Tedesco y Pagano en la educación argentina

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TEDESCO – Ley y pacto educativo: 1990 y la reforma educativa

Tedesco sostiene que es necesario hacer un pacto educativo explícito como respuesta política a los procesos de cambio económico, social y cultural en lo que se llama nuevo capitalismo.

Es decir que es necesario hacer pactos educativos para enfrentar las consecuencias de la reforma educativa.

Tedesco se concentra en el caso argentino donde la nueva ley de educación constituye una importante experiencia de concertación de políticas educativas.

Los pactos educativos son la única manera de arreglar compromisos para la acción positiva. Los dirigentes políticos son tomados por los docentes con desconfianza: la política es percibida como negativa asociada a la corrupción y el clientelismo. Tampoco confían en los empresarios, dirigentes sindicales, jueces, miembros de las fuerzas armadas, etc. Esto provoca un contexto de desconfianza y fragmentación y se puede recuperar a través de compromisos mutuos de cumplimiento asegurado por el control social. Es decir, la democracia solo puede alcanzarse con más democracia, no con menos.

Existe la cultura del corto plazo en la argentina que debilita la propuesta de pactos educativos. Ésto se explica a partir de la fuerte tendencia a concentrar TODO EN EL PRESENTE.

Todas estas conductas erosionan las posibilidades de tomar decisiones para convertir la ausencia de futuro en algo concreto. Sumado a la globalización y las nuevas filosofías del carpe-diem el contexto actual de la transformación profunda de la sociedad deben enfrentar demandas educativas con menores ingresos y las demandas para satisfacer nuevas exigencias.

Los pactos educativos son necesarios para enfrentar la dinámica neoliberal pero al mismo tiempo son mucho más exigentes a la hora de evaluarnos como sociedad.

El pacto educativo es más que una táctica política y es un proceso que forma parte de un proyecto de sociedad. Los pactos son una construcción social y deben ser considerados como un proceso para asumir compromisos. En caso de las políticas educativas, la modalidad de pacto, aunque no sea la única, es la ley (otra posible es la modalidad de planes de educación). El problema educativo no se relaciona con lo legal y por eso tiene limitaciones pero la ley también está asociada a la participación de actores e instituciones en un sistema democrático. Lo anterior es muy importante para la sociedad, para generar confianza y para vencer la fragmentación social.

Un ejemplo visible es la ley de educación 1420 sancionada en 1884 y ésta es educación laica, gratuita para hacer frente al analfabetismo. Ésta ley fomentó el proyecto de construir el estado nación. La ley también puede arruinar la educación como el caso de la ley federal de educación como en el caso de la ley federal de educación de 1993.

Néstor Kirchner impulsó el siguiente pacto educativo: renovación del pacto educativo entre la familia y la escuela, con el que intentó acercar nuevamente la escuela a la sociedad.

El pacto no es válido en sí mismo si no que el proyecto social lo legitime. (relación batalla cultural) Ésto conlleva a fortalecer la ciudadanía y la democracia. Que la sociedad sea más justa, más solidaria y colaborativa.

La democracia constituye la base fundamental para los pactos educativos y el fortalecimiento social.