De la idea de la Universidad a la Universidad de las ideas

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En ciertos países existían universidades sin fines de lucro que tenían funciones semejantes a las públicas pero luego fueron objeto de la misma competencia por considerar que debido a la falta de generación de ingresos no permitía su expansión. Esto llevo entonces a la Mercantilización de la universidad, llevado a cabo en dos fases; la primera (1980, mediados 1990) se expande y se consolida el mercado nacional universitario, la segunda al lado del mercado nacional surge el mercado transnacional, que al final de la década es transformado en la solución global de los problemas de educación por el Banco Mundial y la Organización Mundial DEL OJO Comercio.

La disminución de la inversión del Estado en la universidad pública y la globalización mercantil de la universidad son los pilares de un proyecto global que busca transformar el modo como el bien público se convirtió en un campo de capitalismo. Este proyecto tiene diferentes niveles y formas de mercantilización. El primer nivel de mercantilización consiste en persuadir a la universidad en superar la crisis financiera mediante la privatización de algunos servicios que presta. El segundo nivel consiste en eliminar la diferenciación entre universidad pública y privada para transformarlas en una empresa. Los pilares de este proyecto político educativo se siguen en curso.

La descapitalización de la universidad pública.

La crisis de la universidad pública por vía de la descapitalización es un fenómeno global, en el centro, periferia y semiperiferia con consecuencias diferentes. En Europa, excepto Inglaterra, el sistema universitario es casi totalmente público, la universidad pública ha tenido en general, poder para reducir el ámbito de la descapitalización, al mismo tiempo que ha podido desarrollar la capacidad para generar ingresos propios del mercado. Esta estrategia ha dado resultado por el poder de la universidad y por sus aliados políticos para impedir el surgimiento del mercado universitario privado. En España ha tenido éxito, mas no en Portugal. En Estados Unidos las universidades privadas ocupan la mayor parte del mercado, obligando así a las universidades públicas a buscar otras fuentes de financiamiento. En la periferia donde la búsqueda de recursos es casi imposible, la crisis llega a proporciones catastróficas. En un documento de la UNESCO de 1997 acerca de la universidad en África, hablada de las condiciones precarias y deplorables de las instituciones. El Banco Mundial diagnosticó la situación como irremediable, por ser incapaz de incluir en sus cálculos la importancias de las universidades en la producción de pensamiento libre y comprendió que las universidades africanas no generaban suficiente ingresos, por lo cual les impuso que dejaran de invertir en la universidad y concentraran los pocos recursos que tenían en la educación primaria y secundaria, y permitir que el mercado internacional les solucionara el problema de la universidad.

Con la crisis económica que se alteró a mediados de los años setenta, se generó una contradicción, la reducción de la inversión en la educación superior y el aumento de la competencia del sector productivo que se hallaba en la búsqueda de innovaciones tecnológicas y la formación de una mano de obra altamente calificada.

Este crecimiento productivo llevó a la preparación de los trabajadores con módulos formadores no académicos inmediatos, para luego recurrir a la formación académica permanente. Este proceso de cambio conllevó a que la universidad vacíe la cobertura humanística y cultural de sus objetivos para adaptarse a las exigencias de la crecida económica.

El involucramiento del sistema económico también provocó que la demanda académica se cumpliera mediante el pago del servicio prestado por la universidad, por lo que el derecho a la educación sufrió un cambio radical. Con esto se eliminó la gratuidad de la educación y la sustitución de las becas estudiantiles por préstamos, convirtiendo a los estudiantes en consumidores.