Analogía del héroe de la Grecia Clásica y del hombre del siglo XXI a partir de las características literarias.
Enviado por mondoro • 13 de Diciembre de 2018 • 2.081 Palabras (9 Páginas) • 431 Visitas
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“La vergüenza de Ignacio Vélez, acostado en el barro ahora (…) toda su indignidad grita en la llanura esta noche. ¡Y seguirá gritando hasta que se le hagan polvo los huesos! Esa carroña gritará para los hombres que lo vean podrirse y anden queriendo traicionar la ley de la llanura”. “¡Si alguien se atreviera (a enterrarlo), más le valdría no haber nacido! (cita de “Antígona Vélez)
Estas citas corresponden a Creonte y Don Facundo, quienes detentan el poder y por ello creen anteponer su voluntad a la de los dioses, siendo éste su error fatal que más tarde terminaría en tragedia.
Retomando la otra característica fundamental en la que se centra mi ensayo, la anagnórisis, tomé los casos de hijos y nietos recuperados que, en la última dictadura militar acontecida entre 1976 y 1983 en nuestro país, al momento de su nacimiento, su identidad fue sustraída al ser entregados a otras familias y sus progenitores asesinados, ya que estos se hallaban clandestinamente presos. El descubrimiento de la verdad, de su identidad, en muchos casos luego de años de búsqueda, es el ejemplo más claro y resonante de cómo puede en la actualidad existir una revelación que altere la idea de quién es uno mismo y provocar un cambio de su propia realidad.
Para citar un caso en particular, tomé el testimonio de Juan Cabandié, nieto recuperado y Diputado de la Nación: “Junto a unos compañeros, preparando un final, tuvimos que hacer un relato de cómo eran nuestras vidas. Dije que tenía una mala relación con el que aún era mi padre. Terminé diciendo ´quizás no sea mi padre y soy hijo de desaparecidos´”. “En el 2004 me llaman y me dicen: ´vos sos Juan Cabandié, tu madre es Alicia Alfonsín de Cabandié, tu padre es Damián Cabandié. Tus padres militaban en la villa más grande de Buenos Aires y vos naciste en la ESMA´"
En cuanto a las obras literarias, la anagnórisis se da fundamentalmente en las obras clásicas, ya que este reconocimiento es ineludible para alguno de los personajes principales. De esta manera se da en “Edipo Rey”, cuando Edipo confirma lo que antes Tiresias le había anunciado, en el momento que el pastor y testigo del asesinato de Layo reconoce al rey de Tebas que él mismo había entregado al hijo del rey anterior a un mensajero en un acto de piedad, con lo cual comprueba que la profecía se ha cumplido: él asesinó sin saberlo a su padre y se casó con su madre. “¡Ay, ay! Todo se cumple con certeza. ¡Oh luz del día que te vea ahora por última vez! Yo que he resultado nacido de los que no debía, teniendo relaciones con los que no podía y habiendo dado muerte a quienes no tenía que hacerlo”.
Además, se ve el reconocimiento del error de Creonte en “Antígona”, ya que luego de presenciar el suicidio de su propio hijo ante la muerte de su prometida, y de enterarse de que su esposa se quitó la vida por el fallecimiento de su hijo, el rey de Tebas sucumbe ante las consecuencias que produjeron sus decretos que intentaron ir por encima de lo que los dioses mandan. “¡Ay! ¡Ay de mí! De todo, la culpa es mía y nunca podrá corresponderle a otro hombre. Sí, yo la maté, infortunada (por su esposa) …”, “Hijo mío, yo sin quererlo te he matado y a ti también, esposa, mísero de mí (…) Todo aquello en que pongo mano sale mal y sobre mi cabeza se ha abatido un destino que no hay quien lleve a buen puerto”.
Sin embargo, a diferencia de la obra de Sófocles, en “Antígona Vélez” el personaje que hace un espejo de Creonte, Don Facundo Galván, no cae en la anagnórisis al oír de la muerte de su hijo y la prometida de éste, ya que no reconoce como producto de sus decisiones los fallecimientos de ambos inocentes, aunque bien se siente afligido por la noticia.
“-Don Facundo: Hombres, cavarán dos tumbas, aquí mismo, donde reposan ya. Si bien se mira, están casados.”
“-Hombre: Señor, estos dos novios que ahora duermen aquí no le darán nietos”
“-Don Facundo: ¡Me los darán!
“-Hombre: ¿Cuáles?
“-Don Facundo: Todos los hombres y mujeres que, algún día, cosecharán en esta pampa el fruto de tanta sangre”.
Para ir cerrando, creo haberme explayado lo suficiente, (tal vez demasiado) espero que usted, amable lector, sepa entender y gustar de la literatura no solo como un simple método de entretenimiento, sino por el contrario, del más genuino y sutil modo que tiene un autor de exponer sus ideas acerca del mundo en el que está inmerso. Esto es especialmente admirable cuando se leen obras que fueron hechas hace más de 2000 años, donde la forma de entender la realidad era completamente diferente a la actual, pero muchas de las inquietudes y problemas de aquella época se asemejan a los que tiene el hombre de ahora.
Por esta razón, dejo que mi ensayo finalice con una pregunta-reflexión, prácticamente de naturaleza filosófica, que al mismo tiempo sirva de invitación para encontrarlo a usted en un texto posterior: ¿tienen realmente respuesta las preocupaciones y las preguntas que el ser humano posee y que se remontan desde la Antigüedad hasta nuestros días?
Bibliografía:
- Aristóteles, S.IV a.C., Poética.
- Ball, P. Curiosidad, por qué todo nos interesa
- Cabandié,J www.espaciomemoria.ar/megacausa_juicio.php?ju_ID=144&cabezal=megacausa&barra=megacausa&titulo=megacausa
- Marechal, L. (1951) Antígona Vélez. Ediciones Colihue, 2011.
- Sófocles, S.V a.C., Antígona. Edipo Rey. Ediciones Salim, 2016
- Wikipedia. Artículos sobre hamartia y anagnórisis
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