Sobre el arte de argumentar
Enviado por tolero • 12 de Febrero de 2018 • 1.497 Palabras (6 Páginas) • 328 Visitas
...
Por otra parte, implica también aprender a discutir, sacudir las ramas del árbol para ver si son firmes, aprender a sacar cosas en claro del intercambio con los otros, confiar en que de ese intercambio genuino surgen verdades nuevas, puntos de vista inesperados y que pueden superar los intentos previos de los participantes. La discusión, la buena discusión es algo clave para el desarrollo del pensamiento, pero hay muchos que repudian las discusiones, ven ellas mucha complicación o mala leche. Si uno discute mucho se lo ve con malos ojos, como si fuera un extraterrestre, y muchas veces se prefiere a los que simplemente asienten, a los que no presentan objeciones…por supuesto una cosa es discutir razonablemente y otra es hacer la del criticón o la del farsante que presume de reflexivo o la del fastidioso que no deja en paz a nadie…
La argumentación tiene que ver con la lucha de posiciones y con los conflictos de valores y de intereses
Muchas veces tiene que ver también con la lucha, como en la polémica de polemos, que significa guerra. Verdaderas luchas de posiciones, como en una asamblea, en un consejo, a veces en un aula de clases o incluso en la propia familia. Hay que aprender a derrotar posiciones contrarias, hay que saber descubrir las debilidades de la argumentación contraria o saber defender las propias posiciones. Como cuando se discute en un parlamento si de debe ir o no a la guerra con otro país, si uno está a favor o en contra porque está firmemente convencido, no se puede entrar en un debate así nada más sin una clara preparación para la lucha.
También es clave en otro sentido, en el sentido de construir puntos de vista sobre los grandes asuntos de la sociedad y de la vida. Para eso es preciso una preparación, un acostumbrarse a pensar en las cosas difíciles de la vida práctica pública y privada, a tener una visión de conjunto y a ser lúcido y prudente. Hay personas a las que se suele buscar para escucharlas opinar sobre asuntos complejos, porque piensan en profundidad y matizadamente (evitando los lugares comunes y siendo capaces de ver desde distintos ángulos un mismo problema, trayendo a cuento lecciones o apuntes de otros contextos de la vida cotidiana, de la experiencia o de los libros), porque no se quedan en las apariencias, porque se detienen ahí donde nadie suele hacerlo. Esos son claves en nuestras vidas y lo son en la vida social. Este último tópico es el que más nos interesa resaltar hoy. Existen grandes problemas de la sociedad: de nuestra ciudad, del país, del mundo, que requieren la actitud argumentativa de nosotros, porque de ello depende que actuemos o no, que luchemos o que dejemos pasar.
Discusión y formación
El tema que se ha escogido para iniciar estas jornadas no podía haber sido más oportuno. Está en juego la vida de muchos colombianos, la suerte de sectores determinantes en la historia de este país, y sin embargo, estos temas son tratados a la colombiana, mucha propaganda, mucho marketing y poca, muy poca argumentación. Celebro este comienzo que promete ser muy importante para la institución y para su proceso efectivo de formación. Porque una buena discusión entre pares, en la que uno se encuentra verdaderamente comprometido vale más que mil explicaciones eruditas. Aquí confiamos en la fuerza arrobadora del debate, en su poder esclarecedor, en su capacidad para hacer emerger iluminaciones, y confiamos en la fuerza formadora del pensamiento libre y genuino. Porque la formación no tiene nada que ver con hacer tareas –en las que uno no está para nada implicado- ni con la pedantería de acumular saberes como quien acumula prendas lujosas que muchas veces ni se pone, sino con aprender a pensar sobre la vida y a construir puntos de vista propios que guíen nuestras decisiones y nuestras acciones.
Reciban un saludo afectuoso y mis deseos para que esta mañana sea inteligente y fecunda.
Profesor Raúl Cuadros – Unidad de Ética, UNIMINUTO
...