Basilea III

BASILEA lll

Basilea III: Marco internacional para la medición, normalización y seguimiento del riesgo de liquidez, contiene las reformas del Comité de Basilea1 para reforzar las normas internacionales de capital y liquidez con el fin de promover un sector bancario más resistente: el Coeficiente de cobertura de liquidez (LCR).  El LCR mejora la capacidad del sector bancario para absorber perturbaciones procedentes de tensiones financieras o económicas, reduciendo con ello el riesgo de contagio desde el sector financiero hacia la economía real.

Durante la «fase de liquidez» inicial de la crisis financiera en 2007, numerosos bancos se vieron en dificultades por no gestionar su liquidez, por ello la importancia de la liquidez para el adecuado funcionamiento de los mercados financieros y el sector bancario.

Muchas de las perturbaciones que contempla esta norma son aquellas experimentadas en 2007 como ser:

• La desaparición de parte de los depósitos minoristas.
• Una pérdida parcial de la capacidad de financiación no garantizada en los mercados mayorista.
• Una pérdida parcial de la financiación garantizada a corto plazo con ciertas garantías y contrapartes.
• Aumentos de las volatilidades de mercado que afectan a la calidad de las garantías o a posibles exposiciones futuras a derivados.
• Uso no programado de facilidades de crédito y de liquidez comprometidas, pero no utilizadas que el banco ha concedido a sus clientes.

Como respuesta, Basilea lll plantea aumentos del nivel de capital y mejoras en su calidad así como estándares más estrictos en su liquidez. El Comité publicó en 2008 Principios para la adecuada gestión y supervisión del riesgo de liquidez «Sound Principles».

Para garantizar la solvencia y liquidez de las entidades financieras, evitando la prociclicidad, Basilea lll establece seis grandes medidas:

1. Aumento de la calidad, consistencia y transparencia del capital: Basilea III modifica el tipo de instrumentos que pueden formar parte del capital tier 1 y tier 2, y elimina el concepto de capital tier 3. Endurece los requerimientos incorporando un buffer de conservación del capital del 2,5 %, cuyo incumplimiento restringe el pago de dividendos y de  bonos. El incremento de los requerimientos será gradual, siguiendo el calendario propuesto por Basilea.
2. Requerimiento a entidades sistémicas: Basilea lll introduce un requerimiento de capital a las entidades financieras consideradas de importancia sistémica, cifrado entre un 1% y un 2,5 %.
3. Ampliación de la cobertura de riesgos: Basilea lll promueve una gestión integrada de riesgo de mercado y de contraparte, introduce el riesgo por deterioro vinculado al CVA (ajuste de valoración del crédito especificado a nivel de una contraparte), este refleja el ajuste de los precios sin riesgo de incumplimiento (default) de operaciones con derivados y de financiación con valores (SFT), así mismo propone otras medidas para incentivar la contratación de derivados OTC a través de contrapartes centrales.
4. Limite al apalancamiento: con el objeto de controlar el apalancamiento del sistema financiero. Basilea lll introduce un ratio de capital tier 1 sobre exposición mínimo de un 3 % que deberá cumplirse en 2018
5. Mitigación de la prociclicidad: para reducir la prociclicidad del sistema financiero, Basilea lll introduce, entre otras medidas, un buffer capital contracíclico de entre un 0% y un 2,5%, que debe acumularse en los años de bonanza para utilizarse en los periodos de estrés.
6. Medición y control de la liquidez: El Comité ha reforzado su marco de liquidez introduciendo dos estándares mínimos de liquidez financiera. El primero consiste en promover la resistencia a corto plazo del perfil del riesgo de liquidez de un banco, garantizando que tenga suficientes HQLA para superar un episodio de tensión significativo durante todo un mes. El segundo objetivo consiste en promover la resistencia durante un horizonte de tiempo más amplio, creando incentivos adicionales para que los bancos financien sus actividades con fuentes más estables de forma continua.

Riesgo de liquidez

El Comité ha desarrollado el LCR (Coeficiente de cobertura de liquidez) para promover la resistencia a corto plazo del perfil de riesgo de liquidez de los bancos, este garantiza que los bancos tienen un fondo adecuado de activos líquidos de alta calidad (HQLA), la norma exige que en ausencia de tensiones financieras, el valor del coeficiente no sea inferior al 100%  (es decir, el fondo de HQLA deberá ser como mínimo igual a las salidas de efectivo netas totales) de manera continuada ya que se busca que esté libre de cargas, de forma que pueden convertirse fácil e inmediatamente en efectivo en los mercados privados, a fin de cubrir sus necesidades de liquidez en un escenario de problemas de liquidez de 30 días naturales. Como mínimo, el fondo de HQLA libres de cargas deberá permitir al banco sobrevivir hasta el trigésimo día del escenario de tensión, ya que para entonces se supone que los administradores y supervisores habrán podido adoptar las medidas correctivas oportunas o que el banco habrá sido sometido a su resolución ordenada.

El LCR es un componente fundamental del enfoque supervisor sobre el riesgo de liquidez, deberá complementarse con evaluaciones supervisoras detalladas de otros aspectos del marco de cada banco para la gestión del riesgo de liquidez, con arreglo a los Principios para la adecuada gestión y supervisión del riesgo de liquidez (Sound Principles), la utilización de las herramientas de seguimiento y, en su debido momento el Coeficiente de financiación estable neta (NSFR) que complementa al LCR, tiene un horizonte temporal de un año y se ha diseñado para hacer sostenible la estructura de vencimientos de activos y pasivos.

Características de los HQLA (Activos líquidos de alta calidad)

• Escaso riesgo: los activos de menor riesgo suelen poseer mayor liquidez. Una elevada calificación crediticia del emisor y un reducido grado de subordinación aumentan la liquidez del activo, un escaso riesgo legal, un bajo riesgo de inflación y se denomina en una moneda convertible con escaso riesgo de divisas.

• Facilidad y certidumbre de valoración: la liquidez de un activo aumenta si los participantes en el mercado están de acuerdo en su valoración. Los activos con estructuras más estandarizadas, homogéneas y sencillas suelen ser más fungibles, promoviendo la liquidez.