales ciegas que rebasan las posibilidades humanas, el hombre puede ordenar y sistematizar, si no la acción de la naturaleza, si los efectos económicos de esta acción a través del contrato de seguro.”
Factores Climáticos que afectan la Agricultura en Guatemala
El efecto del cambio climático en los últimos cinco años impactó en el rendimiento de 15 de 27 productos agrícolas, según el informe “Agro en Cifras 2011”, publicado por el Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (Maga) en enero recién pasado.
Cuando hay sequía aumentan las plagas, y con la lluvia, las enfermedades y hongos, refirió Julio Alfredo Trejo, director de Planeamiento del Maga, y autor del estudio.
Datos de esa entidad indican que solo en el 2011, los fenómenos naturales impactaron en 56.128 hectáreas de cultivos, las familias perjudicadas sumaron 86.599, y el monto que perdieron fue de Q570,8 millones.
Trejo refirió que la merma en la producción de maíz y frijol, así como de las hortalizas, fue por los efectos del clima. En el caso de algunos productos de exportación como banano, cardamomo y cacao la disminución de hectáreas y rendimiento se generó por factores como el tipo de cambio y los precios internacionales.
En el caso del maíz, frijol y trigo, a pesar de haber tenido más hectáreas de cultivo, su rendimiento fue menor.
El maíz pasó de tener un área sembrada de 577.248 hectáreas en el 2006, a 841.094 hectáreas en el 2011; sin embargo, el rendimiento del grano se redujo de 2,58 toneladas por hectárea a 1,99 toneladas, respectivamente.
En el caso del frijol, se cultivaron 220.152 hectáreas con un rendimiento de 0,85 toneladas por hectárea durante la cosecha 2006/2007 y 238.140 hectáreas con un rendimiento cada una de 0,84 toneladas durante el período 2010/2011.
Aunque el informe no detalla todo el impacto que ha causado desde el 2006 al 2011, monitoreo de la Organización para la Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas (FAO, en inglés) refieren que los precios son el efecto inmediato a la población.
Según la FAO, en enero recién pasado el quintal de maíz se cotizó Q3 más alto que en diciembre del 2011.
El precio en enero fue de Q130 por quintal, mientras que en diciembre del 2011 el costo era de Q127.
En el caso del frijol el quintal se cotizó Q39 más caro que diciembre del 2011, este incremento se debió a que las cosechas en las regiones de oriente y norte están en la etapa final de su ciclo estacional.
El quintal llegó a un promedio de Q460, mientras que en diciembre había sido de Q300, para un aumento de 53,3%.
Otra consecuencia, según Mauro Valle, del Colectivo de Organizaciones Campesinas, es que al menos cien mil familias tienen sus reservas de alimentos para dos meses (febrero-marzo).
Eddi Mendoza, presidente de la Federación de Asociaciones Agrícolas de Guatemala (Fasagua), explicó que las hortalizas generalmente son las más vulnerables a la fuerte lluvia.
En el 2010 la tormenta tropical Ágatha dañó la mayor parte de la producción de tomate, ejemplificó. Los cultivos apenas se estaban recuperando de la plaga paratrioza (pulgón) del 2009, añadió el ejecutivo.
Los agremiados a Fasagua producen tomate, chile pimiento y cebolla.
Otras hortalizas que resintieron su producción fueron la arveja china, que en el 2006 producía 7,32 toneladas por hectárea, pasó a 6,68; el brócoli, de 13,14 bajó a 11,30; el repollo, de 45,70 a 43,36; el tomate, de 43,16 a 34,62; y la zanahoria, de 29,21 a 28,20.
En el caso de las frutas, el aguacate, la manzana y el melón registraron menor rendimiento.
El aguacate pasó de 13,08 toneladas por cada una de las 7.268 hectáreas sembradas en el 2006, a 9,89 toneladas en un área de 9.246 hectáreas en el 2011.
El limón disminuyó su producción de 16,87 toneladas por hectárea, hace cinco años, a 16,42.
La manzana cayó de 7,24 toneladas por hectárea, a 3,18; el melón pasó de 26,29 a 21,51, del 2006 al 2011.
De los productos de exportación, el banano disminuyó su rendimiento, de 45,90 toneladas por hectárea a 41,69; el cacao pasó de 2,92 a 2,69; y el cardamomo, de 0,45 a 0,38.
Según Fanny D. Estrada, directora de Competitividad de la Asociación Guatemalteca de Exportadores, entre los cultivos que aumentaron su rendimiento, a pesar de tener menos áreas de cultivo, fue el mango.
Esta fruta pasó de cosecharse en 13.174 hectáreas con un rendimiento de 7,98 toneladas por hectárea, a tener un área de 9.105 hectáreas con una producción de 11,91.
La directora explica que los productos de exportación aumentan su producción debido a los procesos tecnológicos para cosechar, ya que deben cumplir con requisitos internacionales para venderlos, agregó.
Otras cosechas que aumentaron su producción en menos áreas sembradas fueron el ajonjolí, el melocotón, la naranja y el plátano.
Los alimentos que aumentaron, tanto en área como en rendimiento, son el arroz, la piña, la cebolla, el chile pimiento, la papa, el café y el azúcar.
En el caso del chile pimiento, las pérdidas han sido menores pues se siembra en temporada de verano, para evitar hongos y los invernaderos recubren los productos, según Mendoza.
El rendimiento del producto bajo tecnología de invernadero es mayor que la producción hecha de manera artesanal.
Hace dos o tres años comenzaron los agricultores a usar esta tecnología, y los resultados son muy positivos, indicó.
Según datos de Fasagua, se pueden obtener de 450 toneladas a 500
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