Topofilia o la dimensión poética del habitar,
Enviado por mondoro • 14 de Agosto de 2018 • 1.834 Palabras (8 Páginas) • 289 Visitas
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Estos dos conceptos darían paso a una nueva interpretación de la belleza: EL KALOS (Harmotton) y el PULCHRUM (Aptum), lo bello desde una concepción moral (objetiva) y la belleza desde la subjetividad respectivamente, el arquitecto Carlos Mario al integrar los conceptos vitruvianos le atribuye a la forma, ese deber ser de la ciudad, como aquello que fue hecho esmeradamente no solo desde la apariencia sino de la conducta, sin dejar a un lado los cánones de la belleza de la antigua Grecia y que extrae de Aristóteles en cuanto a la debida proporción:
“La ciudad que reúne la grandeza con la debida proporción es la más bella. La comunidad que posee la población más grande posible para la vida adecuada es la más bella si la cifra es perfectamente abarcable” (Ibidem, p. 549).
Es importante entender que, para los griegos la sensación de confortabilidad que producía el objeto al sujeto determinaba el nivel de belleza, el mecanismo utilizado para medirla era la percepción de la extensión del campo visual del ojo humano, de esta forma lo que era agradable para el ojo, era bello, esto determinaba factores como la escala, y así determinar en medio de la vastedad del mundo, un control para el ser humano.
“La sensación de lo finito, concreto, determinado, limitado y mesurado es más agradable que lo infinito, desmesurado y desproporcionado” (p. 167).
Sin embargo, lo “Bello” no debe entenderse como una mera envoltura de lo imperceptible a los sentidos, como muchos “arquitectos” contemporáneos piensan en el ejercicio de su arquitectura. Pretenden que la forma está dada solo por cómo luce el edificio en el primer impacto visual, una orientación a la idea de que debe ser monumental y al mero desarrollo de la fachada, lo demás pienso yo sobre estos arquitectos, que viene por añadidura, por ejemplo el Parque Biblioteca Pública España, más conocido como Biblioteca España, proyecto que fue premiado en la bienal Iberoamericana de arquitectura y urbanismo en el 2008, el proyecto a escala de ciudad es concebido desde premisas contemporáneas referentes a la acupuntura urbana, es un éxito innegablemente al ser un detonante de renovación urbana, pero a lo que me refiero con este ejemplo es a que si se ve el proyecto desde lo arquitectónico, es una mera MENTIRA, un engaño visual y esto se confirma luego de que tuvieran que desmantelar el edificio tras las condiciones de deterioro que presentaba, luego de 10 años de haber sido inaugurado, en dicho proceso es cuando se logra exponer ese edificio, que desde la distancia se percibía como unas grandes piedras (Pesadas) ancladas al lugar, que hacían parte armónica del paisaje del territorio, como la mera apariencia del material de recubrimiento, si nos remetimos al ejercicio cotidiano del diseño de una casa de campo, y queremos impregnar en ella sensaciones a través de la materialidad, pues en la idea del diseño queremos hacer muros de piedra que amarren el proyecto al suelo, al lugar, pero cuando estamos realizando el presupuesto de la obra y tratamos de reducir costos usando enchapes de piedra para engañar al ojo en vez de construirlos con piedras de verdad que cargan la sensación del lugar desde lo Significacional y lo real y no solo una simple apariencia; pues la biblioteca España es eso, una simple percepción visual, un engaño arquitectónico, ya que el arquitecto le pone una especie de “vestido” como fachada, pero en realidad no es más que un simple edificio con un envolvente.
Por lo tanto, Kalos es la practica subordinación de lo útil y lo bueno a lo bello, pero no es lo acertado ya que desde la expresión del Pulchrum la sensibilidad presente en el objeto determina que la belleza se encuentra íntegramente resuelta como lo adecuado entre el Firmitas y Utilitas, ninguno sujeto al Venustras, es decir, algo es bello en cuanto a su utilidad mas no su aspecto.
El cuerpo es bello porque es útil para la carrera y la lucha…, teniendo en cuenta la utilidad que de ello recibimos…, determina que sean perfectamente útiles” (p. 168).
La belleza…
“no debe entenderse como mera apariencia, sino como la máxima aspiración de algo para lo que existe y por tanto está hecho” (p. 169).
En conclusión, la forma en cómo se debe construir una ciudad moderna está atada fundamentalmente a lo que cotidianamente experimentamos en ella: caos, que es eso mismo en nuestra naturaleza: orden. Pues la ciudad es el resultado de cómo son las personas que en ella habitamos, es expresar nuestra esencia tal como es en sí misma: una construcción simbólica y significacional y que, según los enunciados del teórico, presentan propiedades desde las cuales nos resultan previamente apropiada, solo si es posible asumir el Firmitas como la posibilidad de anclarnos al suelo, presentando la ciudad como lo que es y no como una simple apariencia.
En el desarrollo de la vida urbana somos los mismos habitantes quienes imprimimos en la ciudad, la forma en cómo queremos que sea, pues esta es el resultado de las interacciones entre los individuos y los espacios dotados para el desarrollo de actividades que pueden mutar según la necesidad de los ciudadanos.
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