UNIÓN ECONÓMICA Y MONETARIA DEL EURO.

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Entre otros puntos importantes encontramos la gestión de la unión económica y monetaria en la que intervienen varias instituciones nacionales y de la unión europea, cada una con su función. El proceso es conocido como ‘’gobernanza económica’’ en la que intervienen los sientes factores:

COMISIÓN EUROPEA: Se encarga de formular previsiones económicas y supervisar una serie de indicadores económicos en todos los países de la unión europea, con el fin de garantizar que se cumplan las normas acordadas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

CONSEJO DE MINISTROS DE LA UNION EUROPEA: Aquí participan los gobiernos de los Estados miembros, en varias formaciones según el tema que se vaya a tratar. Este Consejo está integrado por los ministros de Economía y Hacienda de todos los países de la unión europea, que coordinan y legislan la política económica y financiera de la Unión en una serie de ámbitos.

BANCO CENTRAL EUROPEO: Se encarga de gestionar la política monetaria en la zona del euro de una manera independiente, también, estabiliza los precios fijando unos tipos de interés que permitan el control de la inflación a medio plazo.

PARLAMENTO EUROPEO: Este debe compartir la tarea del consejo de ministros con los ministros de Economía y Hacienda, también, ejerce el control democrático de la gestión en la unión económica y monetaria.

GOBIERNOS NACIONALES: Estos elaboran sus presupuestos dentro de los límites de déficit y deuda y se encargan de aplicar las decisiones del Consejo de Ministros de la unión europea. Adicionalmente, son responsables de las políticas en materia de economía, educación, empleo, política social entre otros.

CONSEJO EUROPEO: Los jefes de Estado de todos los países de la unión europea se encargan de fijar las principales orientaciones políticas.

¿CÓMO SE PRODUCE LA CRISIS ECONÓMICA FINANCIERA?

En los años 2010 a 2012 ocurre algo que se denomina la crisis de la deuda soberana, a finales de 2009, algunas de las economías que están más expuestas de la zona del euro, como Grecia, Irlanda y Portugal, tuvieron la necesidad de mantener su creciente deuda al tiempo que se enfrentaban a la crisis financiera, lo que hizo que apareciera la ‘’crisis de la deuda soberana’’. Esto hizo que en los mercados financieros, los inversores perdieran la confianza en la capacidad de esos países para pagar sus deudas y seguir siendo competitivos. Los elevados intereses que exigían los inversores para comprar bonos de deuda pública de estos países, cerraron las puertas a la financiación en los mercados mediante la venta de nuevos títulos. Y también se debía a que una parte de esos bonos estaba en manos de inversores de otros países de la zona del euro, la crisis se convirtió en un problema mucho más grave pues los bancos perdieron la confianza para conceder préstamos a las empresas y a los particulares, lo que provocó una ‘’contracción del crédito’’. Para superar este problema, se tenía que volver a poner en orden las finanzas públicas y hacer reformas estructurales que permitieran recuperar la competitividad. Los países del euro establecieron el llamado Mecanismo Europeo de Estabilidad, que facilitó importantes préstamos a los países que más lo necesitaban.

En los años 2013 y 2014 hubo una recuperación de la crisis, la economía de la unión europea empezó a recuperarse muy despacio de su prolongada recesión. La unión centró su política económica en el crecimiento sostenible y la creación de nuevos empleos, así permitía que los países siguieran arreglando sus finanzas públicas a un ritmo más lento. Al mismo tiempo, los países de la unión europea comprendieron la necesidad de intensificar las reformas estructurales para desbloquear el crecimiento que estaba surgiendo en Europa. La crisis que ha afectado a muchos países dentro y fuera de la zona del euro desde finales de 2009 es la terminación de varios factores y crisis.

En los años 2007 a 2008 se presentó una crisis financiera mundial, en donde algunos de los principales bancos de Estados Unidos, se declararon en quiebra como consecuencia de los riesgos asumidos en el mercado hipotecario. Dada la conexión interna de la economía global, se produjo un efecto de contagio financiero por todo el mundo. Los bancos dejaron de prestarse entre ellos, lo que provocó una restricción generalizada del crédito.

Para terminar en el año 2009 la crisis económica de la Unión Europea entró en una profunda recesión. Los países miembros diseñaron políticas de estímulo para contrarrestar la ralentización económica.