Sin vocación es inútil hacer periodismo

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Judith Benzaquen asegura que es un problema que los estudiantes no tengan vocación, porque nunca lo harán realmente bien o con satisfacción, pero cree que siempre habrá relevo, lo eficiente o deficiente que sean es lo cuestionable.

Los polos opuestos de ambas estudiantes traen a colación las quejas de los medios sobre los nuevos profesionales, los estudiantes recién graduados tienen muchas deficiencias, lo ha mencionado en distintas ocasiones la profesora Rosa Guizado, directora de la carrera de comunicación social en la USMA quién recibe el feedback sobre los egresados en su etapa como profesionales.

Nathalia Arrieta cree que los medios esperan que los estudiantes estén más preparados, pero asegura que las deficiencias o baches son bilaterales, los medios no deberían exigir experiencia cuando hay cosas que se aprenden sobre la marcha y los estudiantes en teoría, reglas gramaticales y ortográficas no deberían tener errores porque en cuatro años de carrera se critica fuertemente a un estudiante que no sepa escribir o hablar bien.

La joven considera que el miedo es una de las razones por la que los medios se quejan de deficiencias, el temor a equivocarse, a hacerlo mal o simplemente la inseguridad de principiante provoca que se pida ayuda o que su trabajo sea supervisado por alguien con experiencia. Sucede en todos los ámbitos profesionales, la mayoría de principiantes no muestra su talento real porque no quiere quedar mal en su primer empleo, porque no ha tenido una experiencia directa con la realidad y necesita ser guiado por alguien.

Mientras los estudiantes de comunicación social sienten apatía hacia el periodismo, personas de distintas profesiones sin ningún título ligado a esta área, están en los medios día a día, haciendo que esta carrera pierda valor y afirmando el hecho de que estudiarla no es importante. Muchas de esas personas no tienen un diploma en comunicación, pero tienen algo llamado “vocación”, que le falta a los nuevos comunicadores.

El rechazo hacia informar les quita a los estudiantes la oportunidad de aprender elementos básicos de comunicación, el periodismo se ve en todas las áreas y le interesa a todas las personas. Los profesores tachan de deplorable que un comunicador social no sepa lo que está pasando en su sociedad, en su país o en el mundo, que fraccionen la información dependiendo de lo que quieren ver o escuchar; aseguran que los estudiantes que no sientan pasión por estar informados e informar eligieron la carrera errónea.

El periodismo no es un área aislada, es la raíz de todas las demás y el haberlas desligado se convirtió en el problema real del pénsum usmeño. La comunicación social es un todo que se retroalimenta en conjunto, donde los elementos al ser fusionados pueden crear contenidos de gran impacto social. Las matemáticas se utilizan en todos los ámbitos de la comunicación, tratar de escaparse de ellas entrando a esta carrera es una aberración.

Inspirar a los estudiantes no es tarea fácil, para Judith Benzaquen y Linda Batista, el punto clave es darles temas que les interesen, inculcar hábitos de lectura, pero no imponer qué leer. Además, mostrar amor y pasión por el periodismo y tener profesores que sepan transmitirlo.

Tanto universidades, como profesores y estudiantes deben tener claros que la información es poderosa, que los periodistas juegan un papel crucial en la democracia y que tienen un trabajo arduo, mal recompensado, pero realmente apasionante. Amar el periodismo es amar la verdad, es amar a un país, es mostrar todas las caras de la moneda y poner todas las cartas sobre la mesa, para que las personas hagan sus propias conclusiones y el ideal de un país justo sea latente.