There´s plenty of room at the bottom

There´s plenty of room at the bottom

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THERE´S PLENTY OF ROOM AT THE BOTTOM

El físico Richard Feynman, en su artículo científico there’s plenty of room at the bottom ilustra el problema que trató de resolver a lo largo de su vida: poder manipular las cosas en una escala pequeña. Esto consiste en lograr un importante avance a una escala nano. Se preguntó: ¿Por qué no podemos escribir los 24 volúmenes enteros de la Enciclopedia Británica sobre la cabeza de un alfiler? Veamos lo que estaría involucrado.

Si queremos reducir el tamaño de la Enciclopedia Británica en el de la cabeza de un alfiler, solo tenemos que reducir cada página de ésta 25.000 veces, y así concluiríamos que hay espacio en el fondo para hacerlo; pero, ¿cómo hacer para que ese “espacio” se transforme en “suficiente espacio”? En primera instancia, habría que reducir cada palabra con métodos tales como: la reversión de los lentes del microscopio, procesos fotográficos que generen una imagen pequeña en forma de iones o, mediante un microscopio óptico, enfocarse en una pantalla fotoeléctrica de la cual salgan nano electrones. En segunda instancia, y además de realizar algún proceso de reducción, cada letra incluida dentro de la Enciclopedia Británica serán 125 átomos (cubo de 5x5x5), lo que indica que la información del mundo puede estar escrita en forma de cubo. Entonces ¡Hay bastante espacio en el fondo!

Ahora bien, las áreas en las que la nanotecnología influenciaría en gran manera son, por ejemplo, la biología y la tecnología de computadores. De la primera Feynman concluye su importancia en el estudio de la genética, puesto que los microscopios eléctricos no son lo suficientemente buenos para lograr resultados precisos a escalas nanos. Con respecto a la segunda, él desea crear máquinas sub-microscópicas que sean más rápidas que el cerebro humano, para crear nuevas y mejores funcionalidades. Esta influencia también adquiere parte negativa. Las cosas a escala nano poseen problemas en la parte eléctrica, estética, y de lubricación. Sin embargo, no es imposible mejorar su precisión. Para ello lo más apropiado es trabajar nivel por nivel hasta encontrar el punto exacto de funcionalidad de la partícula.

Finalmente, después de todas las ideas y soluciones planteadas, Feynman concluye que la clave de la nanotecnología está en la exploración del manejo de átomos. “Los problemas del mundo pueden ser mayormente evitados si nuestra habilidad de ver lo que estamos haciendo, y de hacer cosas en un nivel atómico, es desarrollada en un desarrollo inevitable.” (Feynman, 1960).