Donde este mi corazon.

...

Ocho

La mamá despertó a Montse, ya que Carolina la llamaba por teléfono en la mañana, igual era tarde, y apenas llegó a la sala a contestar, no le gustaba hablar antes de lavarse los dientes, pero si no le contestaba a Carolina, capaz que se viene altiro a su casa enojada, entonces Montse le dijo a Carolina que era una cerda por haberlos dejado solos a ella y a Sergio. Entonces Carolina le dijo: esto es blanco o negro, si gusta quedate con él, sino ella se lo quedaba. Entonces Montse le dijo que era muy dulce. Entonces Carolina le dijo que va ser para ella un buen verano, porque se notaba que el chico estaba interesada en ella, y ella tiene ya 17 años, Carolina le dijo que tenia que olvidarse de Arturo y Carolina le preguntó si tenía miedo. ¡no! Grito Montse, pero Carolina era su mejor amiga, era su único nexo con el mundo real, Carolina le preguntó cuando volvería a verlo.

SEGUNDO LATIDO :

Esa tarde le tocaba ir al doctor, un examen al corazón, Montse miraba de reojo el aparato, pero con confianza, esos días de angustia y el miedo que dominaban cada una de esas escenas ya habían pasado, le quitaron todos los cables del examen y ella se vistió y fue donde el médico que la esperaba. Un año antes estaba perfectamente y luego. La vida podía cambiar en un segundo.

El doctor Molins le dijo que estaba muy bien, a Montse le gustaba su médico y no sólo porque le había salvado la vida, era un buen hombre, lleno de ternura, sensibilidad y comprensión.

El doctor le pregunto que hacia, si actuaba normal, tu ya me entiendes… Ella dijo que lo intentaba. Es lógico dijo el médico, crees que cualquier esfuerzo puede provocarte algo irreparable, pero debes tomar confianza, por eso es importante llevar una vida normal, tu corazón debe asimiliar esa normalidad, pero tu mente también, y el doctor como siempre le decía: Que ella era su mejor ayuda. Entonces Montse le dijo que ella trataba pero en su casa la trataban como una inválida y están pendientes de mí , a veces me ahogan, me basta con mirarlos para que todo vuelva a mi memoria, me hacen sentir mal, un estornudo es suficiente para que me pregunten si estoy bien, si me duele algo. El doctor le dijo que pensara que en unos meses, puede que menos, en unas semanas, todo esto habrá pasado y la normalidad será absoluta, que tuviera paciencia. Los padres de Montse esperaban afuera, él había querido hablar solo con ella. Salieron riendo y lo que dejo sorprendidos a su padres.

Diez

Normalidad, una palabra fácil de pronunciar, pero difícil de poner en práctica, la madre que se llamaba Maite la empezó interrogar, que le había dicho el médico, etc. Entonces quien su esposo también reto, se puso a llorar, con lo que he pasado , entonces Montse iba a decirle que era ella la que había estado a las puertas de la muerte, pero logró contenerse. Era su familia y compartían lo bueno y lo malo, y más cuando lo malo era muy malo. Entonces Montse le reprochó a su madre que porque era tan fatalista o pesimista, siempre pensando que algo le puede pasar a su padre, a sus hermanos, a ella, la madre dijo que no lo podía evitar , entonces Montse le dijo que a todos le hacia la vida imposible siendo así. Pero dejaron de discutir y en menos de 20 minutos estuvieron de vuelta al pueblo donde vivían, ya que el médico atendía en Barcelona. (P. 49)

Once

Montse acaba de sentarse a ver un partido en un polideportivo, cuando aparece Sergio y se acercó y saludó, se notaba que él se ponía nervioso, tenso, aunque ya no se mostraba tan timido si se acercó a ella, ella lo invito a sentarse, le preguntó si había encontrado trabajo, y él dijo que no, entonces Montse dijo que el pueblo tenía como 5000 personas, según el censo del pueblo, y que no es un pueblo con industrias, salvo una fábrica de chocolates y otra fábrica de cemento, y que abundaban los pequeños comercios. Ella le preguntó por su familia, pero cambio su mirada, al parecer no quería hablar de ese tema. Entonces él le dijo que necesitaba estar solo y por eso se había ido de su casa, entonces ella dijo que ojalá ella pudiese hacer lo mismo, ella le preguntó que va a hacer si no encuentra trabajo, pero le volvió a decir que tenía algunos ahorros para aguantar un par de meses. El la miraba, y miraba la pista del juego, pero no la miraba como la miran sus vecinos o amigos para querer saber de su salud, era una mirada que la acariciaba con los ojos, como si le hablaran con ternura a través de ellos, percibía que le gustaba y sentirse así le producía intranquilidad, había creído que nunca más la mirarían como la miraba Sergio, y si es que alguien la había mirado de esa forma. Es más pensó que jamás sentiría lo que estaba sintiendo ahora. De repente ella vió a Arturo y quiso irse.

Doce

Sergio la siguió y ella caminaba rápido, él preguntó quien era ese que la había puesto tan furiosa, ella le dijo con chispas en los ojos que era una amigo que no se portó bien y ya está, ella le dijo que la perdonara, pero las cosas no había sido fáciles para ella, entonces él le dijo que si había estado enferma, y ella dijo que sí, nada más. Montse le dijo que el chico se llamaba Arturo y había sido algo así como novios, pero el dejo de verla, entonces Sergio dijo que si ese chico se volvió loco, salió de un manicomio, entonces ella dijo que no se había portado bien con ella, él le hizo mucha preguntas, si lo quería aun , o si lo odiaba. Ella dijo que era un preguntón, y los 2 comenzaron a reírse al mismo tiempo, liberándose de últimas energías negativas, de sus miedos y dando paso a una sensación de libertad. Entonces Montse dijo con todo su dolor, pero que le salió del alma ¡no, Ya no lo quiero!

Trece

Se tomaron unas limonadas, él le dijo que parece que todos la conocían porque la saludaban, pero solo la había visto con Carolina, y le dijo que ella era su mejor y única amiga. Entonces él le dijo que todos pasamos malos momentos, no eres la única, ella quiso irse a cenar, y él trato de invitarle de nuevo a salir, quedaron de verse a otro día en la mañana, pero ella no quiso que la fuese a dejar y fue cortante, él la quedó mirando hasta que Montse se alejó.

Catorce

Ella se fue pensando en Sergio y en las 3 ocasiones en que había estado con él, cuando notó una presencia cerca de ella, al levantar los ojos del suelo, lo vio. Arturo. Se quedó paralizada, no sólo no lo esperaba, sino que fue como si le atacara a traición, Arturo la saludo, siguió caminando