Roland Barthes

1_ ¿Que plantea Barthes con respecto a la posibilidad de una doctrina de la lectura?

Es imposible pensar que exista una doctrina de la lectura, porque el campo es muy plural, sería un como un reduccionismo, quedarían afuera, todas las ideas, los deseos, toda la pluralidad que implica la lectura. No existe solo una posibilidad de leer, no es como la escritura, que sabemos cómo comienza y sus diferentes paros y análisis.

2_ ¿Cómo explica la pertinencia de la lectura apoyándose en la lingüística?

Barthes, dice que no hay pertinencia en el dominio de la lectura, en la lectura de los objetos, se pueden leer textos, imágenes, ciudades, rostros, gestos, etc. Lo que podemos encontrar en esto es una intencionalidad. El objeto de la lectura es solo la intención de leer.

Con respecto a los niveles, no se sabe dónde profundizar ya que no hay posibilidad de describir niveles de lectura. No hay límite estructural que pueda cancelar la lectura.

Pero Barthes dice que se puede pensar en la in-pertinencia, que es algo identitario de la lectura.

…” Como si algo, por derecho propio, enturbiara el análisis de los objetos y los niveles de lectura, y condujera así al fracaso, no solo a toda búsqueda de una pertinencia para el Análisis de la lectura, sino también, quizás, al mismísimo concepto de pertinencia (ya que la misma aventura parece estar a punto de sucederle a la lingüística y a la narratología)” (Barthes; 41.42:1987)

Para el autor toda lectura esta penetrada por el deseo, pero dentro de una estructura. Toda lectura se da en el interior de una estructura, no hay lectura “natural”, “salvaje”, la lectura no desborda la estructura, está sometida a ella, tiene la necesidad de ella, la respeta; pero también la pervierte.

3_ ¿Por qué existen los “rechazos de la lectura”?

Para Barthes, se puede hacer foco en la huella de deseo que queda en el interior de la lectura y antes en los rechazo de la lectura.

El primer rechazo, hace referencia a la exigencia (constreñimiento)que convierte a la lectura en un deber. Menciona que hay leyes de grupos de las que debemos tener derecho de liberarnos. El habla de las lecturas libres, que a pesar de ello era necesario leer.

…” la libertad de lectura, por alto que sea el precio que se deba pagar por ella, es también la libertar de no leer” (Barthes; 43:1987)

El segundo rechazo se refiere a la biblioteca, si la facticidad (objetivo) hace fracasar el deseo es por dos motivos: -el libro deseado nunca suele estar y en su lugar nos propone otro (sustituto de deseos); la biblioteca es un lugar que se visita no que se habita, es por eso que la opción de comprar puede ser liberador, algo prestado no.

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