“ÁLGEBRA COMO APOYO DIDÁCTICO PARA LA ENSEÑANZA DE MATEMÁTICAS”

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En cuanto a las condiciones actuales del aprendizaje en nuestros dicentes puedo mencionar que no hay nada que permita establecer una relación con las circunstancias en que los matemáticos de las diferentes épocas tenían que lidiar. Ni la misma manera de plantear los problemas, ni las mismas carencias tecnológicas, ni las mismas necesidades de comunicación. En los tiempos de antes las matemáticas se necesitaban para vivir día a día, hoy la algebra no pertenecen a la vida diaria de las personas y de esta forma se facilita menos la enseñanza de las matemáticas porque no les es tan necesario.

Por otra parte, la realidad nos muestra que los profesores no cambian sus formas de trabajo en el contexto de la tradición que se ha transmitido a lo largo de los años en términos de enseñanza. Para el mejoramiento de la calidad de la enseñanza, como se puede mostrar en experiencias exitosas en otros países como Japón con el exitoso estilo de clase de matemáticas, requiere de profesores reflexivos, que evalúen y modifiquen sus prácticas y, en consecuencia, dediquen tiempo para hacer sus planeaciones.

Ya hace un cuarto de siglo, Shon afirmaba que “la formación de profesores basada en la práctica reflexiva abriría camino ante el agotado sistema de cursos que han intentado mejorar la formación continua de los profesores con muchos años de docencia” (1983, p. 83). Cabe mencionar que en la actualidad se reconoce internacionalmente que el profesor, además de poseer un buen dominio de la disciplina que enseña, requiere desarrollar un conocimiento didáctico de la misma para de esta forma lograr un buen aprendizaje y de calidad en las escuelas.

La enseñanza de la matemática más que cualquier otra materia continúa con graves deficiencias en nuestro país. Como nos menciona Olfos en particular, “los profesores enseñan el álgebra inicial siguiendo una tradición centrada en la manipulación mecánica de símbolos” (2001, p.42). Típicamente los alumnos aprenden a manejar expresiones algebraicas y resolver ecuaciones de primer grado, sin que estas signifiquen algo para ellos o las vinculen a problemas de su contexto real, lo que ocasiona que se convierta su aprendizaje en uno tradicional y no uno significativo.

Claramente podemos ver como el aprendizaje tradicional del álgebra no se ajusta a las necesidades de una sociedad moderna. Para lograr que se cumplan las necesidades de una enseñanza modernista con el apoyo de la algebra de forma didáctica en las matemáticas, que facilite adquirir las destrezas necesarias por parte de los dicentes en las escuelas secundarias se necesita partir de las situaciones problemas a las ecuaciones y no de las ecuaciones a los problemas, como es propuesto en las enseñanzas tradicionalistas que siguen haciendo muchos de los profesores.

En nuestra actualidad los docentes necesitan implementar dinámicas, juegos, prácticas donde primero se ponga a reflexionar al alumno con alguna problemática, de forma que el guiándose con el algebra busque las soluciones necesarias, haciendo que de esta forma las matemáticas se adopten y aprendan satisfactoriamente, y no solo la enseñanza de las matemáticas deben seguir estas prácticas si no todas las especialidades impartidas en las escuelas de México.

FUENTES DE CONSULTA

Sessa, Carmen, (2005). Iniciación al estudio didáctico del algebra. Orígenes y perspectivas. 1ª ed. Buenos aires: Libros del Zorzal. p.128

SHON, D.A. (1983). The reflective practitiones. How professionals think in action. Londres: Temple Smith.

R. Olfos (2001). Actividades lúdicas y Juegos en la iniciación al álgebra. Revista Integra 5: 39-50.