EL PECADO ORIGINAL.
Enviado por poland6525 • 26 de Enero de 2018 • 1.974 Palabras (8 Páginas) • 424 Visitas
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-¡Uau!, replico Addalin mientras dejaba caer el cigarro de sus manos.
-Esto apenas se pone interesante.
Con el anillo de su padre en el dedo y la espada del mismo en la mano Marcellus se dispuso a segar la vida de Valentine, aunque que fallo en el intento se dio cuenta de algo, al cortar a Valentine vio como su ojos se tornaban negros, era como si la oscuridad infinita reposara sobre ellos mientras las venas circundantes a los mismos se encendían en fuego, -Creía haber acabado con tu clan, maldito seas Segador, esta noche morirás y contigo tu linaje también lo hará- Las palabras de Valentine no parecían llegar a los oídos de Marcellus el cual estaba paralizado de miedo. La noche se torno ajetreada con la lucha de ambos, Marcellus nunca había luchado en su vida, pero con la espada en sus manos parecía fluir al igual que un maestro lo haría, la lucha se torno intensa, Marcellus sintió un poder que nunca había sentido mientras Valentine se transformaba en un espectro demoniaco, el miedo, la ira, la venganza inundaban la habitación rompiendo el silencio con siniestro grito de dolor, lanzado por Valentine, Marcellus había logrado atravesarlo con su espada, pero la muerte de aquel hombre no logro saciar su venganza.
Marcellus se dirigió al lugar donde se asentaba el clan Valentine, para buscar a Cassie pero lo que encontró fue un ejército custodiando la entrada, al verlo todos y cada uno de los hombres y mujeres se transformaron al igual que lo hizo Valentine, Marcellus aun no lograba comprender lo que estaba sucediendo simplemente tomo su espada y mientras acababa con cada uno de ellos no dejo de escuchar la palabra Segador, tras observar el desastre y los ríos de sangre que había derramado, se dirigió a donde suponía que Cassie iba a estar, destruyendo a todo el que se pusiera en su camino sin saber que al mismo tiempo su alma vendía al diablo.-¿Que me está pasando?- fue lo primero que dijo tras encontrar a Cassandra,-Eres un Segador, tu linaje básicamente fue creado para acabar con nosotros- dijo Cassie mientras Marcellus pregunta –¿Qué diablos son ustedes?, -Somos demonios inmortales alimentados de las almas de inocentes… dijo Cassandra mientras uno de los integrantes de su clan atravesaba el corazón de Marcellus por la espalda, -Cumplí con mi misión- dijo mientras Cassandra se arrodillaba para tomar en sus manos al hombre que amaba, él cual moribundo susurraba el amor que por ella él guardaba, mientras sus ojos cerraba, ella daba la mayor muestra de amor que se le era posible cedió su vida para regresársela a Marcellus y no solo eso, también para darle la inmortalidad que aseguraría la perpetuidad del mundo.
Al despertar Marcellus atisbo lo que había sucedido, tomo el cuerpo de Cassie y lo llevo al lugar donde siempre se reunían para sepultarlo, Marcellus se había convertido en un ser especial, era inmortal y aunque no pudiera morir ya estaba muerto, era mitad Segador, mitad demonio, se convertido en un hibrido –Soy la definición de maldito, eternamente roto, eternamente vivo, he cometido el peor pecado que pude haber cometido, he sacrificado lo que soy por lo que pude haber sido, no he sido feliz, solo he vivido- dijo Marcellus mientras se alejaba sabiendo lo que había hecho y lo que podría hacer.
-Buena historia, me gusto el final y a todo esto no me has dicho tu nombre?
-Donde están mis modales, me llamo Marcellus pero mis amigos me llaman Marcel, dijo mientras sacaba las manos de su pulcro traje a medida. En ese instante Addalin miro el anillo en su mano y las palabras salieron de su boca.
-Tú eres el de la historia? Pregunto Addalin pasmada por el hecho,-Claro que soy yo, he vivido durante mas de mil años y he cometido el pecado original, no he sido feliz a pesar de todo el tiempo que he vivido, soy un hibrido, el hibrido original, el primero en su clase de la noche duelo y señor- respondió Marcellus mientras sus ojos se tornaban igual de negros que el averno –Y ahora que sabes mi secreto, no sé si dejarte vivir o consumirte al igual que al resto, tomare mi decisión al terminar la tormenta, Addalin ni siquiera fue capaz de articular la mas mínima palabra. Ambos aguardaron en un silencio abrumador; tras cesar la tormenta –He tomado mi decisión- dijo Marcellus mientras se ponía enfrente de Addalin en un abrir y cerrar de ojos, parecía moverse a la velocidad de la luz; Marcellus abrazo a Addalin mientras susurraba a su oído –Vive la vida intensamente, no cometas el error que yo cometí, se feliz, y cuando escribas mi historia recuerda que fue una historia de amor aunque se torno horrorosa, Addalin vive tu que sigues viva- , Addalin sonrío, dio media vuelta y con el sol delante de ella se marcho, el alba parecía ser el comienzo de una nueva era en su vida, al girar su cabeza atrás Marcellus ya no estaba, se había marchado; era hora de vivir, de ser feliz, era hora de contar la historia de aquel inmortal que la dejo vivir.
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