5 horas con Mario

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Creo que el personaje de Carmen está muy bien construido, refleja bien la mentalidad de una gran mayoría de las mujeres españolas de la época. Una mujer sumisa, una ama de casa, plegada a los deseos de su marido, sin voz y sin voto en temas importantes y dedicada por completo a su familia, esto ella lo asume, así como muchas más mujeres de la época, ya que aunque las personas tenemos una serie de valores individuales, estamos también condicionados por los valores y pensamientos de la gente que nos rodea, de la sociedad. En mi opinión ni Carmen ni su marido tienen toda la responsabilidad del funcionamiento de su relación, ambos (aunque más claramente Carmen) son presos de la sociedad, y acatan sus normas y convencionalismos, por muy estúpidos que les puedan parecer, pero es lo socialmente correcto.

Sería erróneo pensar que esto queda muy lejos en nuestra actual sociedad, pues aunque los valores colectivos han evolucionado, todos seguimos condicionados por ellos, es decir, aceptamos el funcionamiento de las relaciones tal y como lo vemos, tal y como nos lo enseñan, a través de la educación. A Carmen le parecía normal, e incluso beneficioso, el hecho de que las mujeres o los pobres no estudiaran, así era como la sociedad en su conjunto lo veía. Hoy en día los valores comunes han cambiado, ahora todos, en mayor o menos medida, entendemos que a la hora de estudiar no debe haber diferencias por sexo o clase social, nuestra sociedad lo entiende así, y así los trasmitimos a las generaciones venideras.

En la obra también hay una profunda crítica al clasismo predominante en la época. Carmen es profundamente clasista, muestra soberbia, e incluso desprecio, hacia las clases inferiores, y respeto hacia las superiores, tiene envidia a de los demás, de sus vecinos y deseos de movilidad social ascendente, que niega a las clases por debajo de ella, por ejemplo a los pobres: “Quieren ser señores y no puede ser.” Carmen elige a Mario por delante de Paco, porque le parece que es un mejor partido, sin llegar a ser el hombre ideal, sin embargo Paco acaba siendo un señor, y por tanto a Carmen se le rompen los esquemas. Carmen ahora se siente atraída por Paco, por su recién adquirida posición social y económica y le reprocha a Mario que no haya sabido adaptarse, que no acepte el funcionamiento de las nuevas clases sociales, y que para ascender haya que hacer cosas poco éticas, porque Mario no quiere plegarse a la aceptación de la corrupción como método de ascendencia social.

En mi opinión, la sociedad en la que se desarrolla la novela era más clasista de lo que es hoy en día, aunque queda camino por recorrer, siguiendo con el ejemplo de los pobres, la sociedad de 1960 prácticamente negaba el derecho de estos a estudiar, hoy en día los valores colectivos son otros, y a pesar de que el clasismo sigue pendiente en nuestra sociedad, nadie le niega a otros la educación por su origen social. Creo que hay un contraste claro entre la sociedad de 1960 y la actual, al igual que considero que la España de esa época, y su clasismo y machismo, están hoy presentes en países menos desarrollados que España, dónde solo las clases más pudientes tienen acceso a la educación, y se sigue considerando a la mujer como una mera observadora del avance de la sociedad, sin otórgale las mismas posibilidades que a un hombre.