Un pintor nace y se hace. Esto lo sabía muy bien Felipe S. Gutiérrez quien, de haberse quedado conformado con explorar el don natural de pintor nato hubiera quedado confinado al ámbito del aficionado que sobresale

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El museo Felipe Santiago Gutiérrez atesora una de las colecciones más representativas del pintor decimonono alguno, en particular la de dibujos costumbristas que es uno de los mayores orgullos del museo. Al igual que el retrato de la señora Susana Sánchez Colín que junto con otras dos obras de Gutiérrez formo parte de la selecta muestra de arte de la exposición de México esplendores de 30 siglos, en su recorrido por estados unidos.

Este museo se comunica y es complementario del museo José maría Velasco, la sala de pintura mexicana del siglo XlX, es compartida por ambos museos, además de los servicios de: venta de libros, visitas guiadas y conferencias.

EL ARTISTA

En 1824 nace Felipe Santiago en el barrio de San Pablo, en la ciudad de Texcoco, el 20 de mayo. En 1835 a los once años de edad pinta a su mama, rosa cortes de Gutiérrez y a otros familiares. Su primer maestro de dibujo fue José de la luz García. De 1848 a 1854 ingresa a la academia de San Carlos en la ciudad de México. Miguel mata y Reyes es su maestro, hasta la llegada de Pelegrín Clave, fue el primer catedrático de dibujo y pintura en el instituto literario de Toluca. en 1862, Benito Juárez presidente de la república, le otorga un diploma por la brillante trayectoria en la academia de san Carlos. En 1862-1868 inicia su viaje por México y norte América. En 1868 llega a Europa para estudiar en la academia de san lucas, es ahí cuando se enfrenta por primera vez al desnudo femenino. En 1868 asiste a la academia Guigi de la Via Margutta, en donde estudia el desnudo masculino y femenino, y realiza acuarela; 1870-1871 radica en Madrid, inscribiéndose en la academia de san Fernando, donde estudia el desnudo natural, en donde estudia y realiza copias de las grandes obras maestras. 1871 vuelve a roma, y establece su estudio en Vicolo de San Nicolás de Tolentino, antes de su regreso a América, recorre algunas ciudades italianas. 1873, llega a Colombia y meses después Bogotá en donde establece dos academias de pintura gratuitas. 1881, en México realiza el juicio crítico a la exposición de la academia de san Carlos. 1885 pinta la capilla de la virgen de Nápoles del exconvento franciscano, en Guadalupe, Zacatecas. 1900 realiza sus últimas obras en la ciudad de Texcoco, México. 1904 muere de debilidad senil en 4 de abril en Texcoco. 1974, los restos del mas grande pintor cumbrista y retratista descansan en la ronda de los hombres ilustres del estado de México.

SU OBRA

Sus trabajos son impecables, se muestra una faceta interesante como asiduo lector, algunos trabajos son atrevidos. Hay algunos rasgos de la personalidad de Felipe Santiago Gutiérrez, ya que posee un espíritu libre. El retrato es un género que llego a dominar. Muchas de sus pinturas cumbristas con de tipo popular, desnudos.

Las técnicas que utilizaba eran las siguientes:

- Óleo sobre tela

- Lápiz sobre papel

- Lápiz y acuarela sobre papel

- Tinta sobre papel

OBRA

La cazadora de los Andes, ca. 1874

Óleo sobre tela

90 x 146 cm

[pic 3]

Este cuadro es un tema que exploró en varias ocasiones. Por lo que hizo varias versiones de esta misma temática y unos cuantos desnudos en diferentes posiciones. El desnudo femenino le atrajo desde sus primeros viajes a Europa de ahí viajó a Bogotá, Colombia donde realizo su primer versión en 1874. En 1875 hizo un desnudo de una mujer en la misma pose pero desde un ángulo diferente por lo que no la consideramos una versión. Existe una versión que pertenece al Museo Felipe Santiago Gutiérrez en Toluca, Estado de México sin firma y sin fecha. Y otra versión está en Museo Nacional de Arte de la Ciudad de México (MUNAL) fechada en 1891. Alrededor de 1888 el pintor José María Velazco expuso una de las versiones en la Feria Internacional de Paris donde fue premiada. Por otro lado en la Academia de San Carlos expuso una de las versiones y donde causo escándalo porque era la primera vez que se presentaba en México un desnudo femenino, por lo que estuvo en el salón para extranjeros, detrás de una cortina y solo se les permitió verlo a caballeros mayores de edad. El paisaje del fondo es apenas esquematizado dando a entender al espectador de que se trata de la cazadora de los Andes.

La Amazona de los Andes es la obra emblemática del artista y una de las mejor logradas; en ella se representa a Diana, la diosa griega de la caza. La pintura es una alegoría de las tierras americanas simbolizadas en la mujer. Gutiérrez consideraba a Europa el pilar de Occidente y, debido a su amplia cultura y fascinación por los clásicos griegos, plasmó un paralelismo entre Diana y las tierras de América; por tal razón llamó a su cuadro La Amazona de los Andes.

Las características destacadas de esta pieza son: se trata de un desnudo femenino, temática antes no explorada por un pintor mexicano, y que se trata de un escorzo, posición poco común en la pintura y que requiere de gran manejo de las dimensiones y perspectiva. Por consiguiente, esta es una pieza fundamental para la historia del arte mexicano.

CONCLUSIONES

Desde nuestro punto de vista concluimos que Felipe S. Gutiérrez es uno de los artistas más representativos de la pintura mexicana decimonónica. Durante su vida recorrió buena parte del mundo y la experiencia adquirida en sus viajes le permitió asimilar diversas corrientes artísticas y crear un estilo particular que lo distinguiera del resto. Pero en todos los lugares que visitó dejó muy en alto el nombre de México.

Dentro del museo que lleva su nombre podemos encontrar una compilación de 225 obras en óleo, acuarela y dibujos de las diferentes etapas de la vida artística de Gutiérrez.

Cabe destacar que el museo posee una de las colecciones más representativas y numerosas del pintor decimonónico, cuya temática comprende retratos, escenas costumbristas, religiosas, desnudos y paisajes. Al mismo tiempo, el inmueble se comunica y complementa con el Museo José María Velasco, otro pintor ilustre del Estado de México. La razón de colindar ambos museos radica en la estrecha relación que tuvieron estos artistas, tanto escolar como profesional.

La casona que alberga el museo data del siglo XVIII y principios del XIX, en un principio fungió como