Trastorno orgánico de la personalidad

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Puede haber una alteración de la identidad caracterizada por una notable y persistente inestabilidad en la autoimagen o en el sentido de uno mismo. Se presentan cambios bruscos y dramáticos de la autoimagen, caracterizados por cambios de objetivos, valores y aspiraciones profesionales.

Síntomas y trastornos asociados

Según el Comité Elaborador del DSM-IV, los sujetos con trastorno límite de la personalidad pueden presentar un patrón de infravaloración de sí mismos en el momento en que están a punto de lograr un objetivo. Algunos sujetos presentan síntomas similares a los psicóticos durante los períodos de estrés. Los sujetos con este trastorno se pueden sentir más seguros con objetos transitorios que con las relaciones interpersonales. La muerte prematura por suicidio se puede producir en los sujetos con este trastorno, especialmente en quienes concurre un trastorno del estado de ánimo o un trastorno relacionado con sustancias (8)

Para el Comité Elaborador del DSM-IV; los síntomas, prevalencia, curso, patrón familiar y diagnóstico diferencial del trastorno límite de la personalidad se manifiesta como sigue:

Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo: Se caracteriza por inestabilidad emocional, dilemas existenciales, incertidumbre, ansiedad, conflictos en la orientación sexual. Se diagnostica preferentemente en mujeres (75%).

Prevalencia: Alrededor del 2 % de la población, 10 % entre los sujetos vistos en centros ambulatorios de salud mental y 20 % entre los pacientes psiquiátricos ingresados. En las poblaciones clínicas con trastornos de la personalidad se sitúan entre el 30 % y el 60 %.

Curso: Patrón más habitual es la inestabilidad crónica a principios de la edad adulta, con episodios de grave descontrol afectivo e impulsivo, el deterioro y riesgo de suicidio son mayores en los primeros años de edad adulta y van desapareciendo. Durante la cuarta y quinta décadas de la vida, se logra mayor estabilidad a nivel personal y profesional.

Patrón familiar: 5 veces más frecuente en los familiares de primer grado de quienes tienen el trastorno. También hay un riesgo aumentado para los trastornos relacionados con sustancias, trastorno antisocial de la personalidad y trastornos del estado de ánimo.(8)

Diagnóstico diferencial

Se asocia a trastornos del estado de ánimo y, si se cumplen los criterios para los dos trastornos, deben diagnosticarse ambos. Por otro lado, es importante distinguir el trastorno límite de personalidad de los otros trastornos. (Ver tabla 1)

También se debe distinguir de los síntomas que pueden aparecer en asociación con el consumo crónico de sustancias, ej.: trastorno relacionado con la cocaína. Además, se debe diferenciar del problema de identidad que está reservado para las preocupaciones sobre la identidad relacionadas con una fase del desarrollo (p. ej., la adolescencia) y no se considera un trastorno mental.

Según la CIE-10 los criterios para el Diagnóstico Trastorno Límite de la personalidad son:

- Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado.

- Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas.

- Alteración de la identidad.

- Impulsividad en al menos 2 áreas, potencialmente dañino para sí mismo.

- Comportamientos, intentos o amenazas suicidas o automutilación.

- Inestabilidad afectiva debido a una notable reactividad del estado de ánimo.

- Sentimientos crónicos de vacío.

- Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlarla.

- Ideación paranoide transitoria relacionado con el estrés (9)

Trastorno disocial de la personalidad

Según la OMS se trata: de un trastorno de personalidad que, llama la atención debido a la gran disparidad entre las normas sociales prevalecientes y su comportamiento; está caracterizado por:

a) Cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía.

b) Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales.

c) Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas.

d) Muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a un comportamiento violento.

e) Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del castigo.

f) Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo (9)

Puede presentarse irritabilidad persistente. La presencia de un trastorno disocial durante la infancia y adolescencia puede apoyar el diagnóstico, aunque no tiene por qué haberse presentado siempre.

Incluye:

Trastorno de personalidad sociopática.

Trastorno de personalidad amoral.

Trastorno de personalidad asocial.

Trastorno de personalidad antisocial.

Trastorno de personalidad psicopática (9)

Características diagnósticas

Para Vallejo la característica esencial del trastorno antisocial de la personalidad es un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás, que comienza en la infancia o el principio de la adolescencia y continúa en la edad adulta (7) Los sujetos con trastorno antisocial de la personalidad frecuentemente carecen de empatía y tienden a ser insensibles, cínicos y a menospreciar los sentimientos, derechos y penalidades de los demás. Pueden mostrar labia y encanto superficial y ser muy volubles y de verbo fácil. Ver gráfico 1

Síntomas y trastornos asociados

Los sujetos con trastorno antisocial de la personalidad tienen más probabilidades que la población general de morir prematuramente por causas violentas

Estos individuos también pueden experimentar disforia, incluidas quejas de tensión, incapacidad para