EL DESNUTRIDO ESCOLAR-ANÁLISIS CAPITULO POR CAPITULO
Enviado por Ensa05 • 22 de Diciembre de 2018 • 1.772 Palabras (8 Páginas) • 2.177 Visitas
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El capítulo tres aborda el tema sobre los roles familiares y como una economía-política oscilante hizo que muchos jefes de familia perdieran sus trabajos, a medida que la economía caía, caía de igual manera la cooperación, solidaridad, y el sentido de pertenencia se desvanecía. Esto repercutía de manera grave en los niños que se sentían abandonados por la sociedad y presentaban sentimientos muy arcaicos de desamparo y abandono.
A continuación en el capítulo cuatro se comenta que las dificultades más importantes en el aprendizaje de niños pobres estructurales o nuevos pobres, se encontraron en la lecto-escritura. Uno de los problemas más severos lo constituía la gran dificultad para escribir al dictado y comprender el texto escrito. En el sector de los nuevos pobres se encontraba perturbaciones que agravaban cada vez más las dificultades de aprendizaje y la relación con sus semejantes se hacía cada vez más difícil, en los pobres estructurales las perturbaciones se acentuaron, los problemas de aprendizaje pasaron a un segundo plano, mientras que los problemas con drogas y violencia familiar paso a un primer plano. Al ser sujetos en formación, rodeados de un ambiente no estimulante, muchas veces fueron mal diagnosticados por las escuelas, docentes, que consideraban que estos niños no estaban en condiciones de asistir a una escuela “común”, rotulándolos como “deficientes mentales”. Los niños pertenecientes al sector de pobres estructurales, se encuadran dentro de lo que llama la autora como “desnutridos escolares”, en estos niños se observa un psiquismo históricamente empobrecido.
El capítulo cinco “Desnutrido escolar” nos muestra la diferencia del niño con problemas de aprendizaje reactivo y el desnutrido escolar, ya que este último en vez de reaccionar, se posiciona pasivamente ante el fracaso. El niño con problemas de aprendizajes reactivos pudo desear aprender, pero no se le suministro de situaciones de aprendizaje que lo hicieran posible, conllevan en sí mismos la posibilidad de que el niño adopte una posición defensiva frente a la violencia simbólica de algunas escuelas, en cambio el desnutrido escolar no puede defenderse. Inés Rosbaco se interroga acerca de cuál es el punto de articulación entre estructura social y la constitución subjetiva, bases materiales del problema de aprendizaje. Y, yendo más lejos aún, se pregunta de qué manera lo social es partícipe de la constitución de la subjetividad y cuál es su incidencia en la configuración del síntoma del no aprender.
Las madres de niños con problemas de aprendizaje ponen el énfasis en lo autoconservativo, haciendo “oídos sordos” a los deseos de estos y/o a su sufrimiento psíquico. La posibilidad de poder proyectar el futuro de sus hijos, les abre a estos el acceso a la terceridad, iniciando de este modo el camino hacia la simbolización y favoreciendo la construcción de un proyectó identificatorio en el niño.
Como resultado de esta investigación científica propone, la creación de un dispositivo pedagógico grupal que les permita a los chicos re-significar el aprendizaje como un espacio del que pueden apropiarse y sobre todo recuperar la confianza en sí mismos. Sugiere también que el docente a la hora de transmitir los contenidos curriculares tenga presente ciertas certezas acerca del origen de los niños, que los alumnos tengan un espacio para las autoreferencias desde donde sostienen y afirman su propia identidad.
Los últimos capítulos y las conclusiones informan sobre los avances en los aspectos más psicológicos de la investigación y su lectura propicia el campo adecuado para proyectar la tarea.
Desde el punto de vista de la autora, estos chicos se han transformado en niños pensados sin proyecto, no sólo por la sociedad sino por sus propios referentes familiares que padecen de carencias básicas de energía libidinal para su sostén y asistencia.
Si un profesor sabe que para explicar un determinado saber debe tener en cuenta aspectos económicos, políticos, sociales, cuando prepare sus clases no tendrá en consideración la diversidad de factores que afectan al grupo concreto al que se dirige. Pero, a la hora de pensar en términos didácticos, tanto en el “éxito” como en el “fracaso” de logros y dificultades de aprendizaje, los docentes generalmente omiten lo que de manera esencial constituye un saber preliminar a todo conocimiento de la materia sobre sí misma.
“Comprender la historia es saber que se escribe todos los días y que todos estamos llamados a hacerlo. Nadie puede ausentarse. Esta presencia no omite sufrimientos ni desgarros”. (Rosario, Homo Sapiens, 2000. por Patricia Guindi, Universidad Nacional de Buenos Aires.)
Como sostiene Inés Rosbaco desde el título de uno de sus capítulos: “No obstante la escuela puede...”. A pesar de los pesares que habitan el país, la vida tiene la posibilidad de las transmisiones.
Para finalizar, a mi parecer, este libro ciertamente fue, es y será una gran aporte para toda la comunidad, ya que no solo nos informa sobre la dura verdad de vida que sufren estos niños llamados “desnutridos escolares”, sino que también nos sirve de guía a nosotras/os futuros docentes, para no tropezar en los mismo errores del pasado, y así poder evitar las “profecías de fracaso”.
BIBLIOGRAFÍA:
- Inés Rosbaco, (2000). “El desnutrido escolar”; Rosario: Homo Sapiens Ediciones.
- Silvia Schlemenson, (1996). “El aprendizaje: un encuentro de sentidos”; Rosario: Kapelusz.
- Inés Rosbaco, (2011). “En el camino de la desubjetivación: el desnutrido escolar”; Rosario: Homo Sapiens Ediciones.
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