Comprencion lectora.

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Durante la búsqueda de alumnos llegué a la conclusión que cada clase que impartamos como docentes debemos ir de la mano de la motivación y antes de una motivación está la sugestión, para llegar así a una buena comprensión. Todas estas definiciones sobre ¿Qué es cada una de ellas? y ¿cómo se llevan cabo? se muestran en el segundo capítulo, en el cuál también se implementan una serie de ejercicios para mejorar la comprensión lectora desde la perspectiva del autor Eduardo Robles, y otras estrategias que con base en mis estudios y práctica personal elaboré para sacar adelante el problema de la comprensión con el apoyo de la motivación.

Por último encontraras un tercer capítulo en cual narraré mi experiencia docente, y cómo llevé a cabo las estrategias para elevar la comprensión lectora y la auto motivación de los alumnos. Y para finalizar, a manera de conclusión, expreso cómo me sentí al llevar a cabo las estrategias y qué me quedó de aprendizaje. Y como complemento a la aplicación de estrategias, en un apartado de “anexos” se encuentran algunos ejercicios que llevaron a cabo los alumnos, en los cuales es factible comprobar su avance. Así los anexos serán la evidencia final del trabajo docente y años de estudio.

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CAPÍTULO l

“ANTECEDENTES, TEMA DE ESTUDIO Y DE TRABAJO DOCENTE”

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1.1 TEMA DE ESTUDIO Y PROBLEMA DE TRABAJO DOCENTE

Durante mi estudio y preparación para docente, siempre me he planteado cómo aportar algo importante a mi desarrollo. Práctica tras práctica, he observado problemáticas diferentes, que de acuerdo al medio sociocultural en el que se encuentra la institución visitada, es como empieza a existir la diversidad en la falla del mecanismo educativo de la escuela para el aprendizaje; cuando hablamos de escuela nos referimos a todas aquellas personas que la conforman (padres de familia, maestros, alumnos y miembros externos e internos de la institución.).

Hoy que presento mis prácticas finales que corresponden al séptimo y octavo semestre de la licenciatura en educación secundaria de la especialidad de español en la Escuela Secundaria Técnica número 1, estoy en condiciones de probar que estudié detenidamente el comportamiento de los alumnos y las fallas más recurrentes en su proceso de aprendizaje, y que encontré diferentes grietas por las cuáles se escabulle el conocimiento.

Como un tsunami que arrolla, destroza, despedaza sueños y sociedades completas, así funcionan las fallas que cometemos los docentes y la sociedad. Algunos de los tsunamis de la educación más resaltantes en la institución son:

- La mala disciplina que atormenta al salón de clases, con sus gritos acompañados de palabras obscenas, y puertas y pupitres que no dejan de “llorar” por el mal trato que reciben; cuadernos que están llenos de letras que al unirse sólo expresan el sentimiento y el rencor que ese joven le trae a la vida por “x” razón, indisciplina que lleva a preguntarse ¿Dónde quedó el aprendizaje significativo?

- Falta de ortografía, es un problema que abunda y dicho que deberíamos estar preparados para llegar a un salón de clases y enfrentarnos a este

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fenómeno que es devastador para la escritura clásica pero favorable para la moderna. Siempre justificamos este problema gracias al internet, pero no nos hemos puesto a pensar que en todos los temas principales de la materia de Español, en el nivel secundaria, existen pocos enfoques a mejorar la ortografía, o a enseñarles cuándo, cómo y dónde utilizar la escritura moderna y la clásica. Esta dificultad no se inicia en la escritura, sino que nace de la mala pronunciación de las palabras, que es un fenómeno gramatical quedado en el olvido de planes y programas regidos por la SEP (Secretaria de Educación Pública).

- Cómo dejar a un lado el problema de lectura que en nivel secundaria sigue presentando el lector monosílabo, la tartamudez al leer, la confusión de palabras, la lectura lenta, la falta de comprensión lectora, y el rango de palabras leídas según su grado cursado. Desgastante sería seguir mencionar la gran cantidad de dificultad que existen, pero éstas son las más sobresalientes en la Escuela Secundaria Técnica número 1.

Elegí integrar la información por su marcada concurrencia en los ejercicios de aula y la poca cobertura activa que se les brinda. Por esta razón, mi trabajo habla sobre “Motivación y comprensión lectora en alumnos de 3ro de la Escuela Secundaria Técnica número 1”.

Como un velocista que se encuentra con obstáculos por su camino, así me fui encontrando con estas evidencias. Lo primero que observé fue el comportamiento que varía de acuerdo al docente que está dentro del aula; algunos maestros confunden la disciplina con la militarización de los alumnos, y otros, la buena conducta con el libertinaje, tal es el efecto que causa el maestro dentro del aula, que al pasar por la plaza cívica cerca de sus alumnos, causa que inconscientemente modifiquen su comportamiento, hasta estar seguros de que se ha retirado el maestro. Y en esta falla de conexión que aparece entre docente y alumno, localicé que la falta de motivación es clave para el funcionamiento del cerebro y una buena disciplina dentro y fuera del aula de clases. De igual manera, al revisar sus trabajos de clase me dio tristeza observar la faltas de ortografía que existen en cada uno de ellos y sin duda alguna este problema afecta muchísimo su escritura clásica.

El maestro Concilión Sánchez (Q.E.P.D), de la secundaria general Simón Bolívar, del municipio de Navolato, dijo que la falta de ortografía no era un problema de cómo escribir sino un problema de cómo pronunciar las palabras (gramatical). El 2011 en la Escuela Normal de Sinaloa (ENS), el maestro Rodolfo Cabrera, coincidió con esta opinión, por lo que me he puesto como objetivo mejorar escritura y la lectura de los propios estudiantes, a partir de un ejercicio intenso de dicción o pronunciación correcta de grafías y entonación de sílabas tónicas.

Como dice Eduardo Robles, en su libro “si no lo leo me a-aburro”, que parece que México es el país que Ray Brandabury describió en su fascinante novela de ciencia ficción Farenheit 451, donde los hombres no leían y casi