¿Cómo enseñamos Prácticas de Lectura con sentido en el NI sala de 3 años?

INDICE:

1. Introducción

2. Red Conceptual

3. Marco teórico

3.1 Prácticas del Lenguaje

3.1.1 Hablar y escuchar en el jardín

3.1.2 Leer y escribir en el jardín

3.1.2.1 Sobre la Lectura en el Nivel Inicial

3.2 Rol docente

4. Marco institucional

4.1 Contextos

4.1.1 Gráfico

4.1.2  Histórico

4.1.3 Cultural

4.2 Realidad institucional

4.3 Realidad de la sala

4.3.1 Descripción sala Celeste

4.3.2 Itinerario de la sala

4.3.3 Registro de actividades y análisis

4.4 Caracterización teórica de 3 a 5 años

4.5 Caracterización del grupo real

4.6 Anexo

5. Secuencia didáctica

6. Registro diferido de actividades y análisis

7. Conclusiones

7.1 Karen

7.2 Janira

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Introducción:

Somos un grupo conformado por dos estudiantes^[1] del Profesorado del Nivel Inicial de la Escuela Normal Superior N°5 y estamos transitando el Taller 5 del Campo de la Formación de Prácticas Profesionales. La profesora de este taller es Andrea Machicote y la asesora del campo de las Prácticas del Lenguaje es Adriana Fraguas. La práctica del taller se llevará a cabo en el JIC Nº 4 “Mariano Boedo” DE 6 ubicado en Castro Barros 965 en el barrio de Boedo (CABA), en la sala de 3 años.

El presente trabajo se abordará desde la investigación-acción, por lo que comenzaremos definiendo este concepto: la misma es un método en el que el docente tiene un doble rol, el de investigador y el de participante. Combina dos tipos de conocimientos: el teórico y el de un contexto determinado. Al decir de José Contreras (1994): “la investigación acción convierte a la práctica en objeto de investigación, de manera que conocer y actuar forman parte de un mismo proceso exploratorio”.  ^[2]

Entendemos que este proceso nos llevará a una ruptura del modo de pensar nuestra formación docente, nuestras prácticas, el contexto y el modo de posicionarse ante un grupo determinado.

Esta investigación se da en forma de espiral dialéctica, es decir, es un proceso continuo de acción, evaluación, reflexión y nueva acción que parte de una problemática inicial. Para transitar este trayecto es esencial reflexionar sobre la práctica llevada a cabo de una manera crítica, y plantear nuevos interrogantes o continuar con la misma línea de trabajo de la problemática en cuestión.

La modalidad del taller también coincide con las características de la investigación-acción: participativa y colaborativa. En nuestro caso es participativa porque  varios integrantes conformamos un grupo con un fin determinado y un mismo interés, por lo cual se toman las decisiones y se reflexionan en conjunto. Es colaborativa porque cada persona aportará su propia experiencia, conocimiento e interrogantes para poder realizar una investigación grupal.

Comenzaremos a investigar a partir de tres interrogantes del área:

1. ¿De qué manera enseñamos Prácticas del Lenguaje sin utilizar sólo los literarios  como textos de lectura?
2. ¿Qué prácticas de lectura construyen sentido en el Nivel Inicial?
3. ¿Qué elementos podemos utilizar para la construcción de sentido en la lectura que realizan niños y niñas en el Nivel Inicial?

Concertando con la escuela, nos inclinamos por la siguiente formulación:

¿Cómo enseñamos Prácticas de Lectura con sentido en el NI sala de 3 años? (No necesariamente desde la Literatura)

“Es necesario comprender que ningún tipo de texto es más difícil que otro para comprender o producir. Esto está relacionado con el contacto que tengan con los textos, y el contacto será propiciado por el docente, dándole así las mismas oportunidades para los alumnos.”^[3]

Prácticas del Lenguaje en el Nivel Inicial

“Pensar en las Prácticas del Lenguaje implica concebir de otro modo el objeto de enseñanza. Ya no se tratade enseñar lengua – los tipos de textos y sus aspectos lingüísticos-; sino las prácticas sociales que llevamos a cabo con el lenguaje: hablar y escuchar, leer y escribir. Si el objeto son las prácticas, los contenidos fundamentales de enseñanza son los quehaceres del hablante, del oyente, del lector y del escritor”^[4]

Para abordar la enseñanza de las prácticas del lenguaje debemos tener en cuenta que es una práctica social y cultural, no es un código consagrado que debe ser reproducido prolijamente. A partir de la lectura del texto “Lengua oral en el Nivel Inicial” de Rosemblum de Muller, podemos decir que es una práctica social porque  pone en juego actividades comunicativas y reflexivas, expresando ideas, estableciendo relaciones y organizando nuestros pensamientos. Basándonos en el texto: “La lectura en el Nivel Inicial” (2008)  podemos decir que es una práctica social porque los quehaceres que se enseñan y lxs niñxs construyen son funciones sociales, necesarios para la convivencia y manejo de la sociedad.

La lectura y la escritura son prácticas sociales con un objeto particular, la lengua escrita. Objeto creado por la cultura, imprescindible en el funcionamiento de nuestra sociedad. La lengua escrita es mucho más que un conjunto de marcas gráficas para sonorizar o transcribir. Además de un sistema de notación convencional, el lenguaje escrito representa distintas formas discursivas que están presentes en la vida del niño: carteles y folletos publicitarios, diarios, revistas, textos en las pantallas de la TV; cartas, boletas de servicios, calendarios, agendas, libros de cocina, libros de cuentos, de poesías, enciclopedias, etc. Ese mundo complejo no se desentraña con el reconocimiento de las letras. Señala Emilia Ferreiro: “Las propiedades de los objetos sociales sólo se pueden develar a través de interacciones sociales. La adquisición de la lengua escrita incluye el aprendizaje del código pero no se reduce a él”. ^[5]

 Entendemos que lxs niñxs antes de ingresar a la institución escolar ya están sumergidos en una sociedad, que ya se comunican y se expresan, por eso consideramos importante que se puedan desarrollar sus capacidades comunicativas a través del lenguaje verbal y los lenguajes no verbales, este es el objetivo fundamental del Nivel inicial. Entonces, si pensamos en el sistema de la lengua escrita y las experiencias previas, se reconoce que el aprendizaje de la lectura y la escritura se inician mucho antes de que los niñxs ingresen a la escuela y que el jardín es un ámbito fundamental para que dichos procesos sean objeto de trabajo con ellxs.