Trabajo de seminario de investigacion
Enviado por Jillian • 4 de Agosto de 2018 • 4.351 Palabras (18 Páginas) • 261 Visitas
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Cierre
- Síntesis de la información obtenida de las fuentes
- Hipótesis de nuestro problema de investigación
- Problemas nuevos derivados de nuestra exposición
Sin fichas
Estado de la cuestión acerca de cómo se presenta la discriminación hacia la población indígena durante los últimos años 20 años en el Perú
En las últimas dos décadas, los indígenas, las mujeres, los afro-descendientes, los migrantes y las minorías sexuales han ido denunciando el trato discriminatorio del cual han sido víctimas históricamente, y reclamando una inclusión social en la que se reconozca su identidad[1]. Se entiende que la discriminación es un trato desigual hacia una persona o un grupo, por características inherentes como la raza, la lengua materna, la edad, la religión, el estado civil, la vestimenta o la identidad étnica, pero también esta se puede definir como la negación o no accesibilidad al ejercicio de un derecho por los motivos ya mencionados[2]. La discriminación se presenta de diversas formas en distintos niveles. Por ejemplo, según el diario Perú 21, el pasado 19 julio de 2015 una mujer le gritó “cholos estúpidos” a los trabajadores un supermercado[3]. Es muy común encontrar este tipo de manifestaciones de discriminación, principalmente en los periódicos y la televisión, ya sea en el contexto educativo, en las publicidades, en la economía, etc.[4]
Según el Banco Mundial, en el 2010, el Perú se ubicó en el puesto 15 entre 19 países de América Latina y el Caribe de acuerdo al Índice de Oportunidades Humanas (IOH), el cual permite medir hasta qué punto las desigualdades étnicas, de género y de espacio (urbano, rural) influyen sobre las posibilidades que tiene un niño o niña para ser exitosas en la vida[5]. Aunque en la actualidad la población indígena tiene más acceso a la educación, a los puestos de trabajo y vemos los logros que alcanzan, siguen existiendo diferencias en el trato a la población indígena.
Por tanto, este estado de la cuestión procura dar a conocer las múltiples formas de discriminación hacia la población indígena. La importancia de este es generar conciencia, ya que la exclusión hacia esta es uno de los mayores problemas de nuestra sociedad, pues impide que las relaciones se den de forma horizontal y sobre la base del respeto a lo desigual. Con el fin de revelar cómo se manifiesta la discriminación hacia la población indígena durante los últimos 20 años en el Perú, se presentarán ocho fuentes, cuyos autores son Alberto Chong[6], Francisco Galarza[7], María Elena Planas[8], Martín Santos[9], Mirna Cunninghman[10], Néstor Valdivia[11], Rosa Mujica[12].
Los pueblos indígenas son víctimas asiduas de la discriminación, los motivos en los que los victimarios se excusan son diversos. Es un tanto imposible decir que no hemos sido testigos de este problema, pues no solo se encuentra en un lugar en específico. En el ámbito cultural, por ejemplo, este se hace presente en la educación, los medios de comunicación, el idioma y la vestimenta. Un sector significante de los peruanos cree y siente que no todos son iguales ni tienen los mismos derechos y son los aspectos mencionados, en gran parte, responsables de ello. En los centros educativos, se transmiten muchas formas de exclusión y marginación. Ante las frecuentes actitudes racistas y discriminatorias en estos, los docentes no hacen nada al respecto. Por el contrario, no las corrigen y las toman de manera natural. Lo peor de todo es que estos repiten las mismas actitudes, pues consideran que los estudiantes son inteligentes o no según estereotipos raciales[13]. Se dice que existe un sistema de valoración que jerarquiza a los grupos humanos y las culturas clasificados como “los más civilizados y los más salvajes”, basándose en valores coloniales de menosprecios escalonados, e implicando un menosprecio a las mujeres indígenas[14].
La educación intercultural es un derecho de la población, mas este ha sido vulnerado, tanto por la inaccesibilidad para educarse en su propia lengua y aprender el castellano como segunda lengua, como por la deficiente calidad de la educación[15]. La marginación por no hablar el castellano es un hecho generalizado, producto de un sistema que desde hace siglos ubica a las mujeres en una posición de subordinación, por ser indígenas, por ser mujeres y por ser pobres. En consecuencia, se está produciendo un doble fenómeno, el cual consiste en la reducción de los idiomas indígenas originarios, señalada en un comunicado reciente por el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de las Naciones Unidas[16] y la permanencia de la discriminación de las culturas y lenguas de los pueblos indígenas[17]. Una de las causas de la falta de este tipo de educación es la insuficiente cantidad de docentes. Según la Resolución Ministerial 0017-2007-ED, la calificación de 14 es la nota mínima aprobatoria para ingresar a un instituto de formación docente, lo cual significa una barrera que imposibilita contar con maestros indígenas para brindar una educación intercultural adecuada a las diferentes realidades del país y, también, no existe una metodología para su aplicación, pues no se cuenta con módulos para la enseñanza en la lengua indígena en las unidades educativas[18].
Los roles tradicionales de género presentes en las escuelas aún siguen prevaleciendo en el Perú, ya que se cree que las niñas que llegan a asistir a estas no pueden tener el mismo rendimiento que un niño. La diferencia también radica en las metas que ellas son estimuladas a alcanzar. Se han reportado casos en que los hacendados que llegaban a matricular a la escuela a los hijos e hijas de los trabajadores, dejaban claro a los docentes que les dieran prioridad a los varones, pues las niñas quedarían para casarse o trabajar en la casa. Esa misma forma de pensar ha repercutido en las comunidades, creando discriminación dentro de las mismas familias[19]. No obstante, esto no solo se manifiesta en la relación entre docentes y estudiantes, sino que se puede observar de manera implícita y explícita en los textos escolares, en los materiales y recursos didácticos utilizados, lo cual resulta preocupante pues estos son de gran difusión[20]. Diversas encuestas e investigaciones en centros educativos de todo el país muestran que las creencias sexistas se mantienen en un significativo número de adolescentes. Aún son altos los porcentajes de estos convencidos de que hay estudios más apropiados para las mujeres que para los hombres, que las asignaturas de matemáticas
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